San Juan 9.7
No se puede vivir
en la nostalgia que trepa y asfixia.
Quemé un rizo de la mujer que amé,
tanto tiempo guardado
en un papel amarillo.
Dejé a un lado las palabras, vencidas,
incapaces de expresar el vacío,
de esbozarlo siquiera.
Estaban mis ojos cubiertos de barro,
me sumergí en ti, oh Siloé,
buscando curación a mi ceguera.
Braceo torpemente en tus oscuras aguas,
ciego aún, al borde de la asfixia.
Me estoy ahogando de no verte.
Ven.
en la nostalgia que trepa y asfixia.
Quemé un rizo de la mujer que amé,
tanto tiempo guardado
en un papel amarillo.
Dejé a un lado las palabras, vencidas,
incapaces de expresar el vacío,
de esbozarlo siquiera.
Estaban mis ojos cubiertos de barro,
me sumergí en ti, oh Siloé,
buscando curación a mi ceguera.
Braceo torpemente en tus oscuras aguas,
ciego aún, al borde de la asfixia.
Me estoy ahogando de no verte.
Ven.
20 comments :
Estoy aquí,
no me ves, lo sé,
pero estoy aquí.
Te beso.
No se debe no.
Ciego, catatónico, todavía le llama.
Claro que se puede.
yo tambien me estoy ahogando de no verlo.....
gracias por tus letras...un beso
aidee
Bueno Pedro, antes que nada sorry por tenerte abandonado, pero no tenía en qué bloguear, pero ahora sí.
Pues es que pasa que cuando extrañamos a alguien guardamos algo que nos recuerda a esa persona, y cuando lo vemos lo recordamos y nos hace bien, pero también nos hace mal.
Los expertos dicen que hay que deshacernos de lo que nos recuerda a la persona en cuestión, pero está muy difícil.
Saludotes y abrazotes.
Sweet Dreams, de todo Corazón:
Arthur
No es fácil dejarme a mí sin palabras, pero hoy así ha sido.
Y no lo digo sólo por no saber explicarte la sensación sublime que me ha provocado esta preciosidad que hoy has dejado aquí sino porque algo hay en ese texto de Juan sobre la ceguera vencida entre saliva, barro y agua de Siloé que siempre me ha dejado pensativo.
Aplicado al recuerdo del amor dejado y nunca olvidado resulta estremecedor:
Ciegos de no ver lo que dejamos se sumerge uno por si acaso un agua nos lavara el barro de los ojos...
Insuperable ese "ven" desde el borde de la asfixia de no verla.
Un fuerte abrazo, amigo.
(Todavía hoy estoy pegado al móvil y no puedo descargar vídeos ni ver imágenes. Ya me resarciré mañana)
Pues es verdad que no se puede vivir así, lo curioso del caso es que lo hacemos y además con soltura, o eso parece. Por eso debe gustarme tanto el barro...
Me encanta la sencillez de tu canción de hoy, señor Pedro.
Otro tema... tú no sabrás dónde venden tinajas como la de la tia de la foto, no? Ha sido verla y creo que me urge tener una.
Que besosssss de aire.
Hay vocables sencillos, habituales, que según cómo y cuándo se digan, suenan de otra manera. Adquieren una fuerza y un tremendismo inusual. ESo pasa con tu "ven".
Me ha encantado tu blog.
Ni el Siloé obra milagros cuando la ausencia hace el vacío en nuestra vida, o quizá faltara que escupiera Jesús para hacer el lodo (método más clásico que no por eso más eficaz)...
Saludos y gracias por tu visita.
Pedro, impresionante, las tonalidades y las sensaciones, que buena combinación... el mensaje... me encantó besos
PaquiLou, ya, te presiento, a veces distingo tu sombra.
Te beso más (y más rato y en más sitios)
Magnolio, ¿recuerdas ”Johnny cogió su fusil?”, pues eso.
(o yo mismo, ya ves)
aidee, han inventado diferentes artilugios y sistemas muy interesantes para subsanar ese ahogo: teléfonos, programas de televisión –hola, Paco, sigo aquí, vuelve-, telegramas, cartas, palomas mensajeras, trampas para cazar elefantes –sólo hay que esperar que pase, se caiga y salvarle-, aerosoles para el asma, oxígeno en bombonas de cuarto de kilo, etc.
Vale el beso. Otro. Bueno, dos.
Arthur, menos mal que me has escrito, a punto estaba de irme a México a buscarte. Ya estaba pensando que te había pasado algo. Estaba preocupado. Eres una persona amable y considerada y aprecio mucho tus comentarios. Por ejemplo el de hoy, que es muy cierto, pero a ver quién es el guapo que destruye las pruebas del recuerdo. Abrazos.
ybris sabes que es igual, ya puede uno decir que venga que no viene, ya puede uno escribir y escribir que si es que no, es que no. Pero mientras tanto, con estos poemas, escritos y otras actividades se lo pasa uno tan ricamente, hace amistades y desarrolla una carrera literaria que ríase usted de Bukoski (por ejemplo). (vale, te has reído muy bien)
Un abrazo siempre agradecido por tu generosidad.
Margot, van p´alla dos tinajas (una negra y otra blanca), que no le falte de nada a la chiquilla (o sea tú).
Barro no me queda, me lo he dao todo.
Ejem, recuerdo un mes de abril que estuve en Lagos (en el Algarve portugués), hace ya. La playa estaba desierta (y el mar bañaba tu piel, etc). De pronto aparecieron unos 20 ancianos y ancianas caminando por la orilla, estaban recubiertos de lodo, un lodo gris, asqueroso, pringoso. En medio inglés, portugués, español, euskera, les pregunté ¿qué?, me respondieron que era medicinal, que curaba no sé cuantas cosas; les pregunté si curaba amores rotos, me respondieron que no. Eso, olvida lo del lodo.
Gracias por tu comentario, nena. Un beso.
Gracias, manly, ya sabes la canción...si tú me dices ven lo dejo todo.
Saludos.
Isa, así va esto, uno va, otro viene y entre ese ir y venir no falta gente en el camino.
Siloé siempre me ha impresionado.
Saludos formales.
Amada Inmortal, recojo con alegría tu apasionado comentario (que será de ti si lees a Valente) y, como al azar, besos tus dedos (todos).
Sí, de Trumbo y detrás (no muy de acuerdo, Buñuel). Johnny apenas podía comunicarse en còdigo Morse. Absolutamente a merced de los otros hasta para decidir su propia muerte.
Tu "mismo" escribes y seduces. Corres como un gamo. Nadas al lado de los delfines. Paseas desde Lagos a Praga mientras los blogeros te aclaman.
Pues eso.
Ahora entiendo tanta nostalgia, habiendo vivido en la calle Encarnación..no podía ser de otra manera.
Saludos. También.
Magnolio, una película impactante.
A merced de los otros...como tantos con brazos y piernas. Y cara.
Lo de correr y nadar sí (antes más, mejor, pero aún).
Lo de Lagos y Praga, también.
Y lo del beso, pues eso.
Camille, no viví allí mucho tiempo. Un tiempo que fue bueno, de lucha, de ilusión, de muchos momentos irrepetibles. Luego aquellos días llovió tanto que se llevó demasiadas cosas (además de a “Madriles”; quizás tú no habías nacido).
Y empezó otra vida (pero esa es otra historia)
Saludos (con trufas. Por cierto, ahora vivo muy cerca de Arrese)
Ese "Ven..." final, te da hoy un aire desafiante....
Viuda de Tantamount, imperativo.
(Es igual, no viene)
(No, si al final me lo terminaré creyendo)
Los rizos quedaron esparcidos en medio de la afixia, intentando, quizás, soñar. Abrazos.
fgiucich, de rizos ando bastante mal.
De asfixia también.
¿Te vale un abrazo?
La piscina probática devuelve la vista a los ojos pero ciega la razón.
un abrazo
De cenizas, no lo sé, no me he bañado nunca ahí.
Te lo contaré.
Abrazos.
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