miércoles, 28 de octubre de 2009

Bromo.


Recibo mensajes en clave, descifro –estoy bien, te quiero- y sé que antes lo ha pintado en las blancas paredes de su alma, que sus dedos hurgaron en mi boca y encontró un país, que nadie antes descerrajó su cuerpo a la inundación de la ternura, que cortó su pelo y su esperanza, que la historia la escriben los que ganan y quedamos enterrados en cenizas hasta el estómago.

Con sal en la lengua recuerdo su infantil aversión a la sangre y a las bicicletas amargas de la plaza.

Los dioses se han empantanado, se ha dormido el viento.




28 comments :

 Mayte dijo...

El viento levanta y guarda bajo su lengua los secretos que nadie cuenta y tus palabras se asemejan mucho al viento... a veces.

Bikiño y salgo de puntillas.

Pedro M. Martínez dijo...

Sí, Mayte, pasan sin dejar rastro.
Besos

Clarice Baricco dijo...

Me rindo ante usted. He escrito mil comentarios y los borro. No puedo externar.

PD. ¿Cómo evitar el robo de una canción en una madrugada cuando se piensa que nos pertenece y no es así? Me voy al muroalmohada con la canción.

Magnolio dijo...

Estos días me sienta mal el desayuno, voy al médico, nada. Leo: "Fluor, Cloro, Bromo... elementos químicos altamente tóxicos en mamíferos. La OMS recomienda su ingesta en pequeñas diócesis y con mucha precaución. Por la mañana, nocivos. Por la noche, letales".

Tempero dijo...

Igual pudo descerrajar dos tiros. Igual pudo elegir la escopeta entre las tres que tenía, pero descartó la repetidora. Por la paralela es como sintiese el hocico del animal nada más apuntar, era su arma querida, la que conocía la disposición de los matorrales, ¡tanto había ido con ella! Por la superpuesta sabía que norte y sur se pueden deteriorar con un simple gesto del gatillo. Norte era su cara y sur el entramado de su pelvis. Pero ya lo he dicho, que igual le pudo descerrajar dos tiros por toda la contienda amorosa que llevaron constantemente.
Esta vez le perdonó la vida. Su padre justo se había llevado las escopetas a revisión al cuartelillo.
Fue como un mensaje pospuesto.

ana p. dijo...

Sanguineamente maravilloso

Tinta de aterrizaje dijo...

Soplar desde la distancia.
Un alvéolo es ya un mensaje.
Tener a los dioses por ayudantes: mal apaño.

Marisol Cragg de Mark dijo...

No me gusta el bromo pero tus letras... se me pegan al cuerpo.
La última frase me gustó mucho.
Muchos saludos berlineses.

Arantza G. dijo...

¿Es posible que se nos ponga cara de ceniza si nos excedemos con el bromo?
Jo, qué día tengo...mejor salgo y no digo ni mu.
Besos, esos siempre.

Shandy dijo...

Leo los tres últimos textos y, por su final, parecen remitir a una tortuosa vuelta por la carretera de Zanzibar. Amarga nostalgia, saudade y melancolía que no impiden disfrutar de los mensajes en clave de la poesía.

No descifro, simplemente disfruto de las contorsiones, acrobacias y juegos lingüísticos del autor. Y de la música de Mayte.
Un abrazo, Pedro.

Pedro M. Martínez dijo...

Nunca te rindas Clarice Baricco, 1,67 puede ser estar más arriba que el Nevado de Colima.
Extérnate desde el talón sea quién sea el que esté enfrente.
Nada nos pertenece, nacemos desnudos y así nos morimos.
(Entremedio hay dulces cosas que se pueden hacer desnudos)( como ducharse, tomar una sauna, esas cosas)

Pedro M. Martínez dijo...

Magnolio, lo mejor es que te lo lean, al oído, sin odio, con dulce voz, lenta y suave deslizándose desde tus oídos hasta el pecho (me refiero por dentro, sin dobles sentidos) (digo dobles sin referirme a nada concreto). Falta el yodo, mañana. Y fin. Después otra cosa. Si sé. Si siento. Si quiero (siempre quiero, soy un tío fácil) (no todos/as dicen eso, pero bueno) ¿Beso?

Pedro M. Martínez dijo...

Tempero, ya que lo dices, siempre te imagino enfundado en un uniforme, no sé de qué, de guardabosques solitario o de vigía de ciclones, de coronel de infantería o de farero en algún puerto de la Mancha, yo qué sé, algo de respeto, con gorro de plato, que con esa cara tan seria y con lo bien que escribes es que acojonas (a mí al menos), que te leo y me digo uy, hoy me he librado, no dispara, pero sí, disparas con tu elocuencia y mis pájaros huyen desde los zarzales hasta un cielo que les traiciona en su contraste de luz –caen abatidos, claro- , y a los pequeños roedores ni te digo, esos si que no tienen posibilidad de fuga, ahí están, con los brazos en alto, contra el muro donde, mirando el más acá sabiendo que el más allá es privilegio de los grandes saurios, de los hipopótamos bailarines. Qué cosas, podríamos estar así toda la tarde, pero no.

Pedro M. Martínez dijo...

ana p. ¿sanguineamente? ¿maravilloso? algo no me cuadra, la belleza del sufrimiento. Mis respetos.

Pedro M. Martínez dijo...

Tinta de aterrizaje, pues no, Dionisios es de mi cuadrilla y no sabes lo bien que lo pasamos.
En cambio, con los alvéolos…
1 Cavidad de la mandíbula de los animales vertebrados en la que está insertado el diente.
2 Cavidad pequeña de los pulmones, donde desembocan cada uno de los bronquiolos y se produce el intercambio de gases.
3 Casilla hexagonal de las que forman las abejas y otros insectos en el panal. celda, celdilla.

Ahí me has dejao p´allá

Pedro M. Martínez dijo...

Son letras pillinas Marisol, se pegan siempre a la belleza.
Una confesión: cada vez que dices Berlín con esa voz tan dulce me pongo en posición de firmes (soy de los tiempos en los que se hacia el servicio militar obligatorio). También me gustan tus frases, tienen ritmo. Saludos.

Pedro M. Martínez dijo...

Arantza G., como soy de Bilbao me tomo bromo con leche todas las mañanas. Y mira que majo me conservo.
La cara de ceniza se pone solo con el desamor. Hace un día ¡maravilloso! , anda, alégrate, cambia esa cara.
Con beso se lleva mejor (y con la continuación ni te digo)

Pedro M. Martínez dijo...

Shandy, puedo asegurarte y te aseguro que mi tortuosidad es puramente literaria. Mi camino –sin ser de rosas- está lleno de alegría y tranquilidad. No hay nostalgias, ni saudades, ni melancolía y no sé ni dónde demonios está Zanzíbar.
Aquí ando intentando dar color a los días. Nada más.
Voy por el verde, en segundo de verde.
Cuando llegue al rojo te aviso.
Mientras te, te, te abrazo

Guada dijo...

"Toda huella escrita se precipita como un elemento químico, primero transparente, inocente y neutro, en el que la simple duración hace aparecer poco a poco un pasado en suspensión, una criptografía cada vez más densa." Roland Barthes


Si, eres genial :-) disfruto muchísimo con cada una de tus palabras, se sienten, se sienten.

Besitos,

Ventana indiscreta dijo...

Sir Peter, tranquilo, que yo no soy la candidata a los disparos, pero disiento con la historia de los ganadores: la escriben quienes en ella pierden algo. Otra cosa es que esa historia se remueva como verdad en los que quedan.
Sir Peter, a ver si pasas de los halógenos que te estás retorciendo una pizca. Aunque ya sabes por tu mar que sal no es otra cosa que cloruro sódico. Y sal sí viertes aquí, en este puchero violáceo de lábiles palabras.

Besos entornados.

Pedro M. Martínez dijo...

Guada, preciosa frase, ese “pasado en suspensión” me recuerda tantas cristalizaciones como he disfrutado de algunos elementos químicos.
Y de las que sigo disfrutando.
Soy trabajador. Me alegro de tu disfrute, me gusta que disfruten conmigo, ahí está el mío. Besos de permanganato (sódico)

Pedro M. Martínez dijo...

Ventana indiscreta hay ganadores que pierden la dignidad (entre otras muchas pérdidas) pero se llevan tanto que no suelen dejar nada para los perdedores (excepto miseria y dolor). Y según qué ganadores dejan un paredón.
Pero no es el tema ya que yo de disparos no estoy puesto, ni siquiera verbales, que camino por el sendero pacífico y con la otra mejilla siempre dispuesta a recibir lo que recibí en la primera (necesaria para que exista la segunda). Ahora, eso sí, de mar sí estoy puesto, puestísimo, que cuando estoy lejos me entra una tristeza así, como de pulpos abrazados a mi garganta, que me quedo mustio, mustio y se me encallan todas las barcas (botes que se dice en Elantxobe) entre las lábiles palabras que me salen de ahí mismo (de los labios, claro). Besos con tornasol (papel de )

Clarice Baricco dijo...

¿Y de qué me sirve sí Ben Kingsley está tan lejos? ¿En qué cambia? ¿Pa'qué? El 1.67 es cobarde, por eso quizá le sienta mejor seguir escribiendo reseñas. O quizá los gritos y los susurros se vayan a un sordo y cómodo twitter.
Dejo encendida tu música. Al menos que los oídos se la lleven al trabajo.

Abrazos.

Єѕтnoм dijo...

mmm...
cómo me gusta leerte!

Ariadna dijo...

Yo si que no te doy trabajo Pedro.
Apenas digo.
Sólo los leo y me djo besar..
Por qué no?

gaia07 dijo...

Para descifrar mensajes íntimos hay que estar muy dentro del otro, pero si los dioses no hacen su trabajo la inexpresividad se adueña de todo y se hace imposible comprender.

Un beso.

ana p. dijo...

Me refería a que expresas la nostalgia y el dolor por lo que ya no está desde tan adentro, que me parece diluido en tu sangre como las vitaminas, las plaquetas o el agua. Y que esa manera de hacerlo me parece maravillosa... A veces me vuelvo demasiado sincrética buscando imágenes y pasa lo que pasa..... Respetos recibidos. Envío besos

pepa mas gisbert dijo...

Los dioses nunca estan cuando los necesitamos.

Un abrazo

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