martes, 13 de febrero de 2007

Arponeros fascinantes y otras ballenas.


Descreimiento, último verosímil
linaje de la historia
líbrame
de desoír al infractor
con quién pacto de grado cada noche.

( Manuel Caballero Bonald).

Aún los lapiceros trazaban sus líneas de colores, retorcidas, sugerentes –una cadera aquí, un pubis ausente allá-, cuando amanecieron las espinas, en bandadas, enfurruñadas, malévolas, inquietando la delicada piel donde nos sentamos, alterando el hilo con rocío colgado hasta la oreja, orejas, intentando (buenas) vibraciones a transmitir por los kilómetros de nervios atrofiados y el blanco pelo cortado un verano, siega de ausencia, cosecha del error en una caja azul con agujeros, un perro que fue fiero y ahora yace sobre una alfombra gris, o quizás no sea gris y esto trata de un pasado utilizable, con calles en blanco y negro y sopas de pan en el café con leche, en cualquier caso, nostalgia, no futuro, como si este blog funcionara como un armario de recuerdos con sus baldas repletas de ropa de cama y toallas mojadas, con humedad continua, goteras desde el piso de arriba, a veces del de abajo, a veces como vivir en un submarino que cruza sobre los fondos marinos con peces ciegos, tiburones sin dientes y Neptunos musculosos y amanerados con cabellos como algas mientras Anne Sofie von Otter canta con Costello y el sol está en una cesta de la compra olvidada en un parque londinense donde Roxana teje este jersey rojo que me protege ahora que creo en la santísima reencarnación de las bicicletas palentinas, en el contraste del trastear de guitarras Hendrix y mientras subíamos al Gorbea el viento gritaba María y ahora la felicidad vestida de blanco se ha sentado en mi cocina y mastica risas y zapatos sobre las baldosas de la luna.

Estoy contento, soy, el espejo me ha dicho qué he sido, justo antes de romperlo y verme cien, mil veces yo que abren la boca y me amenazan: “conócete a ti mismo”. En ello sigo. Mientras, busco. Aquí, también aquí. Sí, me fascina los arponeros, las ballenas intermitentes y este mar incomprendido.


7 comments :

Unknown dijo...

Te sigo, te sigo...

Siempre...

Besos

Y calma.

Que esto de los blogs a veces resulta desesperante.

En el fotograma dijo...

Qué lumninosidad se ve en este blog.

Un salute.

Pedro M. Martínez dijo...

Sí, En el fotograma es un blog luminoso. El otro.

Rain (v.m.t.) dijo...

Pedro, este blog, como te comenté
alguna vez, se ve iluminado.

Mas, estoy esperando que Blogia solucione los problemas con su servidor para leeer tus posts, en GLUP, la bitácora alojada en Blogia.

Espero...

Pedro M. Martínez dijo...

Rain no esperes, me quedo aquí, en este iluminado rincón.
Gracias por venir, nos leemos.

Єѕтnoм dijo...

“conócete a ti mism@. Mientras, busco. Aquí, también aquí".
Estoy en ello, Pedro.

Pedro M. Martínez dijo...

ondina, sería curioso que buscando aquí, te encuentres ahí.
Al menos lo habrás intentado.

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