miércoles, 9 de abril de 2008

Carta del amante desorientado.

Hay un momento por la mañana temprano, antes de que se haya derramado demasiada sangre, antes de que la crueldad de los fuertes haya alcanzado su apogeo, cuando los jugadores nocturnos caen dormidos al fin y se libran de su tristeza, hay un momento en el que el nuevo día parece casi inocente.(John Berger)


Mi amada, con esta intensa lluvia de abril, los caminos se han llenado de ranas de zarzal, los mapas están mojados y desteñidos, las brújulas, desorientadas, y yo.
Camino al azar, chapoteo en el barro, busco tu sonrisa perdida.
En el bosque se escucha el canto chillón de las urracas.
Desde la colina, una bandada de relojes desparejados baja formando gran algarabía y trapatiesta.
Las nubes continúan vestidas con faldas mojadas.
Aunque hace tanto frío, solo pienso en desvestirte.
Pero para eso debo encontrarte, mujer amada disfrazada de azul tristeza, de nieve de algodón, de barcos cargados de helechos partiendo de muelles oscuros.
Y, sin embargo, ayer mismo estuviste a mi lado.
¿O lo soñé?
Sobre el camino ruedan las percepciones habituales coronadas de berzas, serias, ceñudas, circunspectas. Me miran al pasar y se alejan ondeando pañuelos rojos, encendiendo y apagando linternas como en una película de Spielberg.
Detrás de las ramas del nogal adivino el pueblo, el temblor de los cristales, el viento llenando la calle de rumores, tú sentada frente al fuego y mi deseo se prende en el humo que sale de la chimenea de tu casa.
Me acerco y al otro lado de la calle, un hombre con pantalones negros, camisa de cuadros y un ramo de lirios entre los brazos se dirige a tu puerta.
Palpo mis bolsillos buscando una navaja, en mi boca una palabra acerada, un grito que le intimide, un exabrupto, por los suelos, una piedra puntiaguda que lanzar a su cabeza de gañán.
Desde uno y otro lado nos acercamos a ti.
Él trae escrita en la frente una leyenda: París.
Yo traigo una obsesión, una incógnita, dos manzanas y este deseo como hiedra, esta sed de labios de náufrago, este miedo ya que el rústico es fornido, alto como un almendro.
Uno frente a otro, mis ojos llegan a su barbilla, las manos tiemblan, las piernas piensan por su cuenta, la mente solo trata de secar el miedo que empaña los cristales de mi dignidad.
Adivino tu mirada detrás de las cortinas.
Y entonces el rayo, la lluvia desbordando los cielos, la negrura de no verte, el lodazal, ¿qué hago aquí?, ¿cómo he llegado?, la ropa rasgada, mi nariz herida, volver al pueblo por estos caminos, las cornejas se ríen, los zorros ni siquiera huyen, los cruces están llenos de flechas, de indicaciones, por aquí, por allí, no, sí, tú no estás y en un charco, el cuerpo del labriego se desangra con mi navaja clavada en el centro del corazón.

Herbert von Karajan


20 comments :

Arthur dijo...

Buenassss Pedro, que lindo post. en primera, soñando se pueden lograr muchas cosas, sólo es cuestión de hacerlo y repetirlo hasta que salga. Viste como en Kirby's Dream Land todo se puede?

Y en segunda, frente al tipo alto como un almendro y fornido cualuqiera se pudiera doblegar, pero, dale, no te des por vencido, la mujer en cuestión no ha decidido con quién se va. Eso no se acaba hasta que se acaba.

Y además, en terera, lo de navaja y que está clavada en el corazón, pues qué te digo? si es tu corazón, entonces te deseo paz. Y si es en corazón del otro, entonces, a ver qué pasa después.

Saludotes y abrazotes

Sweet Dreams, de todo Corazón:
Arthur

Gusthav dijo...

Buenassss Pedro, nunca te rindas y luchá por quién querés.

Soñar es bueno, y realizar es mejor.

Por lo de la navaja, pues, en la guerra, en el amor y en las batallas Pokémon todo se vale, no?

Saludos y abrazos

Nice Day, con toda mi Alma:
Gusthav

irene dijo...

David contra Goliat?

El mismo ímpetu para lograr el objetivo que para eliminar los obstáculos.

A veces es bueno utilizar las brújulas.

Un abrazo.

Pedro M. Martínez dijo...

Arthur, en primera, en segunda y en tercera el que espera desespera, por eso al protagonista no se le pone nada por delante y, enajenado, mata.
Como el cuento de Caperucita pero sin lobo.
Abrazos cordiales.

Pedro M. Martínez dijo...

Gusthav, la lucha es...qué sé yo lo que es la lucha. Escribo lo que se me ocurre, aunque nunca he jugado Pokémon. Quizás entonces mis temas serían otros. Como de momento no está en mis planes, eso, amor, navajas, muerte. Y vida.
Abrazos.

Єѕтnoм dijo...

Buenos días, Pedro.
¿No te gustó?
Besitos con lluvia (pero poca).

Pedro M. Martínez dijo...

Ya, irene, pero en este caso las brújulas estaban desorientadas y no sabe uno si va al norte o a la cárcel, a los brazos de la mujer amada o frente a un pelotón de fusilamiento.
En cualquier caso, querida, esto es lo que tiene escribir, ante mi paisaje (pretendidamente) surrealista, cada lector saca aquello que le parece.
Como debe ser.
Gracias por tu lectura.
Un abrazo cariñoso.

ybris dijo...

Tanto tiempo pasé con Karajan que sólo se me ha quedado de tus letras ese deseo de desvestir a la amada no encontrada.
¡Dichosos sueños!

Un abrazo.

Pedro M. Martínez dijo...

Buenos días, Ondina..
¿No te gustó?
¿No te gusto?
No entiendo.
Me gustan muchas cosas.
Muchísimas.
Besos con nubes (pero muchas).

Pedro M. Martínez dijo...

Apreciado ybris, es que una amada vestida es una sosería.
Al protagonista –ya ves- las amadas le gustan desnudas.
Y a mi.
A Karajan no sé, pero dirigía muy bien.
Un carácter.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

La cortina de agua es tan densa, que apenas se vislumbra un bulto inerte ante mi puerta. Descorro los visillos, el viento salvaje y húmedo llevó una flor ensangrentada a mi ventana, y se desliza lentamente cristal abajo, pintando una letra ilegible. Te adivino colina arriba, adentrándote en el bosque. El diablo te lleva poseído... Es hora de vestirse. Guardaré el deseo para mañana, lo envolveré en papel de plata, que esté fresco para tí. A él, lo enterraré junto a los otros.
(Menuda osadía la mía, me metí en tu relato. La tentación era tan grande... besos)

mirada dijo...

Me emocionas, mucho...
¡cómo me gusta!

ana p. dijo...

Si soy diestro me siento zurdo; si bajo quiero subir; si me amas pierdo interés; si me comprendes me siento común; si no me comprendes me siento solo; si me marcho quiero volver; si me pides que vuelva me acojono; si te tengo me sobras hasta el hartazgo; si te vas me duele hasta la piel; si te hago sonreir me siento grande; si te hago llorar me oculto tras las puertas; si te veo sola creo que es por mi; si te veo acompañada furia asesina crece en mis entrañas; si voy o vengo o salgo o entro... mnunca estoy donde soy.
Firmado: El perro del hortelano

Pedro M. Martínez dijo...

Carmen, para alguien que escribe, el que sus personajes sean creíbles es todo un logro.
Si como en este caso, tú no sólo te los crees sino que sigues el cuento y lo enriqueces es ya de aplaudir, agradecido.
Me ha encantado, gracias.
Sobre todo ese final A él, lo enterraré junto a los otros.
Muy bueno.
Un beso.

Pedro M. Martínez dijo...

Tu mirada, Mirada, está llena de benevolencia y cariño.
Y no sabes (bueno, sí sabes) cómo te lo agradezco.
Guapa

Pedro M. Martínez dijo...

ana p., es un acertado retrato.
Muy certero.
…nunca estoy donde soy.
Exacto.
En psiquiatría está perfectamente definido.
Es muy común.
Les pasa a muchos/as.
Se cura.
¿Se cura? (dime el nombre del doctor)
Una vez me mordió ese perro.

gaia07 dijo...

Relato maravilloso, pasión, egoísmo, destrucción, que me lleva a una reflexión: si el que ama no consigue al amado, no ha de poder conseguir el amado a quién ame. Perdonadme de nuevo, eso, no es amor.
Yo soy de las que saldría de detrás de los visillos y me liaría a latigazos con los dos.
¡Jo! ¡Cómo he disfrutado interpretando mientras leía! Menos con los latigazos, ahí estaba muy cabreada.
En fin, una vez repuesta, me inclino ante ti querido Pedro. Un placer disfrutarle joven.

Pedro M. Martínez dijo...

gaia07, lo que hace una coma.
Escribes: Un placer disfrutarle joven
Y entiendo Un placer disfrutarle, joven
Pero igual estoy equivocado.
Y no te inclines, ya sabes que luego tu respalda...
Besos, anciana.

gaia07 dijo...

Entiende y pon la coma donde desees, igual estás acertado.
Tengo una evidencia, aún no soy anciana, y una conclusión, tú tardarás en serlo más que yo.
Puedo repetir la inclinación, la mantengo recta y resistente (la espalda digo).
Te beso, que no está el mundo para perder oportunidades ;-P

Pedro M. Martínez dijo...

gaia07, así la mantengo yo (la espalda, también).
Ojala siga así mucho tiempo.

Sé que no eres una anciana, era por armar un poco lío.
Y el beso, ay el beso.
Ole ese beso.

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