Las Fosas Ardeatinas
(Una orden es una orden)
Diciembre. Habíamos comido en Casa Benito, ese sitio que tanto nos gusta. Paseábamos por Vía Rasella, el cielo gris amenazaba lluvia. En el número 141 – Palazzo Tittoni, lo recuerdo perfectamente- vimos los agujeros producidos por las balas, por la metralla. Las calles estaban desiertas, no había a quién preguntar.
De vuelta al hotel consulté al recepcionista. Cosas de una guerra, hace tanto tiempo. No sabía nada.
Al día siguiente, durante el desayuno, alguien me tocó en el hombro. Con permiso. La señora, una anciana, gruesa, se sentó en nuestra mesa. Piero, un café –dijo- y comenzó a hablar, rápido, sin mirarnos.
Los crueles soldados de las SS pasaban cada tarde por Vía Rasella cantando orgullosos en aquel idioma incomprensible, duro. Volvían a sus barracones mirando desafiantes a uno y a otro lado. Nuestros partisanos habían ocultado una bomba en una carretilla. La explosión provocó una carnicería entre los soldados apiñados en aquella estrecha calleja. Más de veinte murieron en el acto, más de treinta quedaron gravemente heridos, los supervivientes, llenos de miedo y rabia comenzaron a disparar enloquecidamente contra las ventanas y paredes.
Piero, otro café –y continuó-. Este ataque partisano provocó una brutal represión de las tropas alemanas al mando de Herbert Kappler. En las Fosas Ardeatinas, una cueva en las afueras de Roma, fueron ejecutados 335 compatriotas. Entre ellos estaba mi padre.
La gruesa señora se levantó con dificultad. De pie apuró su segundo café. Piero, ayúdame. Y con lentitud se retiró deseándonos un buen día de paseo por su ciudad.
Ese día volvimos a aquellas calles. Bajo una débil lluvia, frente al Palazzo Tittoni, imaginamos lo que allí ocurrió 65 años antes, incluso pudimos escuchar el eco de gritos de dolor. De entre las piedras nos pareció ver brotar un humo negro. Regresamos al hotel y pasamos la tarde acariciándonos, en silencio.
9 comments :
Esto que nos cuentas es real. A mi este tipo de acontecimientos me ocurren cada vez que viajo. Serà porque soy un pelîn bocazas y siempre pregunto. A veces sin preguntar la gente cuenta.. Primo Levi relataba ya algo de todo lo que decîa la anciana.
Cuando se levante todo el suelo y la humareda esparcida por Europa entre el 39 y el 46... los fantasmas y las ànimas van a dejarnos por fin regresar al hotel y descansar, y acariciarnos en silencio;
Excelente post, como siempre Pedro.
Un abrazo.
La memoria esculpida en las paredes, enterrada en la tierra, ignorada por necios...
Un beso
Lo peor, el silencio cómplice de PioXII que, sabiendo que se iba a producir esta masacre no tuvo ni el más mínimo gesto para intentar un aplazamiento de la misma.
Dias de hierro y fuego que no deben de olvidarse sobre todo, en estos tiempos en que el discurso intransigente recupera posiciones.
Tus palabras son vacuna contra el olvido.
Los rastros terribles de la guerra. Abrazos.
A esos que ejecutaron los eligieron de entre todos los que tenían fichados y gente que ya estaba en la cárcel. Pasaron todo un día ejecutándolos. Y luego hicieron volar la galería para ocultar los cadáveres. Fue una represalia brutal que todavía conmueve. Besos, querido amigo.
Ante la imposibilidad de no utilizar la guerra como medio de aplicar el Derecho, nos tendremos que hacer el ánimo de vivir cada varias generaciones sufrimientos como estos de insoportables.
Sobre todo no hay que olvidar, la historia de los protagonistas debe aprenderse generación tras generación.
Y deberiamos entender de una vez que el objeto de cualquier disputa deja de tener valor cuando el contrincante no está para reclamarlo.
Contra las ruidosas balas, silenciosas carícias.
Las guerras son terribles.
La Segunda Guerra Mundial me impresiona especialmente.
Leo mucho sobre ese periodo tan atroz, tan devastador, tan cercano (en la historia, 60 años no es nada)
eva- lazarzamora yo también pregunto siempre. Como viajo bastante me responden muchas cosas. A veces hasta las entiendo. Primo Levi es de obligada lectura.
Gracias. Un abrazo.
Arantza G., la memoria olvidada por los que no la tienen. Ay.
Un beso
Exacto Gabriel Wing, el Papa que bendecía los tanques (la madre que lo parió)
Hay una película de Costa-Gavras, “Amen” que cuenta muy bien este silencio. La recomiendo.
Un saludo
fgiucich, sí, las guerras no dejan nada bueno
Por eso no hay que olvidar.
Abrazos.
Isabel Romana, sabía que lo sabías. Un beso agradecido.
Bien dicho gaia07, y esa posibilidad de saber estar aquí y allá, de no olvidar lo que es, lo que conforma la vida (y la muerte, por supuesto)
Hoy te beso más.
Algo había que hacer mi nombre es Alma, después de tanto horror
O SEA: LOS PARTISANOS COMUNISTAS SE LA BUSCARON, LO PROVOCARON, ASESINANDO A SANGRE FRIA A SOLDADOS ALEMANES... ¿ENTONCES POR QUE SE VICTIMIZAN?... ME HACEN ACORDAR A LOS MONTONEROS DE ARGENTINA: PRIMERO ASESINOS DISFRAZADOS DE SOLDADOS Y CUANDO PERDIERON LOS COBARDES MANDARON A LAS MAMIS A MENTIR Y LLORAR EN LA PLAZA... POR FAVOR!... LA GUERRA ES DURA Y CRUEL SIEMPRE... TODOS SON VICTIMARIOS.
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