Después de la tormenta.

Enamorada

Hiéreme. No me importa.
Duéleme en todo lo mío;
en mi sangre y mi alma,
en mi corazón y en mis pensamientos.
Dame un hondo dolor
si no puedes darme un perdurable gozo.
¡Está en mí como sea!
Mi vida va bordeando tus orillas
como un río profundo, como un río
sin nacimiento y sin muerte,
dilatado en tus márgenes, sujeto
al cauce que le des...

Susana March.

Recuerdo el 2011, parece que fue ayer, parece que no han pasado ni dos días, tan lejos. Recuerdo que antes, en el cambio de años, inventaba proyectos, me llenaba de propósitos que cumplía hasta el día siete. Hoy no, no me apetece, en la penumbra cruje la realidad. Pasa el tiempo, en su estela deja tedio, no hay remedio.

No sé si ahí fuera se arreglará algo, aquí el amor es un recuerdo del pasado, creo que es lo que me gusta, recordarlo. Me quedo sobre la cama, los brazos abiertos sobre las cartas extendidas, las palabras esparcidas, la mentira bajo la almohada, el silencio rebosando los cajones del armario.

Me doy cuenta, solo escribo cosas tristes.

Vale, este año cambiaré de registro.

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