miércoles, 4 de julio de 2007

Amante impotente.

Se abraza a sus rodillas, alterado besa sus caderas, toca su cuerpo. Cabecea como un caballo que bajo el agua busca el aire. Asustado, desarmado, humillado porque la pasión le come, le hiere, le enloquece la desnudez de ella. Esto que le ocurre, lo que no le ocurre, es tan nuevo, tan malo, es tan duro, tan definitivo que no sabe explicárselo y esos ojos que le miran desde una estatura de mujer le abaten y hieren.

Aquel amor era la fiesta donde ellos, enredados, se devoraban mutuamente; era la pasión de estar unidos sin siquiera mirar alrededor, al mundo detrás de su ceguera de quererse, de su ensimismada actividad. Amarse era la rica columna de piedra tallada sobre la que se sostenían en una relación apasionada, estilitas hambrientos, anacoretas renegados, descreídos ya de otros dogmas que esa imagen en el espejo en la que se recreaban sin pausa. Y era bello.

Pero él constata que ya no, que adiós luchas y posturas, que se acabaron las dulces batallas furtivas, en silencio, mordiendo sus gritos para que no se enteren en la habitación de al lado. No es un lamento, no es una queja, no quiere serlo. Sabe que ha perdido la guerra y se retira abatido y vencido, otro, ausente, apenas un reflejo de lo que era.

Ella, compasiva, dices que es psicológico, la figura del padre, que pasará, que si esto, que se tranquilice, que hay casos, que la edad, que si aquello, que hay veces, que si lo otro. Nada le consuela, él sabe que no, que la causa sea física o cualquier otra le es indiferente, sabe que se terminó.

Serán amigos, hermanos, confidentes, se ayudaran, se apoyaran en las contrariedades de los días, buscarán ventanas desde las que hablar en la madrugada, se mirarán y será como estar en el fondo de un pozo negro de amargo aburrimiento.
No puede ya ser su amante sin amarla, no puedo aceptar que le quiera sin que su cuerpo arda y gima sobre el suyo, bajo su peso apasionado y activo.
No puede amarla sólo con el alma.
No quiere que le quiera sin la respuesta de su sexo ahora dormido.
Se irá lejos a encontrar respuestas, mentiras, subterfugios, a inventar rencores y agravios, pretextos, a buscar un motivo, uno solo para no volver a verla.
Nada será igual.
Está asustado.



15 comments :

Dátil dijo...

Éste comentario es mío.

Muakc!
Te adoro,

y ahora vuelvo a discernir sobre tu post de hoy.

;)

Dátil dijo...

Cuánto dolor Pedro.
Pobre hombre, anda díle -tu que estás más cerca- que se compre helado en cantidades industriales para que le duren los meses del desazón que le lleva a buscar hasta artillería pesada de un submarino atacado en el siglo XIX.

Díle a ese señor, que las reglas han cambiado, que las cosas - del querer- no duelen ya tanto. Que hoy se cambia un amor por una cerveza bien fresca.
Y que la falda de mi amiga te gusta más que la mía.
Qué -oye- el bonito del norte es sano para tí, y sano para el mar. O sino que beba tónica por aquello del -punto diferente-.
O que se cambie de bando y le tire los tejos a su vecino.
Que la muchacha se merece mejor, algo más de baturrillo. Que se le pasará pronto "ya lo se yo".


¿o no?
;P


Muchos besos Pedro mío,

lovenynyou!!

Gusthav dijo...

Sí que es difícil, porque una vez que hubo un rechazo, es difícil ser siquiera amigos.

Sí, mejor que se vaya lejos, mientras más lejos mejor, y si hay mucha distancia, seguro vendrá el olvido.

Saludos y abrazos

Nice Day, con toda mi Alma:
Gusthav

Misántropo dijo...

Pues va listo, macho.

En fin; he oído un trio de Zelenka acompañando a una especie de Neil Diamond, o me ha parecido a mí?

En cualquier caso, acabo de dejar en la cabecera de mi casa una música que sé que te gustará.

Diferencias, la llamo.

Un abrazo.

ybris dijo...

No es extraño que esté asustado si no se conforma con ser amigo, hermano y confidente.
Y si no intenta con ella otras técnicas de eficacia bien probada.

Me mantendré en forma todo lo posible, que pasado mañana iré a pasar una semanita al norte de Portugal.
Y para el 21 intentaré alcanzar Bratislava en tres etapas.

No, si valor no me falta.

Abrazos.

Pedro M. Martínez dijo...

Coblenza, se lo he dicho, bueno, se lo he escrito, pero sigue igual de mustio, dice que está decidido a irse, a Australia.
¿A Australia?- le pregunto.
Sí- me contesta con un hilo de voz, que cree que todo el mundo sabe ya lo suyo y no se atreve ni a bajar a comprar el pan.
¿Has probado con?- añado, tratando de esperanzarlo.
Déjame- dice y mete la cabeza dentro de la camisa, grazna y y de ahí no hay quién le saque.
En fin, pobre chaval, y es joven ¿eh? 73.

Te adoro más.

Pedro M. Martínez dijo...

El rechazo, querido Gusthav parece ser que fue...como te diría yo...bah, déjalo, seguimos con el nintendo.
Oye, como va lo de Arthur ¿le habla su Mamá?
abrazos

Pedro M. Martínez dijo...

Me ha gustado, claro.
Misántropo, no, no creas que te olvido. Tengo en conserva una música de Biber que se que vas a alucinar.
Ocurre que el GoEar ese no funciona bien y no puedo subirlo y en el que tengo en el blog no puedo, tampoco.
Pero te lo enviaré, no sé como.
Tengo un cd, lo (re) escuché el otro día y te recordé.
Un abrazo.

Pedro M. Martínez dijo...

Envíaselas ybris, seguro que te las agradece.
Te daré su dirección.
Disfruta de tu gira europea.
Estás tan en forma que lo mismo te vas a Bratislava corriendo.
Hoy abrazo doble.

Margot dijo...

Aysss, los hombres y su cacharrín...

Son raros, muyyy raros (los hombres, su cacharrín no tanto).

Las fatigas del queré...

Que besosssss mañaneros, enérgicos que si empezamos ya fatigados.... ufff.

Valeria Elías dijo...

pedro... hoy ahora me estoy preguntando cosas sobre el amor... me cuesta entender como se ama, se deja de amar, o hay quienes niegan el amor... me pregunto porque amamos a quienes no lo merecen, a los que lo merecen y a los que siquiera se enteran... supongo que como todo en la vida, uno lo vive y se deja ser... pero por qué? besos

Isabel Barceló Chico dijo...

Terrible esa experiencia en la que el deseo ha desaparecido por completo. Se comprende que no haya consuelo para ese viejo amante, desnortado. Besos.

Pedro M. Martínez dijo...

Qué sabrás tú Margot, de cacharrines descacharrados.
Aunque, la verdad, yo tampoco.
Besos, estrella.

Pedro M. Martínez dijo...

Amada Inmortal, el día que lo descubras, me avisas.
Si lo patentas te haces de oro.
Es un misterio universal.
Besos.

Pedro M. Martínez dijo...

Isabel Romana, me temo que lo he escrito mal.
O que no lo has leído con atención.
Deseo si tiene ese hombre
Que no tiene porque ser viejo amante.
O sí, yo qué sé.
Besos.

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