Yanallaypaq.
Jamás.
Jamás había sentido tan crecido el cielo
tanto mar invisible
que esa noche
de espejismos entrelazados
de luces devoradas
por los peces de nuestras bocas
de senos caídos sobre el lecho
como dos gotas sumergidas
como dos brazos blancos
que no tocaran la oscuridad del agua.
Jamás, amor.
Trinidad Portlumière (Martinica, 1956)
Un cóndor cruzaba el cielo de madrugada. El día comenzaba con desgana, como si tantas horas fueran excesivas hasta la llegada de la noche.
El poeta, a lomos de una mula, ascendía por el camino serpenteante. A la grupa llevaba la culpa envuelta en una manta negra. Le decían el poeta solo porque sabía leer y escribir. Eso le hacía útil para descifrar las cartas del gobernador, los mensajes de amor que subían del llano y los requerimientos del hacendado. El calor aún no le impedía silbar para espantar la soledad. Aquella mañana le dolía tanto el corazón que decidió no entrar en versos ni romances para no espantar a los pájaros de la alegría.
En un recodo, agazapado, acechaba el enmascarado, en su mano un cuchillo desnudo brillando con los primeros rayos del sol. Veinte dólares era el precio pactado por terminar con el sensible viajero de la poesía.
El poeta miraba atento al camino pero la curiosidad le impulsó a levantar un extremo de la manta; la culpa se escurrió entre los pliegues negros, se aferró a sus piernas, le subió por la cintura, se coló en su pecho, hizo tropezar a la mula. Fue la caída, el grito, el golpe contra las piedras ahí abajo, después el silencio.
Horas después el enmascarado, aburrido por la espera, enfundó su cuchillo y supo que no cobraría la recompensa. Además había olvidado quién se la iba a pagar.
Ahora a la montaña ya solo suben los cantores del alba, aquellos que cantan las penas de otros.
Y las mujeres de la sierra no sonríen.
14 comments :
Enigmático título, precioso poema y peculiar relato.
Culpa y dolor son ásperos acompañantes del poeta solo al amanecer de la montaña.
No necesitan que nadie los mate. Se mueren solos.
Y dejan sola la sierra de cantores de penas ajenas y de sonrisas de mujeres.
Bella tristeza.
Abrazos
Como no soy de sierra sino de mar, te mando una sonrisa.
(era la estrella).
Ummm la culpa y los poetas no conjugan bien. En realidad la culpa no debe conjugar bien con nada, un sentimiento inane que tiende a desgastar el pensamiento.
Y a mí me gusta la curiosidad a pesar de que Pandora esté tan mal considerada, pobre!
Pero la atmósfera de tu relato... ummm, plagadita de sensaciones.
Besos desde la montaña, compadre.
Pedro, rebosas creatividad y tienes mucho mérito, sin lugar a dudas y mi criterio no está condicionado por la simpatía que te tengo.
Me gusta lo que haces con las palabras y esa búsqueda constante. Gracias Pedro.
El tema de hoy: "conocimiento del idioma de los Incas"
Busqué y busqué pero mi conocimiento no me alcanza para descifrar lo que significa YANALLAYPAQ.
Si quiero escribirte: "Llapan yachakushqantsikmi yuyaynintsikman aywan"....
Si, eso mismito que piensas "Todo lo que aprendemos va a la memoria" ;-)
Te dejo aquí el enlace del pdf, seguramente que a alguien más puede interesar: http://portal.huascaran.edu.pe:8080/Docentes/xtras/pdf/dicc_ancash.pdf
Un abrazo enorme, queridiño.
Lo cantaba Yupanqui ybris: ...si se calla el cantor calla la vida...
procuremos seguir cantando, alguien escuchará.
Gracias.
Abrazos.
Ondina estrellada, recibo tu sonrisa con la mía.
besos.
Margot, las veces que habré subido a esa sierra.
Bajado, menos.
besos desde el llano.
Mirada, muchísimas gracias, reina.
Hoy te leo y me alegro de nuestra amistad.
también te beso, como cada día.
bella.
Un saludo!!
Y aqui nos crece el cielo, pero en nubes. Y las gotas emergen...
Chuff!!
Exquisito.
Cuando llega la hora justa, el último canto es el adiós a la vida.
Besos, Pedro.
Y si, si, procura seguir cantando, que te escuchamos.
ZenyZero, tiempo sin leerte.
¿Sigues en Madrid?
Saludos bajo la lluvia.
Carmen, desde niño he asociado el adiós a la vida, con esto:
.
http://www.youtube.com/watch?v=boBaYL8ZnrM&feature=related
Seguiré cantando.
Besos.
Y muchas gracias.
Esperare al próximo poeta sonriendo, es duro dejar de sonreír rodeada de montañas y viendo al cóndor cada día.
Que maravillas nos haces sentir. Un beso Pedro.
gaia07, el cóndor pasa (que cantaba Simón)(ah, y Garfunkel).
Hay poetas que solo pasan una vez en la vida.
Un beso, reina.
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