Todas las calles.
Calles oscuras, barrios circulares, me saludas, te saludo// ambulancias animando las esquinas con luces amarillas// la orquesta de borrachos silbando un vals, todos les oyen, nadie les ve// ese que baila, Juan, tiene cuarenta años (joder, parece que tiene muchos más)// los picaditos dan vueltas y vueltas, nos piden dinero con los ojos colgados en la nieve; también piden dinero jóvenes madres acurrucadas con niños que lloran entres sus brazos// jefe, aparque aquí, que yo lo vigilo el carro// pasa una señora enjoyada, enlutada, envuelta en visón, -me llamó mala, Carmen, ¿te imaginas? yo mala, yo que solo le he hecho bien-, pero llora, amargamente llora, la señora// me contratan en el Hiper, a media jornada, estoy muy contenta y se baja la falda, tan mínima, tan lejos de las botas negras// que escribo esto y puedo seguir, claro, que entre lo que veo y lo que imagino me da para un post de varios días, pero no, mentiría, no puedo escribir desde mi bien vivir, desde este escondrijo detrás del monitor, que todo está tan lejos y MB se junta con rumanos, polacos, colombianos, senegaleses, argelinos, bolivianos, marroquíes, salvadoreños, gentes de acá y allá que quieren subsistir y puedo seguir pero me oculto en la (casi) poesía, en la lírica, en el tú me quieres, yo te quiero, ella no me quería, juegos, llenar huecos, pasar, nostalgia de la playa, tostarme al sol, desocupado y esto no es literatura, ni siquiera es una confesión, un desahogo, una confidencia, es una pieza más del juego, porca miseria, sí, porca miseria, que la vida corre y corre y hoy cuando tomaba el café de la mañana me he enterado que la semana pasada murió J. A., desayunaba a mi lado todos los días, anónimo, simpático, amable:
Se ha dejado morir (me dicen)
Era mayor ¿no? (pregunto)
No, que va, X años, pero estaba muy estropeado, había vivido mucho (me informan)
¡X años! si parecía mucho más mayor (me sorprendo)
Una vida intensa, este fue...hizo...y...y... (concluyen)
¡Es verdad!, ahora caigo (alucino)
Y de golpe le recuerdo en el escenario, rodeado de buenos músicos en los festivales matinales, elegante, trajeado, tan grande que su guitarra parecía de juguete. También improvisando jazz en aquella boite de una calle que fue chic. Etcétera. Si os dijera quién fue, quién es su hijo, no lo podríais creer.
Se ha dejado morir después de haber vivido.
Calles oscuras, barrios circulares, nadie me saluda, a nadie saludo// en esa esquina hay un grupo que vende lo que no se vende, hay un grupo que compra lo que no se compra// antes no había tantos extranjeros (defíneme extranjeros), antes no había tanta gente rara (defíneme rara), antes todo era mejor (defíneme mejor)// estoy perdiendo la capacidad de ver lo que veía y no son mis ojos, estoy perdiendo la capacidad de ver y viene una ola gigante, tan alta como un sexto piso, tan poderosa que no vamos a quedar ninguno // es inútil que te compres un flotador con cabeza de pato, que ajustes calabazas al cinturón, esta ola nos llevará hasta más allá de las vías del tren//alto, debo poner en orden lo que escribo.
Y lo que no.
Hasta mañana.
Tengan cuidado con la gripe A, la porcina esa.
5 comments :
Todas las calles se parecen, todas las gentes, poco importa la ubicaciôn. Todos las calles llevan a Roma.
Toda la escritura es desubicaciôn, bùsqueda, un intentarlo y perderse en el intento. Un engendro por momentos lleno de desesperacion y descontento.
Un beso.
Todas iguales. Pasarela de almas que van y vienen con la mirada baja, perdida, sin rumbo...o con la cabeza tan alta que a punto están de hacerse un esguince cervical...o esos ojos que observan para después plasmar en un folio lo que han sentido, las emociones de ver una bella mujer, el rubor provocado por la mirada fugaz de un hombre, las risa de unos niños o la tristeza corriendo por la acera del hospital...
Ayyyyyyy, que me salgo de madre...que me enrollo y no quiero.
Por cierto, hoy me han vuelto a llamar quejica, estoy preocupada, terminaré creyendo que lo soy.Ayyy...ja,ja,ja,ja.
Besos sin ningún dolor, ¿vale?
Soy una superviviente nata, si viene la ola gigantesca, aprenderé a surfear.
Te saludo, te sonrío
Es verdad que todas, en todos los sitios, en todas las vidas están llenas de gente.
Y claro que alucinas cuando te percatas de la existencia de alguien que ya no está.
Tan genial como cada día Pedro. Y si, eres tú.
Un beso.
periplos que se abren y se cierran..
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