Cambio de proveedor.
El otoño llega con palabras que aún no conozco, con madrugadas frías y anocheceres de limones.
Busco qué diré de lo que aún no he dicho.
Sigue mi estado de + (traducción: más)
Estoy rompiendo rutinas, una a una, rutinariamente.
Pienso en un barco que está llegando a Grecia, da vueltas de aquí para allá, para en puertos sin aduanas, en ciudades envueltas en niebla embarcan y desembarcan ciudadanos vestidos de blanco, hay un hombre en la proa mirando al infinito, en un camarote de la segunda cubierta dos mujeres hablan de su niñez.
Es extraño saber y no saber, son extraños los días, como si fueran la antesala de algo, alguien escondido detrás de una cortina, oigo voces.
No es bueno dar vueltas a la noria.
He cambiado de compañía telefónica.
Ya sabéis lo que es eso.
Es posible que esté out unos días.
Pero estoy.
Ah, también he cambiado de correo, es este pedromg@gmail.com
(por si alguien lo quiere)
3 comments :
No sé qué tiene el otoño para ponernos así... esas voces, y ese girar y girar sobre uno mismo, sobre lo mismo.
Me llevo el email, nunca se sabe...
Besines, Pedro.
Que el agua era más pura cuando había norias apenas me acuerdo.
Que aún quedan norias lo sé.
Que pocos dan vueltas para lo que quede de fresco, lo intuyo.
Feliz otoño, Pedro-
la vida es un cambio, cambio y corto.
Cuantas más acciones hagamos más espontáneos seremos, viva la naturalidad.
Un besazo de feliz día otoñal.
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