Julio Cortazar - Parte IX de IX (y Rayuela)
Capítulo 56
Era así, la armonía duraba increíblemente, no había palabras para contestar a la bondad de esos dos ahí abajo, mirándolo y hablándole desde la rayuela, porque Talita estaba parada sin darse cuenta en la casilla tres, y Traveler tenía un pie metido en la seis, de manera que lo único que él podía hacer era mover un poco la mano derecha en un saludo tímido y quedarse mirando a la Maga, a Manú, diciéndose que al fin y al cabo algún encuentro había, aunque no pudiera durar más que ese instante terriblemente dulce en el que lo mejor sin lugar a dudas hubiera sido inclinarse apenas hacia fuera y dejarse ir, paf se acabó.
2 comments :
"El me retila la murta, me pone los planeos entre las angustas, nos treturnamos los porcios y tú siempre te quedas en la gunfia más chica"
Un abrazo!
Una tarde, para revisitar parte de un retazo de una vida activa comprometida y existencial.
Complejo y a veces inabarcable.
Te felicito, de nuevo.
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