Viajar sin viajar.
...poner sobre el papel
no tanto pensamientos
como ideas,
quizá: ideas
sobre pensamientos.
(John Ashbery)
Desde Saint Jean
Pied de Port me esperaba un paisaje bullente que entonces ignoraba, que me
inquietaba aunque su luminosidad me atraía, tanto.
Busqué en mi
cuerpo la herida, las llagas, el obstáculo.
No lo había
y me fui.
Durante
treinta días fue lo que debía ser.
Excepto el
regreso.
Ahora lo he
decidido, ya no me importa, mañana mismo me calzo las botas de pocero y empiezo
a dejar sacos de confidencias en el quicio. Estaré atento a la inercia, al ayer
indescifrable de los huesos del jilguero golpeando en los cristales de la
habitación de atrás.
Alguien me
hace señales con oraciones y gallos, suenan campanas y gorigoris, el viento en
los cruceros me distrae del objetivo, es el momento de alejarme, de exorcizar
temores, de salir a caminar.
Solo temo no
saber distinguir las malas hierbas, solo temo la cizaña, solo temo al segador
distraído mirando para otro lado.
2 comments :
Solamente solo.
La cizaña, en Astérix, discurría por esos lares, seguramente.
Ay, bixen, la cizaña es mu(y) mala, mu(y) mala. Lares, manes y penates.
Publicar un comentario