Llegar al puente
En este otoño discontinuo, en este jueves que brota a destiempo en una semana de dolores, sorpresas, cambios, fin de privilegios, de mensajes ocultos en el revés de la mano, de llamadas, voces de otros tiempos, demasiado para el destierro, para la fiebre, para los susurros en el pasillo, la camisa abierta enseñando la herida, la vida arrasada por el accidente, el esfuerzo del cuerpo, tan frágil, ahí abajo los esbeltos árboles del parque, con gorriones, bajo los bancos verdes gatos que alguien ha abandonado, el desarraigo, sin alimentos para las bocas diminutas que se dibujan en el aire como en un cuadro de Brueghel. Debemos llegar al puente pero ¿cómo?
2 comments :
Creo q el q de verdad está siendo un "fijo discontinuo" es el verano , aunq en nada lo mandan del paro y en su lugar contratarán a este otoño a debería haberse incorporado hace más de un mes a su puesto de trabajo, pero se ve q este jueves tuyo le aterraba y h estado de baja, agazapado tras el verano esperando q tú le indicaras el camino para llegar a ese puente y mucho me temo q el cómo, es algo q sólo tú sabes ; ) Un beso !
María llegar al puente es un riesgo, si llegas se plantea la pregunta ¿lo cruzaré?, ¿qué habrá al otro lado? De momento me conformo con estar aquí (a este lado), lejos de puentes y riscos, de alturas y simas, escribiendo para mí, releyéndome mientras el tiempo pasa y ya no somos los que éramos ¿quién somos? (ahora, hoy). Me he mirado en el espejo y ese es mi abuelo, clavadito, sin boina pero con la sonrisa de ya te lo dije. Pues eso. Eso agradecido.
Publicar un comentario