viernes, 24 de julio de 2009

Osip Mandelstam.


Hubo ojos más cortantes que una

afilada guadaña
en un reloj de cuco y en una gota de rocío.

Y apenas enseñaron a distinguir en su tamaño
la multitud solitaria de las estrellas.

Osip Mandelstam


Exprimo mi vocabulario y apenas me quedan palabras, ya las he usado casi todas. Me restan algunas: fíbula, espolique, canecillo, espelunciado, prohombre. Recojo rarezas en textos que leo aquí y allá, frases pintadas en las paredes, retazos de conversaciones al azar del pasar de otros, transeúntes de calles atestadas, conversadores bajo el farol de la calle vieja, pescadores de angulas en las escalerillas de la ría lenta y melancólica.


Dame una palabra y te daré un poema. Dame un poema y te daré el temblor de una mano detrás de los visillos. Dame una mano y seguiré por el brazo hasta tu corazón. Omnisciente, pasmarota, zamarrear, zoncera, alfecería, eglantina, abroquelado, divisas y heredades en selvas, dehesas, prados, pastos, lagunas con sus salidas y entradas, palabras, frases que leí cerca de Reinosa, en Cantabria, hace cincuenta días.

Encontré en un sótano revistas de principios del siglo XX. Una sociedad diferente, otra forma de vivir. Rebusqué entre sus hojas, no había nada interesante, ni siquiera para intentar desarrollar un cuento, una historia, una frase que simule un puente, una escalera, un incendio. No. Solo apotegma, incredulidad, ponzoña, estrago, venia, destreza, riesgo. Puestos así solo me queda cerrar el post, esperar a mañana y gritar para que despierte mi imaginación.


“En diciembre de 1840, se autorizaba la creación (merced a una especialísima dispensa del Obispo de Andalucía) del Cuerpo de Pajilleras del Hospicio de San Juan de Dios, de Málaga.

Las pajilleras de caridad (como se las empezó a denominar en toda la península) eran mujeres que, sin importar su aspecto físico o edad, prestaban consuelo con maniobras de masturbación a los numerosos soldados heridos en las batallas de la reciente guerra carlista española.

La autora de tan peculiar idea, había sido la Hermana Sor Ethel Sifuentes, una religiosa de cuarenta y cinco años que cumplía funciones de enfermera en el ya mencionado Hospicio. Sor Ethel había notado el mal talante, la ansiedad y la atmósfera saturada de testosterona en el pabellón de heridos del hospital. Decidió entonces poner manos a la obra y comenzó junto a algunas hermanas a "pajillear" a los robustos y viriles soldados sin hacer distingos de grado. Desde entonces, tanto a soldados como a oficiales, les tocaba su "pajilla" diaria. Los resultados fueron inmediatos.

El clima emocional cambió radicalmente en el pabellón y los temperamentales hombres de armas volvieron a departir cortésmente entre sí, aún cuando en muchos casos, hubiesen militado en bandos opuestos.

Al núcleo fundacional de hermanitas pajilleras, se sumaron voluntarias seculares, atraídas por el deseo de prestar tan abnegado servicio. A estas voluntarias, se les impuso (a fin de resguardar el pudor y las buenas costumbres) el uso estricto de un uniforme: una holgada hopalanda que ocultaba las formas femeniles y un velo de lino que embozaba el rostro.

El éxito rotundo, se tradujo en la proliferación de diversos cuerpos de pajilleras por todo el territorio nacional, agrupadas bajo distintas asociaciones y modalidades. Surgieron de esta suerte, el Cuerpo de Palilleras de La Reina, Las Pajilleras del Socorro de Huelva, Las Esclavas de la Pajilla del Corazón de María y ya entrado el siglo XX, las Pajilleras de la Pasionaria que tanto auxilio habrían de brindarle a las tropas de la República.”


J me envía esta noticia.
Me parece curiosa y la dejo aquí.




Su funcionamiento se basa en una paradoja: por un lado, el fake debería ser lo menos reconocible posible, por otro, debería desencadenar un proceso comunicativo donde quede claro que se trata de una información falsa. Tiene que quedar claro que desde la guerrilla de la comunicación un fake que no se descubre es un fake fallido, pudiendo duplicar el refuerzo del discurso de poder que se pretendía imitar. Tanto el fake como otras técnicas subversivas pretenden crear una distancia respecto a las formas o enunciados que nos vienen desde las estructuras de poder socialmente aceptadas. Las afirmaciones subversivas constituyen una posibilidad para intervenir en debates actuales y desacreditar posiciones hegemónicas.



20 comments :

Nikté dijo...

No me lo puedo creer, no me lo puedo creer, pera que siga leyendo, joe que se me ha atascao el café

Tinta de aterrizaje dijo...

Muchos días me dan ganas de romper mi alcancía y saber cuántas palabras he ido acumulando y juntarlas todas a ver si me rentan. (Combinaciones de 'm' elementos tomados de 'n'...)

Nikté dijo...

Lo he leío 3,4,5 veces, yo que se, pero sin llegar al final, no se si porque inconscientemente no quería saber que nada era cierto.

Hubiese sido genial, me refiero a que estas pajilleras sacras existieran en realidad.Me habría apuntado-desde luego-a tan noble caridad. Lo malo, es que cuando hubiese visto a uno de tan valerosos y corteses soldados, tan robustos y con, con, con...me hubiese avalanzado tirando los hábitos, el velo y tó.

Que buenooooo, joe.

Chapó

Lo has conseguido-desinformar- ahora te lamo, po zi

Tesa dijo...

Esto de las pajilleras es una leyenda urbana eh...

virgi dijo...

La información de la desinformación de la información de la ...así hasta el final

¡Genial! besitos

Pedro dijo...

Lee, lee Nikté y no te creas nada.

Pedro dijo...

Tinta de aterrizaje si junto las que he dejado aquí y las pongo a rentar sería más rico (no hace falta mucho para eso).
De momento soy rico por el cariño que recibo por todas esas palabras.

Pedro dijo...

Nikté pero, bueno ¿es o no es cierto?
Oye, no soy ni soldado ni (demasiado) robusto pero si te quitas los hábitos avisa.
Este fake es como ese de Gabriel García Marquez que nos han mandado a todos, el de la marioneta de las narices.
A pasar buen viernes.

Pedro dijo...

Tesa pues lo no sé. Desde luego conmigo no han intervenido.
De momento es una leyenda urbana, pero ya te avisaré si sé algo más sobre ello.

Pedro dijo...

virgi no creas que en las páginas de cualquier periódico haya más verdad.
Nos engañan (o eso creen)
Aunque, no, les da igual.
Vaya cuadrilla.

Tempero dijo...

Una palabra de Néstor, un hortelano de 72 años, amigo de Perales de Tajuña: recalar.

Le pregunté por las patatas, que qué tal la cosecha este año, mal, mal, la mitad que el año pasado, no ves que no ha llovido en la primavera y el terreno no se ha recalado, y es que a las patatas les va mejor la aspersión, por qué, porque las patatas tienden a ensanchar y si se las riega a surco y hace mucho calor y el terreno está seco no tiran las patatas (me dijo 'no ensanchan').

Pero también recalamos en tu cuaderno, no se si para ensancharnos o para saborear los hermosos tubérculos que nos proporcionas.

Ah, el año pasado, a Néstor, en una tromba de agua en Perales se le metió agua en el garaje de la casa cuando pasó el autobús de línea: 'estaba la calle llena de agua y el autobús empujó al agua y el ''regulaje'' entró.

Palabra, regulaje, de bello oleaje.

Buen fin de semana, majo.

Shandy dijo...

Quevedo se inventaba palabras. Te dejo algunas:
Abernardarse(encolerizarse), atarescer, aruñón, bolsicalavera, borgoñarse, avisón, antemulas... Utlizaba también para construir palabras con frecuencia el prefijo"Archi", Archidiablos, Archipobre. No todas fueron recogidas por el diccionario, incluso llegaron a "cabrearse" con Quevedo por permitirse tanta libertad. Esta información la recojo de la Rev. Mercurio, Nº108 (ejemplar gratuito que regalan en librerías).
Siendo la palabra por su sonoridad y significado un elemento importante, creo que lo fundamental está en la combinación de ellas, en la sintaxis.
Pero si los hablantes hacemos la lengua, por qué no hacer uso de la inventatio. Cuántas palabras no han entrado en el diccionario que provienen de "jergas"...

Interesante el "Fake". A mi lo de las pajilleras hermanitas de la caridad me cuesta creerlo. Me parece un buen Fake!
Besos ( pero no me dejes con la paja de la duda, porfa)

Ventana indiscreta dijo...

Siempre me tientas, Pedro. Pero más allá de un tentadero esto es una plaza de primera. Todos los días que puedo, casi todos, abro tu cuaderno como el que abre los chiqueros. Y te recibo a puerta gayola (oye, que un pajarito me ha contado esto de tu afición a los toros, un pájaro que me usurpa constantemente fotos y que, por cierto, algo me ha orientado en el lenguaje taurino). Y es que claro, me sacas las monjas, las pajillas y el fake que tanto se parece en pronunciación al fuck y es que las noticias se me vuelven vergajos, como los que usan los patriarcas. Ya dos palabras: gayola y vergajo. Pero no quiero ser cochina y a lo que iba, que te recibo a puerta gayola y te veo siempre noble, bien armao, arrastrando palabras en los pitones. Y si alguna te da un pase de pecho, tú vas y le das una media verónica, y si alguien te hace un natural tu vas y arrastras el morro en el albero cual mantequilla y que a las tablas no vas nunca aunque te sobren. Y que no te va paquillo el chocolatero, que tú en silencio mientras se torea, luego vendrá la farra.

Buen fin de semana, multiojos (¿multiusos?)

69 besos conventuales (¿convencionales?)

Magnolio dijo...

Cómo - medito profundamente - puede dar tanta cancha semejante envio de tu amiga J (vayas amigas, Glup, con todos mis respetos) mientras repito como un mantra:

"Dame una palabra y te daré un poema. Dame un poema y te daré el temblor de una mano detrás de los visillos. Dame una mano y seguiré por el brazo hasta tu corazón".

Ayssssss!

gaia07 dijo...

Si que es un buen ejemplo el señor Osip, nadie mejor que tú para retratar de forma clara y perfecta con el lenguaje. Incluso sin seguir por los derroteros que a ti te inspiran, pones en marcha la lanzadera de nuestra imaginación.

Un beso fresquito.

Pedro M. Martínez dijo...

Guardo ese regulaje Tempero, entre mi colección de palabras bellas.
Gracias, porque es cierto que se me están terminando.
Saludos a Néstor y a ti.

Pedro M. Martínez dijo...

Shandy, cada día desde la televisión, la prensa, el gobierno, la oposición, la madre que los parió, nos dejan tantas, tantas mentiras, que al menos está es graciosa.
O me lo parece.
Besos sin fake

Pedro M. Martínez dijo...

La verdad, Ventana indiscreta, mi afición a los toros no es mayor que la que tengo a otros espectáculos. Como me gusta todo (o casi) soy de fácil contentar.
Ahora bien, en cuestión de palabras me gusta dejarlas en su lugar.

Por ejemplo:
PORTA GAYOLA Cuando el torero recibe al toro, que sale de chiqueros, rodilla en tierra y mostrándole todo el engaño. Suerte muy espectacular
Gayola (Del lat. caveŏla, dim. de cavĕa, jaula). Tiene varias acepciones
1. f. jaula.
2. f. coloq. Cárcel de presos.
3. f. And. Especie de choza sobre palos o árboles, para los guardas de viñas.

Ahora bien, una gayola, en argot callejero, es precisamente lo que hacían esas buenas monjitas a los robustos y viriles soldados,
Y seguiría, pero hace una mañana deliciosa y me voy de paseo.
Beso tu mano

Pedro M. Martínez dijo...

Meditabunda Magnolio en flor, florecida en tu mismidad, no te metas con mi amiga J a la que aprecio tanto que va en mi corazón allá donde quiera que vaya, tal es la fuerza de su recuerdo en mi alma sensible y viajera.

Has leído bien, lo que había que leer.
Gracias, reina.

Pedro M. Martínez dijo...

gaia07, te beso desde el pescante, salgo, me voy, Bilbao está desierto.
Recorreré sus calles como un beduino (sin camello) y te recordaré bajo los arcos de la plaza Nueva

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