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Apocalipsis
Capítulo 19
1 Vi a un ángel que Descendía del cielo y que Tenía en su mano la llave del abismo y una gran cadena. 2 El Prendió al Dragón, aquella serpiente antigua quien es el diablo y Satanás, y le Ató por mil años. 3 Lo Arrojó al abismo y lo Cerró, y lo Selló sobre él para que no engañase Más a las naciones, hasta que se cumpliesen los mil años. Después de esto, es necesario que sea desatado por un poco de tiempo. 4 Y vi tronos; y se sentaron sobre ellos, y se les Concedió hacer juicio. Y vi las almas de los degollados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios. Ellos no Habían adorado a la bestia ni a su imagen, ni tampoco recibieron su marca en sus frentes ni en sus manos. Ellos volvieron a vivir y reinaron con Cristo por mil años. 5 Pero los Demás muertos no volvieron a vivir, sino hasta que se cumplieran los mil años. Esta es la primera Resurrección. 6 Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera Resurrección. Sobre éstos la segunda muerte no tiene Ningún poder; sino que Serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y Reinarán con él por los mil años. 7 Cuando se cumplan los mil años, Satanás Será soltado de su Prisión 8 y Saldrá para engañar a las naciones que Están sobre los cuatro puntos cardinales de la tierra, a Gog y a Magog, a fin de congregarlos para la batalla. El Número de ellos es como la arena del mar. 9 Y subieron sobre lo ancho de la tierra y rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada, y Descendió fuego del cielo y los Devoró. 10 Y el diablo que los engañaba fue lanzado al lago de fuego y azufre, donde también Están la bestia y el falso profeta, y Serán atormentados Día y noche por los siglos de los siglos. 11 Vi un gran trono blanco y al que estaba sentado sobre él, de cuya presencia huyeron la tierra y el cielo, y Ningún lugar fue hallado para ellos. 12 Vi también a los muertos, grandes y pequeños, que estaban de pie delante del trono, y los libros fueron abiertos. Y otro libro fue abierto, que es el libro de la vida. Y los muertos fueron juzgados a base de las cosas escritas en los libros, de acuerdo a sus obras. 13 Y el mar Entregó los muertos que estaban en él, y la Muerte y el Hades entregaron los muertos que estaban en ellos; y fueron juzgados, cada uno Según sus obras. 14 Y la Muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda, el lago de fuego. 15 Y el que no fue hallado inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego.
4€.- Una confesión: soy una adicta a una voz -la de él- en el contestador del teléfono -aunque ahora habla su enfermera-. No sé que pensaría mi marido si lo supiera. De mi marido no sé casi nada excepto que no es poeta. No, no lo es, tiene otras muchas virtudes, claro, pero no es poeta. Por eso no me entiende lo que escribo, ni las películas que veo, ni los libros que leo, ni la música que escucho, ni sabe mirar los paisajes detrás y dentro de los paisajes. Pero me quiere, lo sé -bueno...creo-. Sometimes I Feel Like A Woman.
2 comments :
Entre nosotros, ¿crees que para entenderla es absolutamente necesario que "el otro" sea poeta?
Y si la fastidiamos un poquito más con eso de QUERER ES PODER... Y si para más "inri" le aplicamos uno de esos ambiguos silogismos...
Un beso, comprensivo.
P.D.: ¿Cómo hacen las enfermeras para introducirse en los contestadores? Jajaja...
Hay que ver cómo somos las mujeres. Con tan poco que sabe de su marido y ya es suficiente para hacerse ese esquema funcional de lo que piensa, cómo lo piensa y hasta cómo lo siente.
Fijáte que sabiendo que no entienden ni comparten nada con nosotras, estamos convencidas de que querernos, a su manera, nos quieren.
Y mira por donde vas tú (un hombre de los pies a la cabeza) y nos entiendes ¡Qué cosas!
Un abrazo de esos que salen del alma.
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