Cámara de vídeo (¡¡).
Damos la vida sólo a lo que odiamos. (Rosario Castellanos)
Estoy escribiendo este cuentito moral basado en mi propia vida –claro- y no sé como terminarlo. Me parece leve el sucedido, la anécdota, como para que también se tire ella por la ventana. Quizás deba dejar que ese descubrimiento personal se amplíe con otras experiencias. O buscarle un amante que le anime. Puedo, tal vez, hacer que se le aparezca un ángel y le regale una vida. O un demonio que le tiente con la eterna juventud a cambio de su alma. Pero estas cosas están muy vistas. Busco, quizás, un final original para un principio vulgar. Total, esto es un cuento. Ya, le tiro a la bebida, le convierto en una borracha, una mujer hundida, el principio del fin. ¿Triste? la vida es triste. Bueno, va, ya busco otro final, alguno más alegre. Pero que conste que el cuento es mío y lo termino como quiero. Lo difícil es modificar lo otro, lo real, lo de cada día.
(Suspiros)
Sus días transcurren plácidos, sin sobresaltos, cómodos, se quiere, se regala una vida amable, de soltera sin altibajos.
Se ha comprado un juguete, un espejo mágico. Un I pod.
Como vive sola, se dedica a preguntarle: “espejito mágico ¿quién es la más guapa de todas las mujeres?”.
Y el espejo/I pod contesta invariablemente “Tú, mi señora”.
Y así van las cosas.
Todos contentos.
4 comments :
Me ha gustao mucho ese final pa el cuento(estoy pegando saltitos)aunque una combinación con otro de los finales que propones, tampoco estaría nada mal.
Imagina...Esta buena señora se da a la bebida y tó borracha le pregunta a diario al espejito IPod:"¿quienszezlazmasguarpasdermundor?" y el espejito IPod no le responde invariablemente lo mismo. Cada día salta con algo diferente...Joe, la pesá ya está con lo mismo; quieres no echarme el aliento, así no puedo; como tú ninguna (y se ríe el cabrón) y así tó.
Yo como no necesito de las nuevas tecnologías pa esto; me miro en el el espejo del salón-que es muy grande-y me digo: "Estás pá migar pan y rebañar el plato" y salgo a la calle tan contenta.
Lo de no preguntarle al espejito es por si me contesta, porque el día que hable, a mi me da un susto de infarto.
Que si, que si, que es tu cuento, pero no puedes impedir que me descoque, al fin y al cabo somos libres.
Libertad, libertad, sin ira libertad, na na ni na; no me acuerdo de más.
Te has dejado el final menos original de todos, marcarse unas cuantas sesiones de cirugia.
Un abrazo
No conocía la poesía de Rosario Castellanos, pero lo que has puesto en estas entradas me ha gustado, me voy a buscar máas.
El IPod sigue sonándome tirano. De nada sirve que otro te cuente tu belleza si tú eres incapaz de encontrarla...
Otro saludo
P.D. Ese Gárgola ha sido el resultado de mi último año de vida, a camino entre el cielo y el suelo, silencioso, paciente...
Lo encontré. Recordaba haberte dicho en alguna entrada que buscaría cosas de Rosario Castellanos. Y ayer al escribir mi última entrada en la que recito un poema suyo me acordé de lo que dije y vengo a darte las gracias y por supuesto a traerte el poema toma de conciencia que además he puesto en la wikipedia.
Un abrazo y repito, gracias
Publicar un comentario