martes, 12 de mayo de 2009

Estupefacto.

3 de febrero de 1943. El problema no es la dureza de la suerte, pues todo lo que se desea con bastante fuerza, se obtiene. El problema es más bien que lo que se obtiene disgusta. Y entonces jamás debemos tomárnosla con la suerte, sino con nuestro propio deseo. (Cesare Pavese).


Abro las manos de la duda y se me escapa la alegría como una mariposa amarilla. Estoy removido por dentro, muy dentro, por una afilada y laboriosa cuchara de sentimientos alborotados. Borbotean mis entrañas y no entiendo nada. Solo siento – en todos los sentidos, es decir norte y sur- todo, lo que hice, lo que no, lo que me queda por hacer, aquello de lo que me abstengo por seguir siendo el que debo ser, el que se espera que sea.

Este soy, no otro, el que está sentado bajo la única y raquítica palmera en el centro de una pequeña isla, frágil arquitectura vegetal para tanta tormenta, tantas olas. Creía que todo estaba bajo control pero no, me aburro de pescar gaviotas, de no pisar fuera de la línea blanca, de cavar el mismo hoyo cada día, de estar encerrado en esta habitación en la que se juntan las paredes, sube el nivel de agua y apenas queda oxígeno para respirar.

Pasan los días, viajo, recorro exposiciones, museos, bibliotecas, calles, valles, avenidas, montes. Me lleno los ojos de belleza recogida en libros, nubes azules, cuadros, poemas, fotografías, páginas y páginas. Mis oídos se colman de música, de palabras dulces, de cantos de pájaros. Corro ágil por las riberas y los pulmones acompasan el ritmo de las piernas. Repito al viento que soy un hombre afortunado, me miro al espejo y no (con esa cara algo te falta, chaval).

He ido, he vuelto, he visto muchas cosas nuevas, diferentes, estoy lleno de sensaciones, de inquietudes, pero algo se ha removido aquí, en un lugar tan hondo que no llego. Me siento torpe para explicarlo, sin las palabras adecuadas, sin ganas además. Creo que tengo roto el corazón y, la verdad, hago como que no, pero el resto del mundo puede caerse por el precipicio del mapa del vértigo, allí donde vivo.

Quién lo diría.

(Ahí, al fondo, no se me asusten quienes me conocen)


Shisss, lo cierto es que solo quiero estar tumbado a su costado, escuchando nuestras respiraciones desordenadas, naciendo cada día, acariciándonos como si nada hubiera pasado. Ay.


(Ilustraciones: Ángel Mateo Charris.)


23 comments :

gloria dijo...

Pedro, me he mareado para volverme a reponer, y aún continúo con el vértigo de las emociones arañandome la piel.
Muy bueno, muy duro, muy bueno otra vez.

(me ha encantado esa aclaración entre pausas)

Y con el final... pues estupefacta me he quedado, justo como al leer el título.

(en cuanto a Pavese, qué te voy a decir, salve que rara vez pasan desapercibidas tus entradas).

Pues que después de todo este palabrerío lo único que de verdad importa es que me ha encantado leerte, como siempre.

Un abrazo enorme.

 Mayte dijo...

Y es que a veces en el ajetreo de la vida nos topamos con nuestro silencio y entonces todo se para y nos revuelca en puro sentimiento.

De puntillas me voy y te dejo un biko al aire.

Pedro M. Martínez dijo...

Pues eso, gloria, que es de lo que trata, el encanto, que te agrade.
Gracias por volver a mi jardín de palabras.
Un abrazo

Pedro M. Martínez dijo...

Sí, es así Mayte.
Ese punto en el que todo se silencia alrededor y nos vemos (tan pequeños, tan solos)
Luego sale el sol
Bikos

virgi dijo...

Y tal vez nada ha pasado. Únicamente ha cambiado la palmera de lugar, las olas son diferentes y la isla no es la de siempre.
Habría que saber: y las caricias, ¿son las mismas?

(Da gusto leerte, chiquillo)

Pedro dijo...

virgi hay más cosas que saber. Por ejemplo, no sé nadar. Tampoco tengo barca, por eso sigo en esa isla.
¿Caricias?...leches, tengo una deformación, imagino historias desde los comentarios. Estoy peor.
A lo que íbamos, las caricias nunca son las mismas (por suerte)
Me da gusto que te de gusto.
Permíteme que te de un beso.

gaia07 dijo...

Como si no ibas a escribir estas maravillosas inquietudes si la duda no se instalara de vez en cuando ahí al fondo.

Tu protagonista estará pasmado, pero tú sabes muy bien que esa es tu riqueza, ir de la rutina afortunada a lanzarte al precipicio del corazón para sobrevivir de nuevo con lo que amas.

Bonito día tras leerte.
Un beso encandilado.

mirada dijo...

Halaaa
Pero que parecidísimos somos...
Si, sí, tu personaje de este texto y yo, pero yo, ¿eh? no mi personaje....

Gracias, Pedro, por escribirlo tan bien.

Un besito, chiquito, chiquito, que te me emocionas todo...

Arantza G. dijo...

Manejas las palabras como un diávolo.
Creo que ahora mismo estoy allí arriba y temo caer, no se si por vértigo...
Un beso y una caricia.

Tempero dijo...

Buena pesca:...ernité, liberte. En la malla estará la égalité. Y más escondida, revoloteando, sin duda, l'eternite.

Sí, hace tiempo que dije que sólo quería arpones de goma, que ya estaba bien, que el festival de tiburones es tan necesario como un banco de sardinas y que ella es tan necesaria como una huerta. Por éso me dije, su costado es fértil y su cuerpo eterno. Me creía que todo había pasado. Y no. Si desdeño su respiración, el viento, en lógica defensa, atiende a acumularse y a fabricarse en tifones de desnudas neuronas que rápido me fumigan para hacerme retomar los recuerdos. Así que no, que arrimo los alvéolos a su médula, que me prefiero entre un bello espartal a entre una palmera.

Madame Vaudeville (Chus Álvarez) dijo...

Sentir con todos los sentidos. Qué hay mejor que eso? Pues un beso. MUA!

cristal00k dijo...

Y por aquí ando de nuevo, como siempre embobada con tus letras y con tus cosas.
Ni se te ocurra cambiar. Ni un pelo.
Un beso crack!

Pedro M. Martínez dijo...

A ver gaia07, un ruego.
Cuidarme bien a los miles de bilbaínos que van a ir hoy a Valencia.
Que no les falte de nada.
Si hay algún problema me pasas la nota
Va un beso de adelanto.

Pedro M. Martínez dijo...

Pues sí Mirada, tengo la suerte de emocionarme bastante.
Ya ves.
Tú me emocionas bastante.
Un beso, bella.

Pedro M. Martínez dijo...

Tranquila Arantza G., si te caes te cojo (en México, no).
Un beso.

Pedro M. Martínez dijo...

A veces no sé muy bien lo que dices Tempero.
Pero lo dices tan bien…
Saludos.

Pedro M. Martínez dijo...

Eso sería el tacto ¿no? Madame VaudevilleGracias, va el mío.

Pedro M. Martínez dijo...

Justo ahí cristal00k, te haré caso.
No cambiaré ni un pelo.

Te lo juro.
(en el resto, ya veremos)
Un beso.

Arantza G. dijo...

¿Méjico? y eso?
Un poco despistada.
Besito.

Pedro M. Martínez dijo...

Arantza G., corazón, en México coger es coger.
¿Comprendes?
Perdón, lo explico, coger es…
Exactamente eso.
Se realiza generalmente entre dos personas de diferente sexo, o del mismo. Con tres es un trío y con más una orgía.
Cada país tiene sus modismos.
Por eso los mexicanos no cogen el tranvía.
Otro medio beso.

Arantza G. dijo...

ja,ja,.o.k.
Comprendido.
Ayyyyy, qué torda, madre.
Medio beso más medio beso, beso entero.

Pedro M. Martínez dijo...

Arantza G., ya veo que lo has cogido...

ja,ja, ja

Shandy dijo...

Nada está bajo control cuando un huracán de sentimentos te remueve. Lo narras y defines muy bien, Pedro... Aunque es verdad que a veces las palabras no llegan.

Shisss.........................Ay.

Lo que el amor desea se oculta entre la invitación al silencio y ese suspiro final. Un presente lleno de gerundios.

Ritual
Se trenzan lentamente,
acoplan sus medidas,
descubren un rito
de aullidos diminutos:
lenguas,
ojos tallando la piel.
Los labios se encuentran,
olfatean,
recorren con furia los cuerpos.
Un breve estallido
queda preso en las sábanas.
Construyen un templo en la mirada.

Arturo Gutiérrez Plaza

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