“Los números primos sólo son exactamente divisibles por 1 y por sí mismos. Ocupan su sitio en la infinita serie de los números naturales. Son números solitarios, sospechosos, y por eso encantaban a Mattia, que unas veces pensaba que en esa serie figuraban por error. El primer curso de la Universidad había estudiado ciertos números primos más especiales que el resto, y a los que los matemáticos llaman primos gemelos: son parejas de primos sucesivos, o mejor, casi sucesivos ya que entre ellos siempre hay un número que les impide ir realmente unidos, como el 11 y el 13, el 17 y el 19, el 41 y el 43. Mattia pensaba que él y Alice eran eso, dos primos gemelos solos y perdidos, próximos pero nunca juntos. A ella no se lo había dicho. Cuando se imaginaba confiándole cosas así, la fina capa de sudor que cubría sus manos se evaporaba y durante los siguientes diez minutos era incapaz de tocar nada.“ (La soledad de los números primos.-. Paolo Giordano)
Uno.
De Bilbao a Santander, llueve a mares, tengo demasiado trabajo, frío, sueño, hambre. Sigo atado a un bolardo emocional, lo necesito para seguir aquí (y allí) (y allí). Me siento expuesto en el escaparate de una pastelería blog, tarta que entra y sale del frío de febrero, que no se derrita la cobertura del chocolate, que aún no, tocarla con el dedo y chuparla después con los ojos en blanco, dulce golosina, néctar, así. Creo que todo esto ya lo he dicho antes (¿antes de qué?). Esta es literatura de blog, circular, inexacta, absurda, sin principio ni final. Hoy no tengo el día, será la lluvia. O el frío.
-Oiga, aquí es verano ¿qué dice?
-Perdone, no hablaba con usted.
-¿Tiene algo contra mí?
-De momento, no.
¿?
-Pues yo le hablo desde el desierto, aquí hace calor.-¿De qué desierto?
-A usted qué le importa, no ve que soy anónimo.
-Vale, corto y cierro.
Y dos.
Comida. Comerse con los ojos. Dieta. Ayuno. Alimento. La boca. Los ojos. Mirarte. Mirarte. Hablar. Tú. Hablarte. Ayer. La vida como sucesión de días. A es rojo (no, es verde) (no, es azul) (no, es amarillo) (no, no es) (pues vaya). Escucharte. Los silencios. La raya del ojo. Tu vestido. La línea oblicua desde tus pupilas hasta más allá del límite de lo que no se ve. No sé si esto es un intento o solo embarullado. Es lo que te escribo ahora. Contento/desconcertado. No sé. Pero ni siquiera sé si quiero saber (sí quiero, sí quiero). Comida. Regalo. Tú. Los ojos. La boca. La boca que come. El silencio. La voz. Las gracias por el regalo de compartir contigo 144 minutos. Un beso (uy, casi esquivamos la mejilla).
11 comments :
"Bellísimo"
La vida como sucesión de días.
Es lo que te escribo ahora. Contento/desconcertado. No sé.
El silencio. La voz.
sk8 que puedes ser una bella mujer, una oropéndola, un elfo, un capitán de la marina mercante.
Pero por tu selección sé que eres un ser sensible
Agradezco tu lectura.
La lluvia, tú y yo, números primos trillizos.
un abrazo
“… entre ellos siempre hay un número que les impide ir realmente unidos,…”
¿Dónde está la necesidad de que los números primos vayan unidos?
“… próximos pero nunca juntos.”
¿Junto lo que es individual, único? ¿Cuál sería la finalidad en la existencia de lo característico, de lo original?
(La fuerza que ponemos en no aceptar la caducidad de todo y en todo.
Ponerla en preservar lo original, acoplandose cada día a cada cambio, tuyo o del otro, ahorraría penas.
La soledad en compañía es muy triste.)
Nada. Reflexionaba
Claro que, dejaríamos de gozar de “literatura de blog, circular, inexta, absurda, sin principio ni final”, dejaríamos de ser excéntricos y chiflados, gozaríamos en demasía, nos aburriríamos finalmente.
El término medio es difícil de mantener, los límites tienen más vidilla, y son más religiosos ;-)
Un beso.
No vengo por los números primos querido Pedro, ni por el chocolate ni tampoco por el calor del desierto.
Vengo pa' decirle a Vd. que tiene un regalito en mi blog (que no, que no es una tarta)
Besitos
tus textos siempre me dejan "muerta" por eso ahora no puedo escribirte más.
será que es febrero
o que tengo hambre.
biquiños,
por cierto, el libro (por si no lo has leído) me gustó bastante.
De cenizas, solo has acertado en una cosa, lo de primo, lo soy.
Un abrazo
gaia07, buscar ese término medio es complicado pero fascinante.
No ser un número, ni un primo, ser.
En eso andamos.
Te juro que hay momentos que lo consigo.
Precisamente todo lo que no puedo contar aquí
Un beso.
Muchas gracias virgi, un honor tu cita.
¿Cómo sabes que fui alquimista?
Un beso (hace tiempo que no doy besitos, cuando beso, beso)
Revive Aldabra, es domingo y te espera un buen día.
Aunque ahí puede que te lleve el viento.
Bikiños
Ah, sí, el libro está bien.
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