Hasta la ventana llega el olor del mar
Mi conversación de visita en los hospitales, ante el dolor todas mis palabras me parecen una ofensa. El único lenguaje posible sería arrodillarme o golpear mi cabeza contra las paredes, mi sangre como una oración.
Julia Otxoa.
Hasta la ventana llega el olor del mar, se posa sobre las sábanas extendidas en los cuartos oscuros, deja una piel salobre, densa. Por la calzada bajan los marineros. Después la moneda se rompe por la mitad y el mundo se vuelve silencioso, ciego a las blancas olas a lo lejos, sordo al graznido de las gaviotas. Ahora busca la luna desde esa ventana y solo ve nubes, noche. El acantilado le grita y él va a buscarlo.
(Elanchobe, por supuesto)
2 comments :
Tu blog también huele a mar.
Besos de sal.
Єѕтησм me costaría vivir lejos del mar.
Besos dentro de una caracola.
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