En Navarra
En estas últimas semanas estamos asistiendo con estupor al mayor despropósito que de manera un tanto cínica intenta colarnos el "Gobierno Foral". Mientras nos hacían creer que en Navarra la situación económica frente a la crisis se "diferenciaba" respecto a la del resto del estado, a finales de septiembre nos sorprenden con la siguiente noticia:
Pero, por si acaso y para que no nos atragantemos, dejan el postre para más adelante.
Con este recorte se ven afectadas principalmente: la educación, la sanidad y los ayuntamientos, entre otros. El mayor palo se lo lleva la Universidad Pública que ve paralizada así la financiación de becas y de investigación, cuando hace tan solo unos meses la ministra de Ciencia e Innovación valoraba de la siguiente manera la apuesta por la I+D+i en Navarra: "Este es el camino que tenemos que reforzar en los próximos años, es un modelo que tenemos que defender porque estamos avanzando a un ritmo muy interesante para la economía"
...Y encima tienen la poca vergüenza de decir que están centrando sus esfuerzos en que no resulte afectado el gasto social. ¿A qué le llaman ellos gasto social? ¿A la construcción de un circuito automovilístico que va a costar más de 62 millones de euros y que ni siquiera puede albergar competiciones de Fórmula 1 ó Moto GP?
¿o quizá a la construcción del Pabellón Navarra-Arena con un coste total de 64,5 millones de euros?
El gobierno debería preocuparse de garantizar los servicios públicos esenciales y de calidad. Además debería hacerlo de la forma más eficaz y consumiendo la menor cantidad de recursos posibles.
Realmente, ¿la sociedad se está alejando de la clase política o ellos se están riendo de nosotros? Aquellos que hoy proclaman con prepotencia: "es hora de someter a nuestro sector público a una cura de adelgazamiento" (Yolanda Barcina, 07/10/2011)... ¿no son acaso los mismos que nos han conducido hasta esta situación? Y mientras por un lado predican lo propio, por otro lado consolidan sus posiciones y se perpetúan en lo público.
¿Cómo le explicas esto a todas esas personas que invirtieron su tiempo y su dinero en prepararse las oposiciones del Servicio Navarro de Salud - Osasunbidea y que aspiraban a una de esas 102 plazas que se han anulado?
¿Qué es lo próximo que tendremos que tragarnos mañana? ¿Cuántos engaños más? ¿Somos acaso la ciudadanía la principal prioridad del Gobierno? ¿Qué responsabilidad tienen en toda esta situación aquellos políticos que tras escudarse en la "Navarra como comunidad diferenciada" hacían y deshacían a su antojo? ¿"diferenciada" de qué?...
(Recibido en mi correo)
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