Autoestima
1Roberto González Fernández , 1998
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todo esto (esto) aquí (aquí) viene bien para la Autoestima.
Lo compartido…cinco dedos azules./O/ Nadie lo ha levantado (el dedo) No habrá gustado/O/ ¿De qué hablo?/O/ ¿Escribo mejor que María? (mi madre dice que sí).
Es buena la ausencia de crítica. Es comodo. En realidad ¿Importa? ¿Quién establece los criterios? ¿Quién determina lo bueno de lo malo? ¿Existe el mal? ¿Somos una unidad de destino en lo universal?, ¿Qué somos?
Deja, deja, no contestes, que tengo un día raro.


4 comments :
Pues sí, raro ..rarísimo... Qué cosas se le ocurren a ese subconsciente tuyo ( porque el consciente sé q no ; ) q tenga dudas y compare a un mago de las palabras (tú) con una pinche q cocina pensamientos salteados al ajillo ( esa María ; ) xD xD.. Deja de cenar tan pesado, estos pensamientos y dudas existenciales nos atacan sólo a la plebe ..vosotros, la realeza estáis en otra órbita; )
Un beso, mi querido maestro !
La respuesta es que no hay respuestas, hacer las cosas esperando algo es como dispararle a un pato muerto... puede parecer divertido, pero no deja de ser una pérdida de tiempo...
María el subconsciente es lo peor, te saca cosas con sacacorchos y no sabe uno donde las tenía, ahí, escondidas en un lugar indefinido del cerebro o del alma ¿dónde está el alma aquí o aquí? (y enseña las dos manos cerradas). Esa María genérica no eres tú, corazón, que uno es muy respetuoso con los/las creadoras/es de contenidos y sabe que hay una raya amarilla que no hay que traspasar. O roja, la raya, yo qué sé, el caso es el respeto, tenerlo, lo tengo, mira, aquí, entre mis brazos, mira que majo está, un respeto adulto, con bigote y todo, guapo, precioso (le animo, le aliento, le jaleo) que lo mimo como a un querubín, A veces, solo a veces, uno se pregunta eso de quién soy, dónde voy y de dónde vengo, esas veces le entra a uno como temblores y recuerda que a Pasolini lo mataron hace 50 años, ¡50! y uno no sabe cómo ponerse porque es mucho tiempo y entonces uno ya andaba preguntándose estas cosas, sin respuesta, nadie aparece entre nubes y dice pues es por esto o es por esto otro. Te mosqueas, cómo no te vas a mosquear si el silencio es lo peor (a ver si no hay nadie más allá y te mueres y ya y para eso está uno sin pecar desde hace ni sé el tiempo y al final no vas al Cielo/cielo que mi amigo Paco que falleció hace poco -descanse en paz- seguro que ha ido al infierno, qué cabrón y malo era, con cariño lo digo, pobre, pero malo era un rato largo, no como yo que escribo, ya ves, en este rincón perdido donde da la vuelta el viento) Te deseo un feliz domingo, María, que no eres tú la María de arriba. Besos desde este lado de la raya verde (o azul, de colores)
Querido y respetadoBeauséant, la respuesta está en el viento (Dylan, The Freewheelin' Bob Dylan 1963) y en los cuchicheos, también en el silencio, eso, creo, buscaba Thoreau, que vaya usted a saber, que interpreten otros lo que uno mismo es incapaz de interpretar pues es incómodo, que John Cage (1) sabe mucho de silencios, y yo, un silencio sentado en mitad de una multitud dice mucho, solo hay que saber escucharlo, interpretarlo más bien, descifrarlo. Consejos: se sienta uno en un cómodo sillón de orejeras y está atento. Pasa uno y ni mira. Pasa otro y tampoco. El que pisa raya pisa medalla y el que pisa cruz pisa a Jesús. Ahí, ahí hay que estar atento, al que pisa cruz, esos son los que tienen la respuesta, la bondad no está reñida con la crueldad, una tal Leonor Cervantes, Graduada en Filosofía y Ciencias Políticas, escribe que no se quiere enamorar de un hombre solo porque sea buena persona (https://www.publico.es/opinion/columnas/me-voy-enamorar-ti-seas-buena-persona.html?utm_source=native_share&utm_medium=social&utm_campaign=web&via=publico_es&fbclid=IwY2xjawNz95pleHRuA2FlbQIxMQABHv94SJCVbldH0zlKoXP-_0QWos0zQKdPJKAZ3l0OcX7D3PyZugVk02BIDQWw_aem_rkKh1qGYjP8clEIaythqJQ), Pues eso, que es domingo, hay que andar rápido que en nada será lunes y la vida se va por el sumidero mientras tecleamos estas cosas absurdas mientras la vida (la de los otros) pasa por debajo del balcón (vivo en un quinto piso). Un abrazo.
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Por cierto, lo del pato muerto me ha llegado al alma. que crueldad.
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«Thoreau sólo deseaba una cosa: ver y escuchar el mundo que le rodeaba. Y se interesó por la escritura, y aspiró a encontrar un tipo de escritura que permitiera a los otros no ver y entender como lo había hecho él, sino ver lo que él había visto y escuchar lo que él había escuchado. Sus palabras, no era él quien las elegía: le llegaban de lo que era preciso ver y escuchar. Usted dirá que Thoreau tenía un estilo. Tiene su manera muy propia de escribir. Pero resulta bastante significativo que, a medida que su Diario avanza, sus palabras se simplifiquen, se tornen más breves. Estaría casi por decir que las palabras largas sí contienen algo de Thoreau. Pero no las más cortas. Son las palabras del lenguaje común, las palabras de cada día. Entonces, a medida que las palabras se empequeñecen, las experiencias propias de Thoreau se tornan cada vez más transparentes. Ya no son experiencias de él. Son «la» experiencia. Y su obra mejora a medida que desaparece. Él no habla más, no escribe más; deja que las cosas, tales como son, hablen y se escriban».
Silencio: conferencias y escritos,
John Cage.
(Traducción: Marina Pedraza)
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