Víspera.
De un tiempo
a esta parte
estoy prisionera
en un coche
de gritos y hielo
que circula
por carreteras oscuras
y en vertical
como catedrales,
deslumbrada
por las luces largas
de los que vienen
en sentido contrario
que sois todos.
a esta parte
estoy prisionera
en un coche
de gritos y hielo
que circula
por carreteras oscuras
y en vertical
como catedrales,
deslumbrada
por las luces largas
de los que vienen
en sentido contrario
que sois todos.
Almudena Guzmán.
Todo iba como debía pero de pronto alguien mueve una ficha y se cambia el panorama, el tablero e incluso el juego. Ya no sé a qué juego.
Me dirás que esto es la vida misma y que no hay que confundir una cosa con otra. Tienes razón, pero llevo tiempo confundido.
Que me he quedado en el yo/mi/me/conmigo y no veo más allá, que el miedo es libre y el bosque se ha llenado de lobos.
Vale, que no sé por dónde me pega el aire, lo sé, pero es que he pasado de brisa a viento fuerza siete y no hay quién soporte el inicio de vendaval. Qué será cuando venga (no es una pregunta, me aviso).
6 comments :
Suerte tú que puedes avisarte al menos.
No sé si habrás meditado lo de dejarte llevar, ya sé que eres un luchador, pura fibra. Pero ahora el combate debe ser el justo, antes cruzabas el vendaval a fuerza de plantarte cara al viento, ahora es otra cosa, necesitas de escafandra, me refiero a la que llevas por dentro, volverte del revés.
Es duro. Lo sé.
El miedo nos paraliza, nos empequeñece, nos amputa.
No lo permitas. Sólo es un jugador frustrado.
Un abrazo.
con el transcurso de los años al leerte hay dias que no me resultas conocido, como cuando después de escribir un texto de hace tiempo lo relees y no te reconoces a ti mismo
extraña percepcion
saludos
gaia07, verás, tengo la suerte de escribir exactamente lo que siento, lo que me ocurre por dentro. Lo malo es que no lo sé hasta bastante tiempo después de haberlo escrito. Es decir que mis escritos son premonitorios de mis emociones. Y es un problema. Al revés, lo correcto sería escribirlos después de sentirlas. Además las disfrazo por deformación de una técnica que aún no he aprendido. Claro que es duro, pero más cornadas da el hambre. ¿Nos besamos?
Maria, ya, pero es que no llevo pares, ni jugada a mayor, ni a chica, no puedo envidar, no llevo juego, no puedo ni echar un farol. Así no hay quién gane.
(No te lo creas, soy campeón de mus de mi pueblo)(y es un pueblo bastante grande)
Abrazos
Anónimo, qué curioso, a mí también me ocurre. Me leo y no me reconozco.
Además también me ocurre contigo, te leo y no te reconozco (Normal ¿no?)
Saludos sañudos (no me gustan los anónimos)
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