Album.
la memoria que borra y desfigura
y la sombra de la muerte que aguarda.
Sólo fantasmales recuerdos y la nada
se reparten tu herencia sin destino.
Después de sucios tratos y mentiras,
de gestos a destiempo y de palabras
-irreales palabras ilusorias-,
sólo un testamento de ceniza
que el viento mueve, esparce y desordena.
Juan Luis Panero
El niño, sobre las piernas de su madre, pasa las páginas de un álbum de fotografías.
Dos ancianos sentados bajo una parra, la mano de ella sobre la rodilla de él.
-Mamá, qué feos son-
En blanco y negro, un grupo de familiares sonrientes delante de una iglesia, están vestidos de fiesta, miran a la cámara con el desafío del grupo, unidos frente al viento que alborota las faldas y amenaza con hacer volar las boinas de los hombres. Al fondo el mar.
-Mamá, ¿porqué no conozco a nadie?
La humedad forma sábanas y banderas que nadie ve, se mece en el objetivo del fotógrafo, alborota el humor de los adolescentes en primer plano.
Un hombre hace un gesto burlón, sus brazos rodean a una mujer de cara triste.
-Mamá ¿quién es ese que te mira?
Un perro ladra a la cámara.
Una casa entre la niebla, por una ventana asoman una cabeza y una mano.
Un grupo de jóvenes posando entre las hortensias ocultan su cara con las manos, a un lado, seria, una muchacha morena regala una mirada más allá de la mirada.
-Mamá ¿esa eras tú?
La madre acaricia la cabeza del niño mientras en la garganta sujeta un nudo de congoja. Quiere terminar y se mueve, nerviosa.
-¿Porqué no hay ninguna foto de papá?
La madre cierra el álbum, toma al niño de la mano y se lleva las preguntas.
-Mamá ¿por qué lloras?
?Conoces Travian?
14 comments :
Esas fotos en blanco y negro son siempre feas.
La madre llora, cuando ve a su hijo, rasgar en la fotografia la imagen del padre.
LLora, le dice, le explica, lo mece, le canta, le susurra.. deja mi niño, él es tu padre.
Y cuando éste duerme, ella ante el duermevela, pega los trocitos de toda una vida descompuestos, como en un puzzle.
Dentro de unos dîas, le volverà a mostrar el àlbum, cuando el pegamento haya secado, como la cicatriz del olvido.
Un abrazo. Saluda a Panero por el paratexto. ;)
eva-la-zarzamora, un comentario/texto sobre mi texto.
Una interpretación.
Eso ocurre/esa es la belleza de un blog.
Escribo/escribes/escribimos.
Llueve en Bilbao.
Un abrazo.
Fotos que de viejas amarillean...fantasmas del pasado.
Mejor cerrar el álbum con siete llaves y no despertar los recuerdos... shhh, están dormidos.
Besos dulces
Me ha emocionado personalmente esta entrada por un relato familiar que mi abuela me contó hace ya bastantes años.
Mi abuela me contó que, un día, remirando las fotos de la familia reunidas en una lata de galletas de origen incierto con unas fotos y monedas de aquí y allá, encontró una que antes no había visto y corrió a enseñársela a su madre con una pregunta asomando en los labios.
Después de hablar con ella, supo que aquel hombre de sonrisa ancha, que tocaba su acordeon llenando de música la casa, el que encendía la sonrisa de su madre, el que se iba a los pocos días dejándola sumida en el llanto durante semanas, era su padre.
Era músico, siempre decía que ese sería el último viaje, que volvería y se quedaría para siempre, la muerte le alcanzó en el camino, mi bisabuela se quedó con el desconsuelo y la casa llena de niños, con la duda y la esperanza
de no saber si algun día volvería para quedarse.
Mi abuela, corrió a la huerta y enterró la gramola que él le regalara a su madre después de uno de sus muchos viajes. Me contaba que, ese día, había enterrado a su padre.
Creo que, escenas como esa, sucedieron de forma parecida en algunas aldeas mas, otros recuerdos y otras caras con el rictus de la tristeza atravesando fotos amarillentas.
Arantza G. y tirar la llave al mar.
Mientras escribía este (casi) cuento imaginé una larga historia.
Pero un blog es un blog
Al menos este.
Besos de chocolate
Gabriel Wing, emoción por emoción.
La realidad siempre supera la ficción.
Al menos la mía es una historia inventada.
Un abrazo con agradecimiento.
Leyendo a Panero me doy cuenta de que no tengo nada. No tengo memoria y la muerte está lejos (lo sé). Quizás si viera fotografías avivaría esa exigua memoria, pero no las veo, por no ver, no me gusta ver ni las actuales, tiemblo cuando los compañeros vuelven de vacaciones. No tengo nada pues, nada puedo perder.
Un abrazo
Un texto excelente
Maravilloso relato con reportaje gráfico. Maravilloso final.
A mí las fotos en blanco y negro me parecen preciosas. Las hacen preciosas los recuerdos y tienen un olor a nosequé añejo que me encanta.
Besos.
Crees que ya estás lista para pasar página, pero cuando tu mente motivada por ciertos detalles te trae recónditos recuerdos vuelven las sensaciones que habias olvidado.
Estupendo y tierno relato Pedro.
Un beso.
El pasado desfilando en blanco y negro ante la memoria húmeda.
Biko y salgo de puntillas.
Eso mismo (o parecido) cantaban Simon y Garfunkel mi nombre es Alma , una roca no sufre, una isla no llora. Soy una roca, soy una isla.
Pero ¿sabes?, lo siento, no te creo.
Ah, gracias.
Un abrazo.
Gracias Madame Vaudeville, muchas gracias.
Entro a menudo a tu página –un goce-.
A mi también me gustan las fotos antiguas.
A la señora de mi cuento creo que no.
Ni al niño.
gaia07, hay páginas que se obstinan. Cuando crees que has pasado capítulo viene un viento de nostalgia y te la enseña en todo su realismo.
¿Ese/esa era yo?
Un beso.
Claro que húmeda, Mayte, de las lágrimas contenidas.
Un beso.
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