domingo, 9 de septiembre de 2007

Alfaguara.

Hasta mis ejércitos soñados sufrieron derrota.
Hasta mis sueños se sintieron falsos al ser soñados.

(Pessoa)



Subo a la torre del homenaje para ver el reflejo de las alcandoras en la cima de los montes, se están avisando, vienen. Alrededor del castillo un paisaje de trabuquetes, maganeles y arietes intimidatorios.
En la tensa espera los pendones amarillos flotan al viento, Sé que llegarán, pronto. Aún así no tengo miedo, inconsciencia del que no tiene nada que perder. En la vara de alcándara dormitan los milanos.
Me reclino sobre la piedra aún caliente por el sol del atardecer, la toco con dedos temblorosos, el hambre, busco la humedad en las junturas, el musgo que alivie mi sed, lamo las troneras. Los ballesteros dormitan desfallecidos en las aspilleras. Hay un unánime deseo de que esta situación termine pero jamás nos rendiremos.
En el jardín de las damas se mecen al viento las hojas de los libros que cuelgan de los árboles, frutos literarios para los curiosos, para los ávidos de saber. Junto a la poterna del sur un jayán intonso no pierde de vista al jorguín que recita sus encantamientos mientras agita cascabeles y vejigas hinchadas.
En el patio de armas los garzones levantan la cabeza con altanería, los saeteros bruñen sus armas en los huecos de las almojayas. Hay una turbulencia de vientos y nubes que nos enardece. Me sobresalto con el bip bip de un mensaje en la pantalla, abro los ojos, no es de él, jamás me volverá a escribir. La alfaguara se convirtió en vinagre que empapaba las últimas cartas, escuetas, con esquinas, rezumando dolor y rabia. Temo que ya no llegará la magia de un: quiero verte. La parafasia me confunde y además nos atacarán al alba. En verdad, son estos tiempos duros para los hombres de armas. O así.




Judy Garland - Somewhere Over The Rainbow


14 comments :

cabellosdefuego dijo...

"jardín" es la mejor y más bella palabra de todas las que escribiste.

Arthur dijo...

Y que lo digás, yo que también soy un hombre de armas (porque uso una espada y un escudo), estoy preparado para los problemas.

Después de la calma siempre viene la tormenta. Ay Dios!

Saludotes y abrazotes

Sweet Dreams, de todo Corazón:
Arthur

Gusthav dijo...

Y hay la sensación de que todo se te viene encima, pero si después de la calma viene la tormenta, después de la tormenta viene la calma, y así.

Saludos y abrazos

Nice Day, con toda mi Alma:
gusthav

ybris dijo...

Me descubro hoy ante tu bella prosa, amigo.
Aunque yo no soy hombre de armas sí sé apreciar la tensión de la amenaza y el dolor del agua avinagrada del olvido.

Un fuerte abrazo.

Pedro M. Martínez dijo...

cabellosdefuego, ¿si?, lo que se entiende, lo que evoca, es más bello.
A veces.
Saludos.

Pedro M. Martínez dijo...

Arthur, en mi cuento, después de la (aparente) calma, vienen muchos problemas.
¿Cómo van tus guerras de Nintendo?
Saludos.

Pedro M. Martínez dijo...

Sí, Gusthav, recuerdo el Diluvio Universal, parecía que no iba a parar y ya ves. Y está luego lo de las palomas. La vida es una sucesión de tormentas, lluvias finas y calma. Lo malo son los extremos, que llueva mucho o que no llueva, la sequía. Lo bueno es la calma. Y otras cosas. Te abrazo, chaval.

Pedro M. Martínez dijo...

Graciasybris, pero cúbrete, que septiembre viene frío.
Y sí, vienen, se acercan y, a diferencia de Dino Buzzati, estos llegarán y nos pasarán por las armas (oig, como son). Poca memoria, lo que hay en este país es poca memoria.
Y no habrá tiempo para arrepentimientos tardíos.
Un fuerte abrazo para ti que recuerdas.

mirada dijo...

No sabía que era un manantial copioso que nace con violencia.
Es todo un placer leerte. Enhorabuena.
Luego, sobre el olvido se me ocurre tanto.
Hay personas que quedan marcadas a fuego en la mente, en el alma, en el ser y van dentro de uno siempre aunque ya no estean y aunque ellas no se comuniquen estoy segura de que no olvidan. Pero claro necesitamos que nos tengan presentes ¿cómo saberlo? Fe, creo que con la fe.
Un abrazo enorme.

Pedro M. Martínez dijo...

Demasiado Mirada.
No hay olvido.
Te lo cuento a ti sola.
O lo intento.
Guapa.

gaia07 dijo...

Si, tiempos muy duros, ni la sed, ni el hambre, ni el saber, ni el jorguín, ni la misma derrota, harán que nos rindamos nunca. Si, así somos.

Me ha encantado esta lectura, tienes que ir mas a menudo de vacaciones ;-P
Un beso sin rendición Pedro, y puedo atacar a cualquier hora, no te confíes jejeje.

Tempus fugit dijo...

Vaya... me hiciste tirar de diccionario. Entonces deduje que los pendones amarillos no eran las chicas de madame Who.

Make love not war.

:)

un abrazo.

Pedro M. Martínez dijo...

Eso pienso yo, gaia07, con lo bien que estaba en Finisterre, allí en la playa, comiendo arroz con bogavante, viendo la puesta de sol en la playa del mar da fora.
Y no me rindo aunque me ataques inesperadamente, estoy ojo avizor.
Aunque para los besos, sí, me rindo, me desarmo, etc.

Pedro M. Martínez dijo...

No te quejes, De cenizas, y todo lo que has aprendido ¿qué?
Love after war es mejor, sabe más rico.

Ay, la guerra, que poca memoria.
un abrazo.

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