El día que nunca existió.
canta humillado en una esquina
sus canciones hablan de ángeles y cosas
que cuestan la vida al ojo humano
la vida se pudre a sus pies como una rosa
y ya cerca de la tumba, pasa junto a él
una princesa.
(Leopoldo María Panero)
La vida sigue.
Tengo las pruebas.
Te lo puedo demostrar en menos de un minuto.
El cronómetro está en marcha.
Los vigilantes de Cupido duermen, indiferentes al ladrido de los perros y al vuelo de las urracas.
Un hombre asa arenques junto a la tapia del cementerio.
A orillas del Guadalquivir, dos hermanas se debaten entre la curiosidad y la pena.
Aquel observador, fascinado, se refugió en la viña.
Mil carcajadas se clavan en el adolescente con acné y sueños rotos; o a él se lo parece.
Un fondo inhóspito de pararrayos y cúpulas ennegrecidas por la suciedad.
El perro zamarrea entre los dientes un guante blanco, sucio y roto.
Un cuadro con Aníbal cruzando los Alpes a lomos de un elefante; Aníbal no era zurdo.
Juan, vestido con ropas de mujer, mirándose al espejo.
Un beso.
La mujer sentada en lo alto de una torre tiende su capa a merced del viento.
Un verdugo rezando el santo rosario. Ora pro nobis.
Los ojos de la indiferencia, las trampas del juego, el azar del amor.
Una escala trepando hacia el cielo.
Un loco pesca debajo de una red.
El dulce aroma de las flores del engaño. Por favor, envíeme dos ramos a esta dirección.
Una tertulia alrededor de la mesa del mundo; se ha derramado el vino.
Los pájaros ladrones picotean en el maizal.
Una niña vestida de inocencia.
Un bombero apagando el fuego de su soledad.
Ese gato se está comiendo los arenques de antes. ¿Recordáis?
55 segundos.
Espera, espera, no vale porque se me ha parado antes de tiempo. ¿Estará estropeado?
Empezamos otra vez.
La vida sigue.
Tengo las pruebas.
¿O no?
8 comments :
Sí, la vida sigue, yo mismo y bajo mis párpados lo registro. Igual que humedezco los ojos con ellos, abro las esclusas de la vida, y no me hace falte cronómetro para un minuto, me toco el pecho y sé que más o menos en reposo voy a sesenta. Ahora puedo pararme en una esquina de este Madrid aplomado de calor, puedo elegir mi balcón, puedo elegir un semáforo absolutamente perezoso, puedo elegir una paseo por el Retiro, puedo elegir el museo del Prado, puedo elegir un vino, puedo elegir una alta torre, pero elijo otro lugar, el ojo de una aguja, por ejemplo. Así, con la cuenta atrás, me digo:
me siento en esa parte por donde ha de entrar el hilo, soy demasiado chico ahora porque lo imagino, mi suerte sería que ella chupase un hilo y enhebrase, no por sentirme desplazado sino por agarrarme a ese hilo y pertenecer a la urdimbre de la costura, porque así, como estoy roto, sentiría el consuelo de un zurcido, por eso quiero esperar y puede que sesenta segundos no sean nada pero con tan solo considerarlos espera ya me doy por contento, mientras, veo que a mi alrededor hay alfileres de colores, en fin, que igual podría estar en el muelle de un gran puerto viendo entrar trasatlánticos.
Pero sé una cosa, que tras cada prueba que pruebo de que la vida sigue tiene la contrapartida de que me prueban que pruebo que la vida sigue. Y así seguimos en la inquieta prueba (¿me entiendes?)
Abrazos probados, y el cachondo y vacilón también puedo ser yo. Algún día.
Creo firmemente que de haber existido, ella nunca le habría dado una manzana a él.
Es más ni siquiera le hubiera dejado acercarse al árbol, se hubiera comido todas las cosechas, en compota, en mermelada, asadas, en tarta, glaseadas, con yogur… Y todo mientras le escuchaba repetir cómo sigue la vida.
Un beso de manzana ;-P
La vida sigue y el tiempo pasa y nos vamos poniendo viejos y el amor no lo reflejo como ayer.
Y en cada conversación, cada beso, cada abrazo, se impone siempre un pedazo de razón.
Vamos viviendo, viendo las horas que van muriendo,
las mismas discusiones se van perdiendo entre las razones
y el tiempo, pasa.
Y tal vez algún día, cuando ya seamos viejos, recordemos que tuvimos la oportunidad de vivir otra vida y no la vivimos.
Un beso con mucho cariño.
Pruebas irrefutables... ni la indiferencia detiene el cronómetro (bueno, si está estropeado, igual es que estamos muertos))
un abrazo
Eso dice el tiempo pero mi reloj de arena se para cuando dejo de sentir la verde oleada de sus ojos...que cosas será que la vida tiene comas sin saberlo ?
Bikiños mil y buen fin de semana!
Ya sabía que eras tú el que tenía las pruebas. Te conquistaste a todos con tus palabras. Ahora quisiera ser la mujer que, en lo alto de la torre, usa su capa para echarse a volar y cruzar el cielo color fuego. Gracias por darme esa oportunidad.
La vida siempre sigue.
Presentarlo en tres versos y desarrollarlo en menos de un minuto es privilegio de genios.
Lo de menos son los hechos.
Lo genial es el modo incontestable de decirlo sin tomar aliento.
Y tan bellamente, Pedro.
Un placer siempre sentir tus pruebas de vida.
Un abrazote.
Si hoy es sábado, ayer era viernes, demasiado lejos, ayer.
Pero la vida sigue.
Tempero, no es que puedas serlo, que seguro que lo serás, sino que debes serlo.
Te cuento que hubo un tiempo en el que busqué la perfección, sufría buscando el camino, organizando, controlando, siguiendo la pauta. Tarea inútil, soy imperfecto. Desde que lo sé soy imperfecto y feliz. Ya era hora.
Te abrazo (aunque me tenga que aupar un poquito)(o mucho, yo qué sé)
gaia07, ayer mismo tomé un queso de cabra con compota sobre pan recién tostado tan delicioso, hummm, que me supo a Gloria.
Un beso de arroz con leche
¿A qué esperas? Arantza G. , mientras somos nunca es demasiado tarde.
Me arrepentiré de todo lo que no he hecho.
De lo que hice...(bueno, de algunas cosas sí)
Un beso correspondido.
Tú no lo estás poeta De cenizas, estás bien vivo, artísticamente vivo.
Un abrazo
Las tiene Mayte y puntos y aparte
A veces es difícil distinguirlos.
Buen fin de semana para ti.
virgi, si quieres te presto esa capa hasta el lunes ¿vale?
Pero no vueles muy lejos, luego hay que volver.
Gracias a ti.
Ya, amable ybris, pero me estoy haciendo mayor, antes aguantaba más (sin respirar, bajo el agua de la poesía)
Un abrazo.
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