Voz.
"Deseo que hoy experimentes paz dentro de ti, que confíes, que te encuentras exactamente donde debes estar, que no olvides las posibilidades infinitas que nacen de la confianza en ti misma y en otras/os, que utilices los dones que has recibido y que transmitas a otras/os el amor que se te ha dado. Deseo que estés feliz contigo misma por lo que eres. Deja esta sabiduría asentarse en tus huesos y deja a tu alma cantar, bailar y amar libremente. Está ahí para cada una de nosotras".
"Mujeres que corren con los lobos" Clarissa Pinkola,
La voz como catalizador, con ternura en suspensión, remover con una varilla de vidrio y emulsiona la nostalgia, de tus brazos, de la curva de tus caderas, de tu corazón en radiografía, de tus anhelos como hilos dorados temblando con el rocío, punto de distancia, aquí nos vemos, desde aquí, lejos, cerca, imposible irse, atrapado, hoy el día es gris pero el sol está detrás de las nubes, soplo las nubes, soplo el polvo acumulado en esta semana sin, en tantas horas huecas, nos fotografío con una polaroid imaginaria y salimos tan bien que la enmarco, míranos.
Mi recuerdo pasado en huevo batido, rebozar con harina y pan rallado y freír en fuego fuerte. Me como los recuerdos, nos devoro, los que éramos, aquellos, tú y yo, no vencidos, no ausentes, brillantes, apasionados, otros, aquellos. Ahora nos congelamos en nuestros frigoríficos, entre la mantequilla y la leche pasteurizada, entre un tomate y los albérchigos, tiritando, esperando que alguien abra la puerta y nos libere.
El beso va tal cual, o sea fiero, dulce, posesivo, apasionado, tumultuoso, precursor, el beso. Se abre paso kilómetro a kilómetro –qué lejos estamos- aunque mis piernas no son lo que eran y camino por el borde de los caminos, para evitar el barro, mancharme mis zapatos de ante, mis alpargatas de aldeano ausente, mis pies desnudos de romero…
Desvarío, nena, cuelgo la ropa y voy.
Te espero donde siempre.
2 comments :
Ese beso vale su peso en oro.
Me ha gustado mucho este post de desvarío gastronómico lleno de sentimiento.
Un saludo
Daltvila, que para los besos (escritos) soy muy mío. Y para los otros. Muchas gracias.
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