Mas de Anna.
Cada año lo aprendes a pulso:
una semiótica del frío que el viento mete a la fuerza en tu cabeza
hasta que se te queda en la memoria—
un doloroso zumbido, el quejido del ojo de la cerradura.
La escarcha la tienes en la punta de los dedos.una semiótica del frío que el viento mete a la fuerza en tu cabeza
hasta que se te queda en la memoria—
un doloroso zumbido, el quejido del ojo de la cerradura.
Sus reglas son sencillas: un hielo negro quiere decir
que las aves débiles invariablemente declinan,
mientras que la escarcha blanca favorece el cuento de hadas
y premia la humildad con dádivas de madrina.
Pongamos por caso el jardín, donde unos marginalia deslumbrantes
pueden aparecer de repente sobre las hojas, desafiando la traducción,
y dónde la ventana del cobertizo—todo el año una transparente Cenicienta—
puede de repente publicar una obra de redacción compleja sobre los helechos raros.
El sentido queda codificado, demasiado profundo para cavarlo,que las aves débiles invariablemente declinan,
mientras que la escarcha blanca favorece el cuento de hadas
y premia la humildad con dádivas de madrina.
Pongamos por caso el jardín, donde unos marginalia deslumbrantes
pueden aparecer de repente sobre las hojas, desafiando la traducción,
y dónde la ventana del cobertizo—todo el año una transparente Cenicienta—
puede de repente publicar una obra de redacción compleja sobre los helechos raros.
la forma prieta y arrollada como una amonita,
el muro del jardín una biblioteca entera
sobre la hermenéutica del caracol.
Con reconocimiento a Lawrence Stern,
la nieve ofrece al lector unos días de páginas blancas.
Una temblorosa canción del petirrojo, y ya está el mes de marzo.el muro del jardín una biblioteca entera
sobre la hermenéutica del caracol.
Con reconocimiento a Lawrence Stern,
la nieve ofrece al lector unos días de páginas blancas.
Unos días calmos de Janos cuando indagas el rumbo de la bruma
en busca de un pero o de un y.
Sin embargo es cuando canta el mirlo desde el viburno que caes en la cuenta:
los carámbanos están derritiéndose en aquel tinca-tinca-tic.
en busca de un pero o de un y.
Sin embargo es cuando canta el mirlo desde el viburno que caes en la cuenta:
los carámbanos están derritiéndose en aquel tinca-tinca-tic.
Anna Crowe
Traducción de Joan Margarit
Traducción de Joan Margarit
3 comments :
La paronomasia infierno-invierno se deshiela en abril y arde en la hoguera la noche de San Juan. O algo así, digo...
un abrazo
de cenizas, lo que tu digas, cariño
Así me gusta. :)
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