La primera vez.
“Queda un placer:
ardemos en palabras incomprensibles”
La primera vez te pareció algo diferente, una ventana, otro paisaje, un nuevo mundo.
Relucía.
Mi carta, digo.
En la segunda ya viste un mecanismo escondido, unos cables allí, a lo largo del relato, un espejo que mentía. Dejá vù.
Archivaste la tercera entre la ciencia ficción de Asimov y un argumento de película antigua. - "Tienen truco, tienen truco" - pensabas.
Y, claro, tan pocas pero ya viejas, en alguna parte estaba guardado el conejo blanco que hice desaparecer dentro del sombrero.
Por eso te envío hoy la voz del joven/viejo Gamoneda que sabe de dolores, de barcos, de ausencias, de tú y yo.
Como si eso fuera posible, como si alguien lo supiera.
¿lo sabes tú?
Relucía.
Mi carta, digo.
En la segunda ya viste un mecanismo escondido, unos cables allí, a lo largo del relato, un espejo que mentía. Dejá vù.
Archivaste la tercera entre la ciencia ficción de Asimov y un argumento de película antigua. - "Tienen truco, tienen truco" - pensabas.
Y, claro, tan pocas pero ya viejas, en alguna parte estaba guardado el conejo blanco que hice desaparecer dentro del sombrero.
Por eso te envío hoy la voz del joven/viejo Gamoneda que sabe de dolores, de barcos, de ausencias, de tú y yo.
Como si eso fuera posible, como si alguien lo supiera.
¿lo sabes tú?
"quizás soy transparente y ya estoy solo sin saberlo. –en cualquier caso ya la única sabiduría es el olvido”.
Fragmentos de Antonio Gamoneda (claro).
10 comments :
El placer de la lucha entre significado y materia...
un abrazo.
Aquí al lado tengo Esta luz de Gamoneda y creo que sí sabe de lo que llevamos dentro.
Como todas las personas lúcidas.
Inevitable el deslucimiento de lo ya sabido y repetido. No sabemos por qué lo dicho se desgasta.
Y por qué hay que luchar por renovarlo.
Abrazos
De cenizas, en la lucha siempre he encontrado placeres, sobre todo en la de cuerpo a cuerpo, no solo en la amatoria, en otras. Imagina, sin armas, frente a frente, el enemigo y tú (ayy, se me ponen los pelos de punta).
un abrazo (hoy sí)
ybris, y si lo que sé no les sirve no he dicho nada sino todo, que decía Neruda.
Pues eso.
Un abrazo.
Y se sabe aunque no se escriba...
Y no se sabe nada también, eso casi siempre, a mi me pasa, no sé nada... de nada...
Y me gusta entonces dejarme infundir. Por eso admiro tanto tus palabras en los silencios. Y Gamoneda sabe llegarnos muy adentro también. Y me impresionó el cuadro, ando busca que te busca para disfrutarlo en grande. Miles de besos queridiño.
Ummmmmm, (guiño un ojo y pienso)
La primera vez me pareció increíble, a día de hoy ya me parece vital para mi mente y espiritu que se abastece de tu técnica para ofrecerte mi herramiente preferida que es mi imaginación.
Ahí lo llevas:
"Nos situamos al final de una década incómoda. Joe Pickford, un investigador, aparece ahorcado en Bilbao y Pedro Glup, formidable vendedor de libros a domicilio, se pone a disposición de los bomberos de Bruselas, para declarar como especialista. Pronto, Pedro se encuentra con un gran violinista llamado Sirius Presley, mezclado desde hace años con el ultra secreto grupo de La Manada Cruel de los Hiper-negativos, y allí sucede un dramático ajuste de cuentas con El Pelotón de los Traidores, después de una persecución en la costa de Marbella.
Mientras lo poco que queda de dignidad en el mundo está en peligro, los malvados líderes de La Manada Cruel de los Hiper-negativos no permitirán que las cosas se tuerzan.
¿Podrá Pedro detenerles a tiempo?
E ahí la cuestión. Y claro eso tampoco lo sabes tú.
;P
te adoro,
claro.
;)
Cuadro encontrado, Mirada. Y palabras (hasta en el silencio, en ese silencio que se prolonga demasiado tiempo, ese que nos ahoga, que nos lastima, que no nos deja ver, que...).
Y Gamoneda, tantos otros, esos sí (aunque esos –te lo aseguro- también están llenos de silencios dolorosos. Aunque hablen)
Te beso.
Y beso.
Aquí lo llevo, Coblenza, capítulo uno (¿o es el dos?)
Y debo corregirte.
La Manada Cruel de los Hiper-negativos acaba de entrar en la ciudad y andan las tortugas deteniendo autobuses y cruzando ríos, los expertos en explosiones se nutren de Colacao y magdalenas (ahí, ya sabes, donde Antonio) y El Pelotón de los Traidores (que cabrones) sigue haciendo de las suyas, no hay quién acabe con ellos, se multiplican como conejos.
Aunque todo esto es de ahora mismo, del último telediario.
Lo sabía.
Venite adoremus.
Y besos.
Claro.
Y tus versos del inicio andan en mi frigo colgados. Siempre ese placer y que no se me olvide cada mañana.
Margot, como esto va tan rápido, ya no sé si los versos del inicio son los satánicos, los de Gamoneda o es que has puesto mi fotografía colgado cabeza abajo. Ay, qué duda.
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