Mugshot es el nombre que en inglés recibe el retrato hecho a un individuo inmediatamente después de su detención.

Entre tanta avalancha crítica sobre la ficción fotográfica este tipo de retratos aún guardan algo de verdad, entre tanta fotografía artística imitadora de la nueva objetividad alemana estas imágenes son realmente objetivas.
Este retrato policial fue inventado por el famoso pionero de la investigación criminal y detective Allan Pinkerton en el siglo XIX. Suelen estar divididos en dos tomas una de frente y otra de perfil. La agencia de Pinkerton implantó su uso para la identificación de bandidos del Salvaje Oeste en los típicos carteles con la leyenda WANTED (Se busca).
El propósito de estos retratos estaba claro, formaban parte del proceso de fichar e identificar a un detenido e iban a constituir un archivo para que investigadores y víctimas pudieran reconocer a sospechosos. Pero hoy, los mugshots accesibles al público también son un elemento más de fetichismo o de morbo mediático.
Si bien en castellano, solemos utilizar el térmico de "ficha policial", el término inglés resulta acorde con el interés que estas imágenes despiertan entre el público. Mug es un término de slang americano que significa "cara", mugging es utilizado en el argot de los actores para expresar una representación sobreactuada o demasiado emotiva.