Observatorio 4
Desde el observatorio las horas vuelan como los vencejos que anidan en el portal abierto al viajero, se detienen como delfines atrapados en traicioneras redes, quise beber el néctar de tu sexo herido y el lecho se llenó de ay y párpados, las horas se congelaron en las sábanas vencidas, los polizones se acuclillaban a estribor.
Eran dulces los miércoles.
Escribo sonetos a tu ausencia de hielo.
3 comments :
Las horas se clavan profundas.
Tanto que me fijan al pavimento.
Me quedo quieto, porque cualquier intento me duele,
y te espero.
Noto que a ratos me miras y
me lleno de miedo.
Cuando no lo haces me muevo.
Me detengo en la música que nos traes que es un fluido que se me mueve por adentro. Te imagino haciendo click sobre Niels Lan Doky y me estremezco pensando en Keith Jarrett que descansa en mi muro de Río hoy. Sueño con ese observatorio tan grande para ver lo que está tan cerca, que lo besas.
Buenas noches Pedro. Pasaron las 24 horas. Hace rato que es jueves y me arriesgo a que me mandes a la cama...como otras veces. Un beso.
"quise beber el néctar de tu sexo herido" qué bonito, Pedro.
Tienes un don que no todos los hombres tienen; conocer el dolor profundo del alma de la mujer rota.
Feliz año, feliz año, Pedro.
Un beso.
¿Y a ti, quién te cuenta mi vida? ;)
Bromas aparte, tienes una sorprendente capacidad de agitar los sentidos.
Hace tiempo leí una crítica que se hizo de tu blog en el año 2009. Entre otras impresiones, decía así: “desmenuza un mundo que parece quemarle entre los dedos y que necesita escupir a toda costa como si se pasara la vida sacando el veneno de una o dos serpientes que le han debido morder la yugular y los pulmones, vitales para respirar”.
Será que ese mundo nos quema a todos, en algún momento u otro, y tú, magistralmente, vuelves a encender la hoguera, convocas nuevamente a los demonios, los quemas y nos expías.
¡Feliz jueves Pedro!, y feliz jueves también para todos.
Un abrazo.
Publicar un comentario