domingo, 4 de septiembre de 2011

Hoy no hay Fórmula 1



Desastre de Le Mans en 1955

Se conoce como Desastre de Le Mans, al accidente sucedido el 11 de junio de 1955 en el circuito de la Sarthe, cerca de Le Mans, durante la celebración de las 24 horas de Le Mans, en el que murió el piloto Pierre Levegh y 82 espectadores.


El accidente

A las seis y media de la tarde (hora local GMT+1) el Mercedes 300 SLR conducido por la pareja Juan Manuel FangioStirling Moss luchaba por encabezar la prueba con el Jaguar conducido por Mike Hawthorn-Ivor Bueb tras haber conseguido sacar una vuelta a la mayor parte de sus rivales.
Hawthorn en plena lucha con Juan Manuel Fangio, adelantó a un Austin Haeley, conducido por el piloto británico Lance Macklin, a la entrada de la línea derecha de las tribunas para, de repente, frenó y decide entrar a los boxes.

Sorprendido, el piloto del bólido que acababa de ser doblado hizo una brusca maniobra hacia la izquierda sin ver que dos Mercedes, a toda velocidad, se le echaban encima. El primero lo conducía el francés Pierre Levegh, con una vuelta de retraso y el segundo El Chueco Fangio.

El drama se produjo en tan sólo pocos segundos. En un último reflejo, Levegh levantó la mano para advertir a Fangio del peligro. Después, chocó contra el Austin y, a más de 200 kilómetros por hora, su Mercedes "despegó" para abatirse, explotando, sobre las tribunas repletas de espectadores.

El Mercedes de Pierre Levegh se desintegró totalmente, el motor y otras piezas del chasis dejaron un rastro de muertos y heridos en su vuelo sobre las tribunas, incluyendo al propio Levegh cuyo cuerpo quedó tendido sobre la pista. Entre los motivos de la fuerte deflagración se encuentra el hecho de que muchas partes del vehículo se encontraban compuestas por magnesio, el cual genera una fuerte explosión y dificulta las labores de extinción dado que el agua actúa como potenciador de las llamas.

Los organizadores de la prueba, sin embargo, no interrumpieron la carrera, misma que prosiguió mientras las ambulancias iban y venían. Los espectadores situados en otras zonas del circuito tardaron horas en conocer el alcance de la tragedia. La organización argumentó que la suspensión de la carrera hubiera dificultado las labores de evacuación de los heridos, por la probable invasión de las vías de emergencia.

Pierre Levegh contaba con 49 años de edad al momento de su muerte.

Consecuencias

Durante la noche, el equipo Mercedes Benz, que encabezaba las 24 Horas, decidió retirarse de la carrera, por orden explícita de la sede central de la marca en Stuttgart. Al día siguiente, bajo una fría lluvia y un ambiente aún más glacial, Hawthorn y Bueb lograron para Jaguar su tercera victoria en Le Mans. La retirada de Mercedes de las competiciones automovilísticas se prolongo hasta el año 1987.

Dos días después, las autoridades galas prohibieron las competiciones automovilísticas en Francia. En Alemania, España y Suiza (que se retirarían mas adelante) siguieron el ejemplo francés y suspendieron sus Grandes Premios, para evitar que se repitiera una tragedia que conmocionó a Europa y al resto del mundo.

El accidente fue un importante contribuyente a cambiar las políticas acerca de la aceptación del peligro en las carreras de automovilismo y a un aumento en exigir carreras más seguras, tanto para los competidores como para los espectadores, por ejemplo, en 1955 los automóviles de carreras no contaban con cinturones de seguridad, los pilotos decían que no querían estar atados al auto en caso de incendio ya que no contaban con uniformes antifuego con tela Nomex. Los cascos posteriormente cubrirían toda la cabeza de los corredores.

(De Wikipedia)







Cuando no dejo mis escritos siento que os/me traiciono.
Quizás ese silencio, tan elocuente, sea suficiente.
Pues sí, o no, yo qué sé.

Vi este vídeo de Le Mans en vacaciones y me impresiono. He visto este agosto muchas cosas que me han impresionado. Sobre todo he visto personas, he sentido la amistad, el cariño, la ternura, el sentimiento, el paisaje de sus vidas (de parte de ellas).

Hoy es domingo y sigue esta aventura de leernos.
Estoy aprendiendo.

6 comments :

Tempus fugit dijo...

No conocía el desastre del 55. Leerle a Vd. es un placer y una fuente de conocimientos.


un abrazo

Pedro M. Martínez dijo...

Señor De cenizas, m`alegro, debe ser porque no habías nacido. Sin embargo si te pones me distinguirás en las primeras filas (los primeros serán los últimos). Guapo.

Tempus fugit dijo...

Llevaba en este mundo varios meses, pero aún no iba a las carreras.
Ciego.

Pedro M. Martínez dijo...

De cenizas, pues estás hecho un chaval.
Ciego no, es el cariño.

gaia07 dijo...

Ver personas es lo mejor que le puede ocurrir a cualquiera. Otra cosa sería ver duendes, ahí ya me preocuparia yo. O no.

Tú eres mágico, mi querido amigo.

Pedro M. Martínez dijo...

gaia07, duendes no he visto (ya me gustaría), pero he visto (también) personas impersonales, que no están, que no se dan, que pasaban por ahí, que no quieren saber nada, que no son. Aunque, bien mirado, tampoco se puede pedir peras al olmo.
Abracadabra, zass, nos besamos (¿ha funcionado?)

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