Ella no sabe.
Mirarte a ti a los ojos más atenta.
Perderse en línea recta en la que busco.
Sólo encontrar la puerta tras la puerta,
espejo en el espejo más minúsculo.
Perderse en línea recta en la que busco.
Sólo encontrar la puerta tras la puerta,
espejo en el espejo más minúsculo.
Esther Giménez.
No bebas, dicen, y ella apenas puede ver la silueta del ánfora, la túrgida frente sobre la boca que se abre y se cierra, aguardiente, antes fue orujo, escribir con los dedos mojados en vino las paredes de los días, largos como funerales de desconocidos, breves como céfiros, azacanear por las horas para conseguir nada y comida fría sobre la mesa, la cama desierta.
Desconfiar de los buenos, de los piadosos, de los trascendentes, esa pregunta y los espejos, conocer, mirar el interrogante, extática, concentrada en no enturbiar la mirada como un hilo a lo infinito, un puente transparente, un desafío a saberse, a conocer el final, se acabó el juego y perdimos, desgracia de la derrota no compartida, soledad de volver en autobuses sucios, rompiendo la noche, concitar el sacrificio de no verle, por cierto ¿volverá el martes o el miércoles?
2 comments :
Martes, miércoles o tal vez jueves. Pero dile que no se lo pregunte quieta. Que siga haciendo cosas. Movimiento. Por si acaso al final no vuelve, que no haya perdido el tiempo...
III Naranjas Verdes, se lo digo si eso, pero creo que no te hará caso.
Y es que, cómo es…
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