martes, 1 de mayo de 2007

No escribas a un escritor.

.- "..Sin mediar palabra se tira al agua y empieza a nadar hasta el horizonte. Yo, alucinada."
Y todo el mundo se muere de risa. (o así).


No escribas a un escritor. Ten cuidado. Le envías tu felicitación porque te gustó su poema, o su cuento, y ya estas perdido. El escritor, sin piedad, te bombardeará con sus poemas de juventud, con ese relato que ganó un accésit en un concurso local, con sus obras completas en amables ficheros word. Sin que te des cuenta, tu buzón se llenará con disertaciones sobre el amor, la vida, la muerte, aquel novio que se fue, aquella mujer que no le amó, aquel perro al que atropelló un coche, las lágrimas de sus niños, el aumento de consumo de estupefacientes, la revolución de funcionarios, los altos montes de su tierra, la palidez de su rostro, la resurrección de la carne, la vida eterna, amen.

Los escritores son gente poco recomendable; acostumbrados al paisaje del ombligo; ensimismados en sus pequeños mundos circulares; endogámicos en su correspondencia; celosos defensores de sus cuitas; fervientes divulgadores de intimidades disfrazadas; sabios en egolatría; diplomados en yo; bailarines de músicas monocordes; saltimbanquis en un sólo circo, el suyo; tiernos defensores de errores propios; artesanos del espejo; feroces lobos alimentándose de cuantas emociones caperucitarojas pasen por su bosque; misteriosos alquimistas de frases con vueltas, revueltas y vueltas a revolver; corredores de fondo en el camino que rodea su casa; escaladores sin oxígeno de su ego himaláyico; picapedreros en la cantera de sus propias vidas; cantantes de una gesta que coincide, oh casualidad, con su nacimiento; dulces pasteleros de tartas sin cumpleaños; generosos dilapidadores del tiempo ajeno; montañeros que se asoman al abismo y gritan una y otra vez su nombre sólo para escuchar el eco; cambistas de adulaciones con la boca torcida; coleccionistas de reseñas sobre sus artículos perdidos en diarios encontrados en provincias desconocidas de países imaginarios; dulces escritores de lengua bífida serpenteando por poemas equívocos, por textos oscuros; amigos de su mejor amigo, ellos mismos; sorprendidos lectores de escritos ajenos que confunden con los propios porque ellos también y me han copiado y la duda; ciegos tanteando con el bastón en sus tinieblas literarias; garabateadores de folios indefensos; colegas.

No escribas jamás a un escritor porque puede gustarte lo que te escriba; puedes caer rendido por su arte, o su sinceridad, o su sencillez, o su barroquismo, o su franqueza, o sus palabras llenas de amistad; puedes degustar su imaginación, su ternura, su sabiduría, su ingenuidad, su bondad sin dobleces, su maldad sin límites; puedes enriquecerte con el contraste; puedes desear ver su rostro, o besar sus labios, o acariciar sus manos; puedes sorprenderte de las emociones que se levantan en tu pecho; puedes reír, llorar, enfadarte, alegrarte, crecer, conocer, abrir puertas a otros mundos, ansiar que vuelva a escribirte, desearlo con perplejidad, abrir el buzón con nervios, tachar los días en el calendario hasta la próxima carta; puedes tolerar que te mienta otra vez, que te engañe, que exagere, que vuelva sin haberse ido, pedirle que te escriba de forma exclusiva; puedes rellenar cuestionarios para disculpar sus salidas de tono, sus salidas de calzada; puedes llenarte de una sincera amistad que resista el vaivén de este medio inestable, de estas emociones flotando en un mar de soledad, de individualismo hambriento, de manos tendidas a una forma intangible de caricias virtuales; puedes escribir a un hombre y este sea una mujer, o a una mujer y esta sea una ángel, o un demonio; puedes quedar colgado en la barandilla de un puente bajo el que discurra el río enfurecido de la vida; puedes meter la cabeza bajo la almohada pero el escritor, pertinaz, avasallador, tenaz, implacable, constante como la tristeza, te enviará sus últimas creaciones, sus primeros versos, sus pensamientos floreciendo como veloces liebres, sus canciones sonando una y otra vez en tus oídos indefensos, arrebatados o aburridos, atentos.

No digas que no te lo advertí: no escribas nunca a un escritor.



44 comments :

Atzavara dijo...

Monotonía preñada de sensaciones.
Soledad... deseada?... angustiosa?
Elucubraciones obscenas, dementes...
Exasperante soliloquio reiterativo.

Rocambolesco teatro de guiñol
con libreto traducido para no iniciados,
ideado a medida de almas egocéntricas,
indigentes de sentimientos casi extinguidos.

Resquebrajando esperanzas de anhelos puros.
Exhortando vocablos engreídos... futiles,
Reforzando monomanías desesperadas
Que desemboquen, irremediablemente... a ti.

Anónimo dijo...

Ya ya, ya entendí.
No te escribo, pues.

Arthur dijo...

Pues después de lo que leí dudé en escribirte, pero me decidí para decirte algo de lo del post anterior. Lo del charrito montaperros sólo fue amistad, no creas que hubo amor, ó sea, ni al caso.

A mi me gustan las mujeres, cómo todos los hombres, asíque una vez aclarado esto, te dejo por hoy.

Saludotes y abrazotes.

Sweet Dreams, de todo Corazón:
Arthur

Gusthav dijo...

Uy, si todos los blogueros leen tu post, seguro ya no habrá respuestas para mi libreta, la de Arthur, la tuya, y la de todos los blogueros. Y esto se vendría abajo. Upps!

Saludos y abrazos

Nice Day, con toda mi Alma:
Gusthav

ybris dijo...

Lo has clavado, amigo, con sapientísimas palabras.
A los escritores se les lee.
Quizás sólo haya que escribirles cuando ya estemos atrapados.

Abrazos.

bajamar dijo...

...nosmal que yo no soy escritor :)

me encantó esta lectura

un saludo

M dijo...

Pedro....si me dejas, añado "No trabajes con un escritor".

Y no todo lo que escriben, seduce...Tengo docenas mails que lo demuestran.


Un beso,
Hilda

Pedro M. Martínez dijo...

Atzavara, "Renovarse o morir", te queda bien. Estarás fresca en el verano.
Me ha gustado tu poema.
Gracias.
Saludos.

noemi, me parece que no, pero no pasa nada. Saludos.

Arthur, deja ya el tema, chaval, cada uno hace lo que quiere y solo faltaba tener que justificarlo una y otra vez.
A todos los hombres no les gustan las mujeres igual que a todas las mujeres no les gustan los hombres. A las personas les gustan personas. Luego está lo del sexo. Y luego. Y luego. Pero ese será otro post.
Abrazos,

Gusthav, bueno, hay que mover el sistema de vez en cuando.
Tu no te vengas bajo y sigue.
Abrazos

Gracias ybris, apenas una ironía. Quizás a alguno no le guste. Está la sensibilidad muy alterada con la primavera.
Abrazos.

bajamar, entre girasoles y aguaceros. Pues para no serlo escribes bellos poemas.
Gracias. Saludos.

Pedro M. Martínez dijo...

Viuda de Tantamount, te dejo.
Y añado :
No te enamores de un escritor.
No te acuestes con un escritor.
No creas a un escritor.
No leas a un escritor.
Deja en paz a los escritores y vete con un bailarín de tango.
Tú misma, Hilda

Voy a tu página, eres una fértil escritora.

Un beso,

Sandra Figueroa dijo...

Hola escritor muy lindo su blog. Saludos.

Pedro M. Martínez dijo...

Hola Poetiza, muy trabajadas sus páginas, con mucha sensibilidad y buen gusto. Enhorabuena. Saludos.

Anónimo dijo...

A buenas horas, mangas verdes.

Respecto a lo de leer y escribir-te, mañana me apunto a un centro de toxícómanos, pero tomo nota de los otros tres noes y me voy a clases de baile ¿sirve el cha cha cha?.

Margot dijo...

Jajajaja puñetero eres!

Todo eso y más, o así.

(En cuanto termine el comentario te escribo para enviarte mi felicitación por este tu post)

Besossssssss desde el horizonte pero muerta de la risa, no del agua.

Anónimo dijo...

¡Ay!Con el susto de semejante imperativo no me había dado y cuenta de la frase siguiente.

Ese señor/a que "se tira al agua y...".

¿Es algín lector que YA ha escrito a un escritor o viceversa?

Lara dijo...

Me recomendaron este blog, pasé por aquí y me gustó. Me quedo pues.
Y seguiré este consejo... cuando escriba a alguien... ¿cómo sabré si es escritor? ;)
Un saludo.

Misántropo dijo...

¡Uy, qué miedo!

A ver si va a ser verdad que detrás de todo escritor (que escribe) nos encontramos el inevitable agujero negro del ombligo. Y, más adentro, alguien.

Estoy con Ybris. Al final nadie parece estar a la altura de sus "paridas". Y los grandes, los que menos.

Privémonos, por tanto.

Tú, por ejemplo, jejé, hoy has estado sembradísimo, colega.

Un abrazo, caballero del paraguas.

Pedro M. Martínez dijo...

Magnolio, sirve. Y la rumba, el fox trox y el mambo.
De rock ni hablamos.
Te sugiero también ellagodeloscisnes.
Y glup cantándote al oído.

Pedro M. Martínez dijo...

Margot, ¿lo soy?, no, tengo buen humor, fuera llueve, se ha suspendido la manifestación, tengo las tres banderas enrolladas en el pasillo, voy a preparar para comer pasta con langostinos y setas, vino Lan, música, una buena película y si para (la lluvia) iré a correr a la tarde.
Me alegro que te rías, me alegro mucho.
Un beso.

Pedro M. Martínez dijo...

Magnolio, pues esa parte es como un chiste de Chiquito de la Calzada, ese señor que se tira al agua y...".
Es una lectora que le contó a un escritor que había decidido ser otra.

Pedro M. Martínez dijo...

No, Lara, me he explicado mal, sabes que es un escritor cuando le lees, no cuando le escribes ¿si?
Escritor. Lector.
Gracias por venir.
Saludos. Muchos.

Pedro M. Martínez dijo...

Hombre, Misántropo, ¿tenías dudas?
Aunque en una cosa no estoy de acuerdo, chaval, en mi caso tengo el ombligo inmaculado, se pueden comer sopas en él, limpio que es uno.
Sentido del humor, capacidad de reírse, lo primero de uno mismo, alegría, coño, que está la peña de un lánguido que no veas, imaginación, fantasía, música (maestro).
¿Caballero del paraguas? Será...otro día no te tapo, joder, encima que llegué a casa como un pollo, hundido de agua. Desagradecido. Jajajajajajaja.
Un abrazo, campeón.
(y ríete)

Margot dijo...

Querido Glup, no sé cuál será la definición que la RAE da de puñetero, ni me importa, para mí el puñetero es el que cuenta las realidades con "humildad" y salero y un toque de cariño, comprensión, hacia sus congéneres y a sí mismo. Y tú, hasta nueva orden, cumples mis pautas de puñetero.

Aquí llueve pero no había manifestación y estuve de vermucito, de ahí mi sublimación. Si quieres no me hagas caso... jeje.

Salute con su vino y sus setas!

Mercè dijo...

Pues a mi me perdió leer a un escritor..
acostarme con un escritor..
Y sobre todo, creerlo...

Besos

Churra dijo...

Oido, me limitare a leerle.
He visto en la tele que en Bilbao sigue haciendo malo.
(hoy no te pregunto nada,qu luego dices )
besos

Pedro M. Martínez dijo...

Querida Margot, haces muy bien.
Y a tus órdenes, señora. Sí, señora.
El vermucito mejor, dónde va a parar.
Salud, reina. Y buen humor.
De postre un beso.

Pedro M. Martínez dijo...

¿Ves? Hechicera, si es que no hacéis caso.
Si me hubieras leído antes.
Besos

Pedro M. Martínez dijo...

Oye, churra, que no digo nada, tú misma.
Te recomiendo que me leas con una sonrisa, así escribo yo.
Y te envío besos, montones.

Anónimo dijo...

Entonces no se si mejor seguir leyendo en silencio...como hacia antes de escribirte...Aishhh


Y lo del beso...buffffff

Belén dijo...

Es lo que tienen los artistas amigo Pedro, egocéntricos por naturaleza, acaban asfixiando al pobre que ha reunido suficiente valentía como para poder decirle hola, me ha gustado tu texto...

De todas formas, me ha gustado mucho tu texto, aún sabiendo que igual te tenga comiéndome la cabeza... comemela Pedro...

Un saludo!

Dátil dijo...

(...) -A buenas horas mangas Ver-des- Sip.

Pero la verdad de la buena, de aquella de nosesí...pero, y si es?

Bueno pues no. En mi caso no.

Fíjate, es cómo el Carrefour, tres por dos, o dos por tres, pero el caso es que uno, te sale gratis.
Pues en esas estamos. Acertar a escribirle a un escritor y que te salga "rana", es como todo en la vida.
Mejor me arriesgo y le escribo.
¿Y sabes lo que encontré?


(...) a tí te lo voy a decir. Já!

Te quiero.
Besos.

gaia07 dijo...

... puede incluso sacarte de la mediocridad, y decir lo que quieres decir tú, y expresar de una forma mágica lo que estás intentando comunicar hace tiempo, y contar una historia que tu has vivido y hacerte recordar, y que mientras le lees notes que caen unos polvitos mágicos de estrellas sobre ti haciendo que sonrías, notes escalofríos, te enojes, te recorra un regusto de felicidad... ¡Viva la adicción a los escritores!
Besos escritor adictivo.

Pedro M. Martínez dijo...

Scheherazade, yo siempre leo en silencio, si hablo a la vez me distraigo y me confundo. No te digo nada si hay música. O si llueve. Tengo una gran incapacidad para hacer dos cosas a la vez (por ejemplo andar y masticar chicle). Tengo una cierta capacidad para inventar cosas. También una enorme curiosidad por saber si lo que escribes en tu blog es cierto o te lo inventas. Ya ves, cuantas cosas.

Misántropo dijo...

Pues claro que me río, campeón. Sobre todo de mí mismo.
O es que voy a tener que aplicarte tu propio catecismo...

De desagradecido nada, pollo del paraguas.

JAJAJAJAJAAAAAAAAAAAAA.

Un abrazo. En serio.
Vaya, por cierto, por Claudia Cardinale. Sin ir más cerca.

Pedro M. Martínez dijo...

Belén, no te preocupes, no tengo esas aficiones (de momento).
Me preocupa la falta de sentido del humor de algunos lectores/as.
Y el calentamiento global.
Y que mañana tengo mucho trabajo.
Y más ná.
Saludos.

Pedro M. Martínez dijo...

Sí, Coblenza, lo sé.
Y yo a ti.
Mucho.
Besos.

Pedro M. Martínez dijo...

¡¡¡Viva!!!, gracias gaia07, has terminado mi post. Faltaba eso. Guapa.
Ay, que haría sin ti. Besos agradecidos.

Pedro M. Martínez dijo...

Misántropo, pongámonos serios, a Claudia Cardinale la abarzo yo primero que para eso la he buscado pacientemente en todos los youtubes que en el mundo han sido.
¡Qué belleza era esa mujer! En “la chica de la maleta” tiene un punto de ternura como para enamorarse para siempre de alguien así. Ay.
Y no tengo catecismos, los he olvidado todos.
Venga ese abrazo.

Anónimo dijo...

ME LO LLEVO. (*_*)



C.A. Makkkafu.

Pedro M. Martínez dijo...

Makkkafu, m e l o l l e v o.

Anónimo dijo...

encontré mi rostro en un espejo ajeno. Gracias.

Pedro M. Martínez dijo...

Ah, Hannibal, eras tú.
Que miraba y miraba al espejo y me decía "¿quién es este?"
Vale, hola, bienvenido.

Anónimo dijo...

Me sentí identificada con esta frase:
"celosos defensores de sus cuitas; fervientes divulgadores de intimidades disfrazadas..", muy buena. Yo, que atrevidamente estoy aprendiendo a ser escritora de cuentos...podría pedirte que leas alguno mío alguna vez??
http://cinecuentos.blogspot.com

Me gustó mucho lo que leí.

Pedro M. Martínez dijo...

Mónica, gracias, voy a tu esquina.

Anónimo dijo...

Recuerdo este texto, y aquel tiempo...Yo un día escribí a un escritor,estaba como enfadado conmigo en plan ranita , resulto principe y creaba y crea vida a traves de sus yemas,todo un lujo, y no me arrepiento...
muá
Hechi

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