martes, 29 de mayo de 2007

No es cierto


No es cierto, dicen que bebo por ella, no les crean, apenas bebo. Cuando lo hago es por compromiso, pero apenas bebo. Y está mi trabajo, los clientes, las comidas de negocios. Pero no por ella.

Cierto que a veces me sienta mal, por el estómago, que lo tengo delicado. O puede ser por el tabaco, no me viene bien fumar en ayunas. Por eso tomo algo a las mañanas, para pasar el humo mientras pienso. Aunque apenas la recuerdo, se lo juro, apenas pienso ya en ella.

Es posible que algún día tome, como todos, cuando me siento solo, o triste, cuando ese gato me agarra las tripas. Lógico, de ahí sonrío, hago bromas, mis amigos dicen que soy gracioso, soy un líder con mis amigos; siempre me llaman, me invitan, les gusta mi carácter, mi ánimo en las reuniones, nunca me dejan solo, me acompañan de vuelta si algún día me tiemblan las piernas. Estoy fuerte, siempre he practicado deporte, mis piernas son de corredor de fondo. A veces no me soportan, es verdad, por el frío, las noches esperando bajo su ventana, la de ella. Que absurdo ¿no? Algunas noches me quedo frente a su casa, mirándola. No la llamo, no, ni siquiera la imagino, solo me quedo ahí, parado, mirando su ventana sin luz. No es tan extraño, ahí fui feliz, pero apenas pienso en ella, créanme.

No puedo ir explicándolo uno por uno pero les aseguro que no bebo, no, aunque hable de esta manera que no me entienden. Por eso lo escribo, para que quede claro, para que si algún día les dicen que me han visto dando tumbos sepan que es por eso de las piernas, lo del frío.

También lo de la violencia, no, no soy violento. Cierto que alguna vez me encaro con alguno, no lo niego. Es por la educación, no soporto la mala educación, no me gusta que me hablen con sonrisas. Qué se creen, qué saben ellos, no tiene ni idea quién he sido. Por eso me encaro, me defiendo más bien. Procuro no llegar a los puñetazos, ya no tengo aquellos brazos bravos. Es por envidia, por eso no me dejan entrar en algunos bares.

Los médicos no lo comprenden, no tiene ninguna relación el dolor en el centro del pecho con el dolor por ella, por su ausencia. A quién se le puede ocurrir semejante tontería, solo a un médico, no tienen ni idea, son dolores diferentes. Lo he explicado tantas veces. Uno es un dolor físico, me duele el cuerpo, el corazón, me pesa la osamenta, me arden las venas, me duele la garganta, me duele. El otro dolor es del alma –qué sabrán ellos- me duele el alma, como si tuviera dentro un hombre vestido de negro, mirándome, tanteándome lo que soy, juzgándome, preguntándome, lacerándome, llenándome de espejos oscuros, no veo nada, todo está negro, pero él ahí, ese hombre que me hiere, cada segundo, que me araña los hilos del sentimiento, que no me deja dormir, que no me deja vivir. Por eso a veces tomo una copa, solo una, me ayuda a olvidar a ese hombre. Y a ella, cuando bebo no me acuerdo de ella. Miento, también me acuerdo de ella, pero solo a partir de la siguiente copa. Entonces también recuerdo cuando era niño. Y a mi madre. Es posible que tome más, no mucho más, apenas otra, ahí todavía me doy cuenta de todo. Es cuando me quedo parado bajo la casa de ella. No grito, nunca grito, soy una persona correcta, por eso me enfado cuando me dicen algo, por eso me defiendo. Qué saben. Ella nunca sale, nunca se asoma a la ventana.

Hoy no me encuentro bien, la cabeza, he dormido poco. Tomé café después de la cena y me desvelé. El golpe de la cara es una caída, al médico no le gustará, tengo cita a las once. No voy a llamarla más por teléfono, lo prometo ¿Para qué? nunca descuelga el auricular. Una y otra vez me consuelo con esa voz grabada que dice que no está en casa, que deje el recado. Qué recado voy a dejar si tantas veces le he jurado que no bebo, que mi trabajo me obliga a estar con mucha gente, que todavía la quiero, que la quiero, que me deje volver, que me perdone, que no quise pegarla, que me perdone. Pero ella nunca contesta.

Solo esta y ya, ni una más, lo juro.






37 comments :

Atzavara dijo...

Demasiados hay que no beben... y las quieren... y no es cierto que beban... y los demás no entendemos nada... Demasiados...

Besos... hoy sin alcohol, ni estupefacientes... sin aditivos, ni corsenvantes, ni colorantes... al natural...

Carmen dijo...

Llego algo tarde (me he tomado 4 días de vacaciones en una isla mágica), vuelvo renovada, con una bocanada de aire fresco... he visto el meme, lo he visto. Gracias por cumplir.
Un besoooooooooo de madrugada

Valeria Elías dijo...

esconderse de una realidad, huir de la verdad, muchos hacen eso, niegan lo que sienten hasta lo ultimo, no valoran lo que tienen, no se cuidan ni cuidan... algunos no beben e igual son así... rara historia la de la historia, peor con el amor, así termina una de mis poesías... supongo que es así... besos

bajamar dijo...

ahhg la bebida, puaj...

yo la conocí a ella ayer...lo dejó entrar pese a la prohibición de acercarse que dictaminó un juez...pero está preocupada, algo asustada por el papel pues no ha ido al tratamiento y tiene miedo, mucho miedo, por ella y por sus niños.

ella existe y él también.

una coincidencia muy curiosa, él también bebe para olvidar al niño que su padre asustó...

ybris dijo...

Lo negamos todo.
Ni bebemos ni pensamos en ella ni nos enfadamos ni nos pasa nada especial.
Pero lo decimos tantas veces que ya los demás no nos creen.
Y hasta nosotros comenzamos a dudarlo.
Acabaremos reconociéndolo sólo en presencia de nuestro abogado.

Abrazos

Pedro M. Martínez dijo...

Atzavara, sí, las cifras lo dicen.
Y tantas, tantas tragedias ocultas.

Pedro M. Martínez dijo...

Pero, bueno, Carmen, a esas horas y leyendo blogs. Ya te vale. Lo tuyo es adicción al medio.
Me alegro que lo hayas pasado bien.
Besos.

Pedro M. Martínez dijo...

Amada Inmortal, esconderse de la realidad...posiblemente sea eso. Besos.

Pedro M. Martínez dijo...

bajamar claro que existen, muchas personas así, solo hay que mirar.
Mucho sufrimiento.
Saludos.

Pedro M. Martínez dijo...

ybris, auto engaño, dolor, impotencia, vidas rotas.
Es el post de hoy.
Abrazos

Anónimo dijo...

Te comprendo perfectamente, sé que dices las verdad. Son siempre los otros que no tienen ni idea, malpensados.A mi tampoco me creen, dicen que estoy obsesionado, que me olvide. No saben nada. Es cierto que está casada, tiene su vida, pero aquello acabó, sólo somos amigos que trabajamos cerca, coincidimos en el trayecto y hablamos - qué tal tus hijos, Londres sigue igual? -. No siempre, cuando va con el imbecil de su marido me hago el loco. Algunas noches me desvelo leyendo las cartas, oyendo la música, viendo las películas de entonces, normal, compartimos los mismos gustos. Ellos no lo entienden, son unos retorcidos. Sólo somos amigos.

Margot dijo...

Pero el que no se engañe que levante la mano, si lo hace esconderá la piedra en ella. Demasiadas piedras, eso es lo que hay y demasiado mundo que nos enseñaron a distorsionar.

En fin...

Un besote, todos los días, lo juro.

Pedro M. Martínez dijo...

Magnolio, ahora sí que me has dejado patidifuso.
Lo de la propia medicina.
Menos mal que sólo somos amigos.
Besos

Pedro M. Martínez dijo...

Margot, dejo la piedra en el suelo, recibo el besote y mañana más.

Naty dijo...

Una realidad repetida que no es cierto, que no sea cierta, aunque se hagan muchos esfuerzos para que lo parezca... Hasta luego

Luna Agua dijo...

Una cadena que no termina.
Habrá que probar quien es más valeinte para cortarle. Ella con su luz ausente por siempre o el , dejando ver su hombre de negro en su espìritu...


besos

Pedro M. Martínez dijo...

Claro, Naty, eso intento decir (+ o -)
¿Hasta cuando?

Pedro M. Martínez dijo...

Luna Agua, él seguro que no cambia.
Y ella, por su bien, tampoco debería hacerlo.
besos

Anónimo dijo...

Y dale, esta página es literaria. Aqui no se es amigo, se escribe y punto, coñe. Hoy Magnolio es un chicarrón, así que un respeto. Y hablando de estupendos ¿Conoces al chico de la foto, ese que hace flexiones (o reflexiona). Esa camisa me recuerda a alguien.

Anónimo dijo...

yo aprendí a beber por ella, luego aprendí a no beber sin ella, ahora bebo por mi y por todos mis compañeros...y por mi el primero
(nunca se acaba)

Camille dijo...

No sé muy bien qué decirte sin que suene lisonjero, pero la verdad es que lo has clavado. Ésa es la realidad de ellos. Eso es lo que ven realmente. Creo que lo que más me gusta de ti desde que descubrí tu blog es lo tremendamente observador que eres, y acertado la mayor parte de los días. También eso.

Al final me ha quedado un poco pelota el comentario pero no es mi intención.

Musutxus, paisano.

Carmen dijo...

Estaba ansiosa por saber hasta donde llegan los límites de obediencia... jajaja si supieras de donde venía yo a esas horas... ¿adicción?
Besos re-guapo

Pedro M. Martínez dijo...

Magnolio, no me atrevo a decirte que puede ser un amigo tuyo.
(Pero no es).
¿En qué quedamos?

Pedro M. Martínez dijo...

Kartak, tema espinoso. Miedo me da haberlo sacado.
Brindo contigo.

Pedro M. Martínez dijo...

Camille, déjalo, déjalo, tienes unas croquetas pagadas. Escoge el sitio, tú que sabes.
Ah, un pulpo de muerte, en el bar Regio, al lado de la Once.
Seguiremos informando.
Y gracias, guapa.

Pedro M. Martínez dijo...

Carmen, es que tus deseos no pueden quedar insatisfechos (menuda eres).
¿Te gustaron mis zapatillas?(o lo que fueran)
Besos, preciosa

Anónimo dijo...

En que esto es un lío. Pero, venga, sólo hoy: ¿es o no es?.

Pedro M. Martínez dijo...

Magnolio, no es.

Anónimo dijo...

Pues está igual de cuturrú. La camisa la pongo yo, pregúntale la talla.

Pedro M. Martínez dijo...

Magnolio, no me líes. Pregúntaselo tú.
Repito, cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.

Misántropo dijo...

En el fondo, todo es impotencia; ahora que no me oyen.

Muy bien construido, Pedro.

Por cierto, estoy con Magnolio.

Un abrazo, campeón.

Pedro M. Martínez dijo...

Misántropo, la impotencia es un mal muy malo.
Gracias por lo de la construcción.
Y ¿qué sabrá Magnolio?
Un abrazo

Anónimo dijo...

"Hay quien busca el amor de una mujer para olvidarse de ella, para no pensar más en ella" J.L.Borges (Los teólogos)

Da qué pensar... talvez esa sea otra adicción...

Besos, siempre, besos.

Pedro M. Martínez dijo...

rouge, la frase de Borges es muy buena.
¿A las mujeres?`por supuesto que es una (buena) adicción.

Anónimo dijo...

Y dale, que ¡¡¡soy árbol!! ni tonta ni sorda. Por eso lo pregunto, por LA COINCIDENCIA entre la FOTO y mi amigo.

Misántropo: no sé en qué estás de acuerdo conmigo, pero haces muy bien.

Glup: y tú ¿Qué sabes de lo que sabe Magnolio?

Nikté dijo...

Ha sido Magnolio el que me ha traído hasta esta página.
No lo había leído en su momento.


Umm

Joselu dijo...

Voto por éste como uno de los textos para tu libro. Es cojonudo. Besos Pedro.

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