viernes, 28 de septiembre de 2007

En primera línea.


Ya que el deber tiránico me exige
que yo oculte mis tristezas íntimas
para poder hablarte y conmoverte
voy a escribir a espaldas de mí misma.

(Juana Borrero - Cuba 1877-1896)



En primera línea, en las trincheras, hundidos en el barro hasta las rodillas, asomando la cabeza con tiento, sabiendo que somos los siguientes, los de la próxima batalla, temiendo su inminencia, nuestras escasas fuerzas, lo cruel del combate, lo irremediable del desenlace, que estamos vencidos aún antes de comenzar.

Y sin embargo ajenos a los pregoneros del miedo, al silbido de las serpientes, en vigilia, con inspiración, airosos, benditos sin bendiciones, con un sombrero de plumas, alegres, brindando al viento, ebrios de vida, saltando con agilidad la arquitectura de los días, traduciendo las sílabas de la risa, eludiendo la geografía de lo complejo, nadando en besos, deslizándonos en abrazos, casi exultantes.

Que nadie sople nuestros faroles, que nadie borre el camino escogido, que las nubes pasajeras no nos impidan ver el rumbo marcado por las estrellas, que nada restrinja nuestro gozo, que nadie nos prohíba la felicidad, los sueños, que nunca el pasado nos siga, furtivo, recordándonos lo que no fue, lo de antes, que el ahora nos colme, nos haga levantar la mirada, que el espejo nos mienta, nos mime, nos ensalce.

Que la inocencia siga en equilibrio, que no perdamos la voz espontánea, la piel erizada, el sentimiento ahogándonos, oprimiéndonos la garganta ante lo bello, lo profundo, lo que nos vuelve el alma del revés, todo aquello que apenas sabemos definir pero que nos hiere de intensidad, de anhelo, que nos toca ahí dentro, en lo más íntimo, allí donde ni siquiera nosotros mismos sabíamos que existía un territorio.

Que no nos falte el deseo como un lobo poderoso, ni el abrazo de nuestros amigos, ni los cantos de sobremesa con una copa de vino en la mano, ni las ganas de pasar mil medianoches bajo un cielo negro, nuestro, hablando de caricias y halagos, de amistad, deliciosa conversación del ahora, lo que somos, sin distraernos del objetivo, que no baje el telón de la comedia, que sigan en el destierro los cazadores de dramas.

No queremos sólo esto sino todo, que la brújula señale siempre la primavera, que el crepúsculo no se destiña con la lluvia, que la memoria se serene y amasemos las horas del amor, demorándonos en gemidos y dulzura, que los olores de la niñez no se pierdan, que los ojos de nuestra niñez no se apaguen, que esta hora, que este día de hoy sea único, es el momento de continuar, llorando, luchando, riendo, siendo, viviendo. Os abrazo.



25 comments :

Margot dijo...

Entre la foto y el abrazo me has dejado patidifusa, como acostumbras... aunque sea por otras causas a las de siempre. Hoy no tanto las palabras ni la forma de decirlo sino lo dicho.

Y me tomaría una copita del mejor Rioja contigo y te haría cosquillas en el entrecejo, palabrita!!

Pedro M. Martínez dijo...

Margot, no te acostumbres a mis costumbres desacostumbradas. O sí.
Lo dicho. Eso, lo dicho.
Y ya ves, antes solo me gustaba el Rioja, pero luego viajas y bebes y te empiezan a gustar tantos vinos, de tantos sitios, que estoy deseando ir a Australia (me han dicho que tienen un tinto sublime).
Y lo de las cosquillas en el entrecejo, sigue, sigue.
Todo sigue. A por ellos.

ybris dijo...

Eso. Que nadie ni nada nos derrote.
Aunque sea escribiendo a espaldas de nosotros mismos.

Un abrazo.

tomatita dijo...

Plas, plas , plas...te aplaudo y te abrazo, querido Pedro.
Esta es la semilla.

makkkafu dijo...

Reítero lo dicho, ese texto me llega.

Lo enlazo,

Un besote Pedro.

C.A. Makkkafu.

Pedro M. Martínez dijo...

Pero tú sabes, querido Ybris, que escribir es más o menos fácil (de espaldas, de frente o de perfil).
Lo difícil es vivir sin que nadie ni nada nos derrote.
Casi nada.
Un abrazo.

Pedro M. Martínez dijo...

tomatita ¿por este orden?
¿y si empezamos por el abrazo? (no vaya a ser que luego te olvides).
la semilla estaba ya puesta.
Vale, te abrazo yo.

Pedro M. Martínez dijo...

makkkafu, reiterado queda.
Gracias por la distinción.
Un beso.

Camille dijo...

Ay! llego tarde. Qué día!!
Qué exposición, Pedro? De quién? de qué?
Tintos en Australia riquísimos el Yellow Tail de uva shiraz uhmmm pero apunta, apunta: Luddithe (africano y puro chivatazo).

Buen finde, corazón!

P.D. Gracias por el post

mirada dijo...

Mi querido Pedro,
desde la mañana temprano ando emocionada y mira que la vida es bella... si.
Un enorme enorme abrazo.
Muchas gracias por hacernos sentir así.

Anónimo dijo...

Llevo días para decirte que me uno a tus sentimientos, porque conozco esa pena. Es fantástico lo que escribes y cómo lo describes.Un abrazo y llevaremos tus recuerdos a La Barrosa.
Muslaribat

gaia07 dijo...

Podría decirte un montón de cosas… pero solo te diré que quiero abrazarte.

Anónimo dijo...

Hola Pedro...cuanto tiempo sin visitarte...el dios crono me atormenta.
Y que casualidad entrar hoy que as comenzado con una de nuestras poetisas...
Y me entero de la triste noticia del 23...te acompaño en tu sentimientos.
Tiernos besos caribeños para ti,

Pedro M. Martínez dijo...

Sibarita Camille, pues no, no estuvo el todo Bilbao, faltaste tú.
Gracias por tus consejos.
Y por todo.
Besos.

Pedro M. Martínez dijo...

Mirada, a unos sí y a otros no.
Sabes que abrazarte es para mi vivir en el paraíso.
Gracias a ti.

Pedro M. Martínez dijo...

Muslaribat, tres a mayor.
No vale dar envidia (ay, esa Barrosa, llevo dos años sin pisar sus arenas).
Muchas gracias.
Un abrazo extensible al que no juega al mus.

Pedro M. Martínez dijo...

Pues nada, gaia07, nos abrazamos en silencio.

Pedro M. Martínez dijo...

Una poetisa muerta muy joven, Doris.
Libérate del dios crono.
Muchas gracias por los besos caribeños
Van los míos, cantábricos.

JARDIN HAIKU: El Arte de Vivir el Instante dijo...

"Que la brújula señale siempre la primavera"
me quedo con esa frase y recibo el abrazo

Pedro M. Martínez dijo...

Verónica Curutchet, es solo un deseo, las brújulas suelen ser desobedientes.
Pero mi abrazo, no.

Anónimo dijo...

...yo tengo una línea de amores perdidos que fueron ordenados según circunstancias externas: hermano de dieciocho, padre de cincuenta y tres, e hijo de tres, ordenados en dos consecutivos diciembres ...parece que hasta fuera una anómala persignación, pero con ella o sin...en dos años tuve que despedirme y desarraigarles la vida de mi alma.. abstenerme de seguir preguntándome...
Mis grandes amores están bajo suelo, ordenados por lápidas, secundados de maravillosos silencios y respeto de mis seres queridos.
Pero la noche viene a buscarlos y yo a hurguetear...me duele que no estén y mis ojos no ven tan lejos...

Pedro M. Martínez dijo...

Cecilia, mi respeto y mi abrazo.

Anónimo dijo...

gracias Pedro...tu abrazo llegó.

Un beso

Cecilia

Magnolio dijo...

Un año después, dos, ojalá tres, cuatro... que sigamos en primera línea,
que nos nos falten todas esas y demás amorosas impaciencias.

Amén.

Pedro M. Martínez dijo...

Magnolio, lo escribí unos días después de fallecer mi padre.

(Ay, casi hace dos años)
Y no me acostumbro a su ausencia

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