Caos.
“La diferencia entre un sistema caótico y un sistema aleatorio reside en que la aleatoriedad no tiene estructura – es el equivalente matemático del ruido blanco – mientras que el caos tiene estructura, si bien muy complicada y sutil.” (Richard Mankiewicz.)
Mientras le escribe desde la cárcel sin rejas del sábado, mira por la ventana a su ciudad inclinada por el viento - ¿son femeninas las ciudades? – y trata de orillar la nostalgia que se le represa justo en la garganta. Un ejercito de nombres pretéritos se atropella y lanza ecos en el tejado silencioso de esperar su carta - ¿me escribirá hoy?-. La soledad se refleja en el estanque de la tarde donde un caimán de ausencia le persigue, le muerde, le devora y entre las fauces, su mano aún hace señales – llámame, amor-.
Está desasosegado, lo sabe y canta baladas para concentrarse, inventa pasos de baile, deja los brazos como un mimo impertérrito, inútil, el teléfono sigue mudo, el buzón está vacío y la gente no deja de llenar las calles, los bosques y él ahí, ignorando que una Virgen se ha aparecido a una pastora en Évora, Portugal, -¿te lo cuento, mi bien? - . La arena de este desierto, tanta, le llega hasta los hombros y el eco de su carcajada ha caducado ya, como un almanaque del año pasado, como el amor de ella cuando aún le quería, o le soportaba, o compartía aquella cama con sábanas amarillas y suspiros, cuando las tardes de los sábados como este eran un confín de luz - ¡eh, estoy aquí!-.
Y recita para sí con voz apagada.
Brisa de colibríes, el amor como un óxido
cubriendo la cansada osamenta de la espera,
la inocente guardia en las esquinas
para verte pasar y nunca pasas.
Silencio metálico de campanas mudas,
nadie escucha caer las hojas de los días,
vida vacía, atroz espera sin alas.
Me duele todo, menos tú, menos pensarte.
Esta soledad que arrasa el rescoldo de la risa,
lloro en mi sima ensimismada, guitarra muerta,
hambre de no dormir ya entre tus labios,
inventando amaneceres a tu lado.
El espejo me devuelve un torpe viejo de ojos húmedos.
Un cansancio bruto, límite estúpido, una vena rota, tal vez nada, de su cabeza o ¿de dónde?, surge el relámpago de la locura, la violencia atropellando el último resquicio del sentimiento – si no es mía, no será de nadie- esconde el cuchillo entre las ropas y sale con la venganza hasta en las muelas, con el rencor en los ojos, con la furia insensata incrustada en las uñas y aquí no hay quien impida el desatino sin anuncio y la crónica dice que durante el año 2006, en España, 70 mujeres perdieron la vida a manos de sus cónyuges, compañeros o ex parejas.
(Aunque la estadística no lo refleja, la dignidad de miles de mujeres muere cada día cuando sufren malos tratos).
11 comments :
Y aùn el problema se sigue tratando como un problema privado, como un problema dentro del hogar, como un problema entre el hombre contra la mujer.
Mientras la mirada no vaya màs allà del techo y no salga por la ventana rompiendo los vidrios, mientras la violencia siga siendo un problema de a dos, mujeres seguiràn muriendo en manos de un poder invisible.
Aterrador.
Y más, quizás, por las incontables y desconocidas torturas de los malos tratos que por los setenta asesinatos.
Un abrazo.
Calla, hija, y soporta, resignación, aguanta el dolor que en la otra vida ya. La mujer perfecta no habla.
Eres su dueño, la fuerza es golpe, quien bien te quiere te hará llorar. El hombre perfecto protege con su cuerpo.
Soy tuya. Eres mía.
Soportar el dolor es dignidad.
Y así... una estructura no sé si complicada (me da que no mucho aunque lleve siglos) pero desde luego muy sutil..
La venganza y el rencor en las muelas, chapó!
-Pero usted¿que es lo que viene a denunciar....?
-Vengo a denunciar que me han arruinado la vida ."(Te doy mis ojos).
Caos .
Besos Pedro.
Lo más aterrador es que ese machismo salvaje, por llamarlo de alguna manera, se ha transmitido de mujer a mujer.
Ésto es lo que quiero creer que está cambiando.
A mi no me extraña, desde luego, que me tengan miedo. Un abrazo.
Se nos oirá a todos a la vez, si chillamos en repulsa a todo esto, que ocurre en éstos tiempos, con la democracia al hilo ó del filón de guerra en teorías políticas excesivas?
Se nos oirá Pedro, si chillamos fuerte????
Que ni una mujer muerta más. Que ni una mujer maltratada más, anulada más....
Se nos oíra????
Te abrazo.
Muchas mujeres hacen prevalecer el machismo al educar a las generaciones venideras en la mas retrograda educación.
Un saludo.
gracias por tocar el tema Pedro, tiene doble valor viniendo de un hombre. jamás ha habido ni podrá haber una maldita justificación para levantarle la mano a una mujer.
Pues no, Glup...hoy no estoy de acuerdo....
Esa ultima frase, no me gusta nada¡¡¡
La dignidad de las mujeres está a salvo de sus maltratadores, se resiente su autoestima.
De la que no queda ni rastro es de la de ellos....
Un beso protesta...
Ofelia
De piel de gallina, así me has dejado...
Luna Agua, no, no es un problema privado, al contrario, es un problema de todos. Gracias por tu comentario.
Cierto ybris, un apunte oportuno. Gracias.
Margot, empecé un post poético y una noticia en la prensa me llevó por ahí (intenté escribirl con todo mi respeto a una cuestión tan grave) Gracias.
churra, no te quiero contar como me (nos, a todos, creo) impresionó esa película. Besos.
Misántropo, es que yo no creo que eso sea machismo. Una persona que mata es un asesino, una persona que tortura es un torturador.
Me considero macho (al menos eso me dice el espejo y el cerebro. Machista...me voy (van) educando. Y quiero creer que nunca, ninguna mujer me ha tenido miedo (espero no haber dado motivos para ello. Al menos por actitudes violentas, física o psíquicas)
Ah, y me he asomado a la bahía. Un escándalo.
Abrazos
Coblenza, lo siento, creo que no, creo que habrá que hacer algo más que chillar.
Todos mis besos para ti.
Itoitz, pues habrá que educarlas también.
Pero en esa violencia extrema hay muchos más factores que la educación.
Saludos.
Oye, Clo, que soy hombre, sí, no marciano, o ciego, o sordo. Por supuesto que no hay ninguna justificación. Y creo que mi opinión vale –por lo menos- tanto como la de una mujer.
Ofelia Lopez Pez, tienes razón. Es así.
Admitida la protesta y el beso.
.
Carmen, y sin llorar.
Gracias, hablaremos.
Saludos.
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