La playa de noche
Verano.
La luna iluminaba la playa. Nos escondimos en las dunas, entre las hierbas. El
frescor de la noche nos animaba. Exploramos nuestros cuerpos y el deseo hizo el
resto. Ni siquiera nos conocíamos. Ella apenas se movía, gemía, tenía los ojos
cerrados. Dijo que era la primera vez. Luego gritaron nuestros amigos y nos
bañamos desnudos en un mar en calma. Me sumergí y todo estaba negro, una
extraña sensación. Me dio miedo. Aun así nadé mar adentro, imprudente lo
intenté de nuevo, busqué el fondo, no había límites, bajo el agua había una
dominante oscuridad. Salí braceando, desorientado, quería respirar, buscar la
luz, aparentaba calma pero estaba asustado, no controlaba la nada, la absoluta
ausencia. Me vestí, para defenderme. Ella me esperaba, se llamaba María. Me
tomó de la cintura y en silencio volvimos andando hasta el pueblo.
Ahora, hoy, como aquella noche, estoy bajo
un agua negra que me vence. Me ahogo, tengo miedo, quiero salir a respirar,
quiero volver, no sé dónde. Nadie me enlaza de la cintura.


0 comments :
Publicar un comentario