Vigía en el palo de mesana.
“No creo en modo alguno que la última palabra de la sabiduría consista en entregarse a la naturaleza, dejando libre la expansión de los instintos; pero, en cambio, creo que antes de intentar reducirlos y domesticarlos, importa comprenderlos bien, pues muchas discordancias que tenemos que sufrir son tan sólo aparentes y se deben exclusivamente a errores de interpretación. (André Gide).
Curioso método de transporte de emociones e ideas esta red que permite decir, por métodos no del todo comprendidos, lo que no se dice al vecino de la casa de al lado, lo que no se dice en la barra de un bar, lo que no se dice al que duerme contigo, lo que no se dice.
Curioso método científico que permite hablar con Buenos Aires, con Pekín, con Segovia, lo que no hablamos en un banco del parque, entre las sábanas, bajo el aguacero.
Curiosa tecnología que permite engancharse a sentimientos que dormían en el fondo de antiguas fórmulas de expresión, que no sabíamos, que teníamos escondidos bajo una piedra.
Curioso, estamos en la prehistoria de un mundo diferente del que sólo intuimos una pequeña parte, un esbozo, el principio de una autopista a quién sabe dónde.
En este despertar a ciencias nuevas, y mientras tanto, vivamos lo que nos queda con los antiguos métodos que hasta ahora nos han servido tan bien, a saber: comer, beber, amar, leer, oír tantas voces que dicen tantas cosas -aunque nos interesen pocas- pero, no lo olvidemos, también desde lo mas alto, otear el horizonte de lo desconocido, de lo presentido, de lo nuevo.
20 comments :
Y cómo nos cambia a nosotros...
Me pregunto si sabremos generar los recursos internos para entender qué tiene de juego y qué de real.
Un beso.,
Hilda
Viuda de Tantamount, hoy, especialmente hoy, no lo sé.
Hoy estoy tan lleno de dudas que ni siquiera sé quién te está escribiendo.
Y no pretendo una frase graciosa, es así de cierto.
Acabo de llegar a casa, fuera hace un calor absurdo (para ser aún mayo).
No sé si estoy o no estoy.
Un beso, Hilda, y gracias.
...es un hablar con nosotros mismos...esa rara introspección que nos une. ¿Qué hay detrás de lejanas miradas que no son las de vernos? ¿Qué significa encontrarnos en las esencias? Todo..somos ésto que decimos, estamos desnudos y nos gusta, somos el respirar de deseos insospechados o demasiado claros, esa atracción por lo imaginario y por lo que recreamos de nosotros mismos...por lo que moldeamos...somos, aquí, agua que se escapa entre los dedos pero que nos moja, que nos modifica.
...somos a solas y en lo oscuro...
Cecilia
http://groups.msn.com/97eto5tqhjqomjala217emiob5/bienvenida.msnw
En este despertar curioso con un pie allí y otro acá, intento. De momento no me parece mal este sustento entre dos aguas y de todo se aprende.
Y los errores de interpretación me traerán igualmente de cabeza... que Gide era muy listo.
Dos besos, para el que está y el que no.
Cecilia, ...somos a solas y en lo oscuro.... Qué bello.
Me gusta tu comentario. Gracias.
Querida Margot, a estas horas, con este calor ya no sé de qué hablamos, hablábamos. No recuerdo que hago en esta página.
¿Puedes ayudarme a encontrar la salida?
Dos besos solo para ti. (no los compartas)
[...es que buscamos en palabras enredadas formas del alma...]
Muchas gracias por tus gentilezas.
Un saludo
Cecilia
Los que venimos de la radio de galena y soñábamos con la vuelta al mundo en ochenta días no acabamos de salir de nuestro asombro al sentirnos cercanos a todo lo lejano y decir cercanías desde la lejanía.
Me alegro de haber llegado aún a tiempo de verlo.
Abrazos.
Cecilia, uy, has repasado esta esquina ¿eh?. Notaba ruidos al fondo de la estancia y eras vos. Gracias por quedarte tanto tiempo ¿quieres un café, un mate, algo? ¿una infusión de manzanilla? ¿una taza de chocolate? ¿paseamos? Te saludo en esta azul mañana de domingo.
ybris, cómo te gusta presumir de anciano. Y eres un coqueto ya que seguro que tienes menos edad que todos los que te leemos, admirados de tu sensibilidad, de tu amabilidad y de tu intensa actividad. Me quito el sombrero (a riesgo de coger un frío occipital). Abrazos mañaneros.
Con una resaca de hoy asiento a tus palabras de ayer. Una resaca adquirida a lo largo de muchas horas donde efectivamente no se habló de lo que aquí. No hubo palabras preciosistas, ni reflexiones profundas, pero sí algo muchas veces infravalorado, que ninguna forma artística o tecnológica podrá sustituir: la compañía, la presencia real de seres humanos que comparten amor,tiempo, comida o silencios, incluso malas interpretaciones.
la red, un (¿mal?) sucédaneo del comunicarse a través del cerrar de ojos y pensar, soñar.
un mate...y de esos amargos, porque es verdad, doy vueltas varias por este, tu lugar.
Pero que raro es todo o que diplomático. ¿Me ofrecés mate porque soy argentina o porque lo has probado y te gustó?
Siempre prefiero lo raro...eso que se comparte sin saber la razón (si es que la hay)
La diplomacia me ahuyenta.
Desde este otro mediodía azul,
Cecilia
Prometo que trataré de ser tan silenciosa como los felinos...
Magnolio ¿lo pasaste bien? Disfruta de esos ratos, sí, la compañía real es mejor (donde vamos a parar). Besos, preciosa.
sergisonic, bueno, un complemento ¿no? cerrar los ojos, pensar y soñar es aburrido si no se comparte. Me parece. O no. Yo qué sé
Felina Cecilia, la última vez que tomé mate, muy amargo, fue en un lugar simbólico, en Finisterre, el antiguo fin del mundo. Dos compatriotas tuyas lo tomaban al atardecer, el sol casi desaparecía allí donde dicen que el mundo terminaba. Me (nos) invitaron. Fue una charla agradable, amable.
Antes lo tome con Mayra, la más bella uruguaya del mundo (por dentro y por fuera).
Y antes, etc.
¿Diplomático? Bueno, podría ser peor la cosa.
Besos
La diplomacia es la falsía.
...y sigo optando por lo que me revelan las entrañas...
Cecilia
Cecilia, así buscaban el futuro los augures, mirando las entrañas
..augurios, vuelos, adivinación.
[me mansillo en nombre de lo imperceptible]
/huelo, percibo/
Siento una efervescencia que viene de otro mundo lleno de leyes y normas, de verdades categóricas.
[[Huyo
tras
el amanecer
que aún no conozco]]
Un saludo ¿entrañable?
Cecilia
Cecilia, es lo malo, no me aparto ni aunque venga el tren.
Llámalo obstinación.
No me gusta estar al otro lado de la red, pero salto como un gamo (un gamo tenista, a veces me resto a mi mismo, de revés) y voy de un lado a otro de la pista.
Y sonrío, muy importante, sonreír. Todo es así más sencillo.
¿Ves?
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