La rebelión del ventrílocuo.
Tú.
Ellas.
Ellos.
Os miro.
Ellas.
Ellos.
Os miro.
Por dentro y por fuera.
Gira el planeta con placidez, cae el rocío, el martes llega con indiferencia, ajeno a esta voz, a todas las voces, llega.
En algún lugar el dolor, nuestras risas, nuestros días están escritos.
Espero en cuclillas el espacio mínimo de la orquídea. Pongo en orden las ideas, la corazonada de las vísceras, en la pared de la primavera estalla el deseo.
Aún no es tiempo de cuchillos.
Los sentimientos se atacan a dentelladas.
Empezando por el hígado, un antropófago ansioso me está comiendo, vivo.
Del arroyo, del manantial, bebe el pequeño conejo y el gran onagro, y cada uno sacia su sed.
(San Agustín)
2 comments :
Buenos días, Pedro,
Muchísimas gracias por cada pedacito de belleza, es venir aquí a leerte y llegar la sonrisa a mis ojos y la paz a mi corazón, y no es que bajes las pulsaciones, es que lo haces todo mucho más bonito, se vive mejor.
Un abrazo enorme
Es lo que tiene emitir pensamientos del yo listillo. O te apañas con él o menuda primavera te espera.
Un beso
Publicar un comentario