Desiderata
Anda plácidamente entre el ruido y la prisa, y recuerda la paz puede que haber en el silencio.
Todo lo que puedas, sin rendirte, vive en buenos términos con todas las personas.
Di tu verdad tranquila y claramente. Y escucha al aburrido y al ignorante; ellos también tiene su historia.
Evita las personas ruidosas y agresivas; son ofensivas para tu espíritu.
Si te comparas con otros, puedes volverte vanidoso o amargo, porque siempre habrá personas más grandes o más pequeñas que tú.
Disfruta de tus logros así como de tus planes.
Mantén el interés en tu propia carrera, aunque sea humilde; es una verdadera posesión en las cambiantes fortunas del tiempo.
Ejercita la precaución en tus negocios, porque el mundo está lleno de trampas.
Pero no por eso te ciegues a la virtud que pueda existir. Mucha gente lucha por altos ideales y en todas partes la vida está llena de heroísmo.
Sé tú mismo. Especialmente, no finjas afectos.
Ni seas cínico respecto al amor porque frente a toda aridez y todo desencanto, el amor es perenne como la hierba.
Recoge mansamente el consejo de los años, renunciando graciosamente a las cosas de la juventud.
Nutre tu fuerza espiritual, para que te proteja en la desgracia repentina.
Pero no te angusties con fantasías. Muchos temores nacen de la fatiga y la soledad.
Más allá de una saludable disciplina, sé gentil contigo mismo.
Tú eres una criatura del universo no menos que los árboles y las estrellas, y tienes derecho a estar aquí.
Y te resulte evidente o no, sin dudas el universo se desenvuelve como debe.
Por lo tanto mantente en paz con Dios, de cualquier modo que lo concibas.
Y cualesquiera sean tus trabajos y aspiraciones, mantén, en la ruidosa confusión de la vida, paz con tu alma.
Con todas sus farsas, trabajos y sueños rotos, este sigue siendo un mundo hermoso.
Sé alegre. Esfuérzate por ser feliz.
2 comments :
Capa estaba allí. Busco la foto del general, todo lo largo que era sobre los adoquines, con un charco de sangre por almohada rodeado de zapatos y pantalones y algunas manos movidas que conforman una corona...Me siento como un medievalista escribiendo una entrada en uno de los 25 tomos del Diccionario Biográfico Español de la Real Academia de la Historia (Argf! Que nombre más largo). ¡Lástima de papel! ¡pobres arbolitos tan mal empleados!...
Me copio y pego, a oscuras, de espaldas a la ventana, el poema de hoy con miedo por que tanta reclamación del copyright termine salpicandome a la cara cuando intente memorizarlo. Trastorna saber que algo que deberíamos tomar en píldoras cada mañana con el desayuno sufre de tanto debate en los juzgados.
Coño, si esto debería ser como la vacuna de la Malaria, gratis y de todos.
Que lo canten los niños en las escuelas....
Vamos, que yo me lo copio y pego...
Me lo leo, me lo aprendo.
Gracias, Pedro. Buen finde.
”… No es frecuente que la miseria, que recorre estas tierras infernales de un extremo a otro, se convierta en objeto filosófico. Más a menudo es la sociología la que se apodera de ella para nombrarla, describirla, mostrarla, afirmar su existencia, cuantificarla, y eso ya es mucho. Pero los filósofos, ¿dónde están? ¿Qué hacen los intelectuales y qué dicen sobre esta cuestión?
Más preocupados por las miserias del mundo cuando éstas parecen nobles, dignas y capaces de abrir las puertas de un reconocimiento mediático o de un hipotético Premio Nobel, no ahorraran manifiestos, peticiones y tomas de posición cuando la misera es limpia, es decir, cuando forma parte de guerras, genocidios sanguinarios, combates planetarios entre potencias enloquecidas. ¿Y la “miseria sucia”, la de los individuos sobordinados, los indigentes, los héroes cotidianos que mueren en los huecos de una escalera a causa del frío y el hambre, o que, día tras día, patean las calles a la espera de la limosma de un trabajo miserable? ¿Y la de los hombres y mujeres que, sin descanso, ofrecen su tiempo, su energía, sus sueños, sus deseos, a las ávidas fauces del Leviatán en las fábricas, los talleres, las empresas?
… Todavía espero que algún reputado contemporáneo, menos preocupado por su pertenencia a una corriente destacada de la moda que por la lógica de un trabajo auténticamente filosófico, sea a su época lo que Proudhon fue a la suya con la redacción de la “Filosofía de la miseria”, obra que, pese a sus limitaciones, continúa siendo el prototipo del trabajo político por excelencia: el que consiste en plantear en términos claros lo que a sus propios ojos de pensador constituye el mayor objeto de escándalo. …”
Política del rebelde – 2. De la indigencia. Cartografía infernal de la miseria
de Michel Onfray
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