Tarot.
A lo que con estas breves palabras replicó el gran Enemigo: «Humillado Querubín, vileza es mostrarse débil, bien en las obras, bien en el sufrimiento. Ten por seguro que nuestro fin no consistirá nunca en hacer el bien; el mal será nuestra única delicia, por ser lo que contraría la Suprema Voluntad a que resistimos. Si de nuestro mal procura su providencia sacar el bien debemos esforzarnos en malograr su empeño, buscando hasta en el bien los medios de hacer el mal; y esto fácilmente podremos conseguirlo, de suerte que alguna vez lo enojemos, si no me engaño, y nos sea posible torcer sus profundas miras del punto a que se dirigen. Pero mira irritado el vencedor, ha vuelto a convocar en las puertas del cielo a los ministros de su persecución y de su venganza. La lluvia de azufre que lanzó contra nosotros la tempestad, ha allanado la encrespada ola que desde el principio del cielo nos recibió al caer; el trueno, en alas de sus enrojecidos relámpagos y con su impetuosa furia, ha agotado quizá sus rayos, y no brama ya a través del insondable abismo. No dejemos escapar la ocasión que nos ofrece el descuido o el furor ya saciado de nuestro enemigo. ¿Ves aquella árida llanura, abandonada y agreste cercada de desolación sin más luz que la que debe al pálido y medroso resplandor de estas lívidas llamas? Salvémonos allí del embate de estas olas de fuego; reposemos en ella, si le es dado ofrecernos algún reposo, y reuniendo nuestras afligidas huestes, vemos cómo será posible hostigar en adelante a nuestro enemigo, cómo reparar nuestra pérdida sobreponiéndonos a tan espantosa calamidad, y qué ayuda podemos hallar en la esperanza, si no nos sugiere algún intento la desesperación.»
John Milton El Paraíso Perdido
Fui allí por una apuesta, una broma a mí mismo.
Una tras otra, la presunta adivina desplegaba las cartas mientras, sin mirarme, mascullaba su letanía.
No creía sus palabras, lo que decía, nadie sabe, nadie puede saber.
Aquella impostora solo pensaba en qué pedirme, cuantas viles monedas por aquel engaño consentido a pesar de mi escepticismo.
Monótona, arrojaba sobre mi incredulidad naipes que contenían la suma de romances gastados, prodigios pretéritos, pasiones de ahora.
Levantó otra carta, la última, y entonces sí, me miró.
Temblaban sus párpados y su voz cuando dijo –Cuidado, hombre, veo el abismo. Y tú estás dentro.-
No lo creo, o lo creo, es igual, desde entonces no puedo dormir.
11 comments :
Bueeeeeeeeeeeeno, pues venga a dormir que te canto una nana:"duérmete niño, duérmete ya o vendrá el coco y te comerá...", jajajaja...
A mí la mala suerte me viene de tanto espejo roto, cada vez que rompía uno, de niña, me decían: ¡siete años de mala suerte! Y así me va, ni la pata de conejo, ni nada...
En serio, que tengas felices sueños.
Un besito pa' dormir.
El camino se abre ante tus ojos, un abanico coquetea con el filo de tu destino, mira bien, mira atento, porque nada es lo que parece, la suerte ronronea a tu oido...ven...ven....ven conmigo. Oscuro destino, deslizan las manos las cartas sin marca, sonrie la vida, se burla la muerte.
Familia de bruixas.
Besiños, y bonitos días Pedro, hasta el lunes, deseame cosas lindas me voy a las montañas ;)
39. Posibilidades:
Esta carta indica que tú estás en el punto en que un mundo de posibilidades se abre para ti. Porque te has vuelto más amoroso contigo mismo, más auto-contenido, puedes fácilmente trabajar con otros. Porque estás más relajado y a gusto, puedes reconocer las posibilidades cuando se te presentan, a veces aún antes que otros lo puedan ver. Porque estás en sintonía con tu propia naturaleza, puedes comprender que la existencia te está proveyendo con exactamente lo que necesitas.
¡Goza el vuelo! Y celebra toda la variedad de maravillas del paisaje que se abre ante ti.
Por ser para ti, esta ronda gratis...
:-)
Me has traído a la memoria cuando fuí con veinte años a echarme las cartas. Yo también era (soy) escéptica... sin embargo, cuando salió determinada carta (ya no la recuerdo) abrió las palmas, las posó sobre la mesa, enmarcando aquello que veía como atónita... Levantó la vista, me miró y dijo: "no voy a decirte lo que veo, igual así, cambias tu destino".
También estuve meses sin dormir.
Han pasado veinticinco años y lo había olvidado por completo.
¿hubiera sido mejor saberlo?
¡ja! Vete a saber...
Un beso, inagotable Pedro.
Y eso que acudió por broma como buen incrédulo.
Algunos nunca deberían tomarse a broma ciertas cosas.
Sobre todo cuando tienen miedo a los abismos.
Abrazos.
Qué vértigo...
Las cartas con ojos....coña Pedro, lagarto, lagarto.
Menuda sima bajo los pies.
Besos de agua dulce, jajaaja
mabel g. c., las niñas ricas es lo que tenéis. En mi casa no había espejos, nos mirábamos en el río, la suerte era pescar, la suerte era comer, la suerte es vivir. Un beso al despertar
Mayte te deseo un magnífico fin de semana en las montañas, si ves a Heidi le das recuerdos. Besos a las bruixas. Y a ti.
mirada, 39, 69, 66, 99, es igual, todas las posibilidades son buenas, no creo en la magia (solo en la del amor), jamás he creído en brujas (aunque estuve enamorado de una).
Cuba libre, en vaso ancho y con limón.
A tu salud.
Carmen, no, mejor no saberlo, quizás hubiera cambiado tu destino.
Más vale lo malo conocido.
Y no me agoto, no, me autoimpulso (con tanto cariño como recibo, cómo no hacerlo) Un beso
No creas ybris, un día “pensé” en ir a consultar mis cuitas a una bruja (imagina cómo estaría mi mente).
Y es que hay veces que uno no se reconoce.
Me sorprendí a mí mismo.
Tampoco está mal, siempre ser juicioso es un rollo.
Pero no fui.
Abrazos.
Arantza G., cartas con ojos, surrealismo puro, la bola del futuro, la bruja Avería, los electroduendes, besos marinos.
Seguro que esa bruja era muy culta y estaba sobrá de Milton, Dante, Cia. y sus infiernos.
Te lo digo yo, que noy nada culta, y siempre te veo mucho más cerca de los cielos que de lo otro.
Muxus andaluces.
Jajajajaja y pijas, ¿no?
Bueno, lo que tú digas, y por ser viernes, sólo para ti, saco otra carta.... Tatatachán.... LA ESTRELLA.
Feliz finde.
Aveces me han leído las cartas y a veces me he echado el I Ching. Creo que si te lo tomas en serio no engañan: el problema es que las respuestas son tan ambiguas...las entiendes después.
Un emperador oriental, supongo que ya conoces esto, fué a que le predijesen el resultado de una batalla: si la emprendes destruirás un gran reino -perdió la batalla y realmente destruyó un gran reino: el suyo-. Un abrazo.
Quien no conoce el abismo no sabe lo que es la luz.
Yo tengo una pitonisa particular de la que me puedo fiar y está al tanto de todo cuanto me ocurre.
Solo tengo que mirar de fuera a dentro, veo los abismos, si estoy dentro o fuera (del abismo), cuanto tardaré en volar de una orilla a otra, o en subirlo. Cuando te habituas, puedes ver el que rodea a otras personas, si quieres.
Y duermo como una bendita, salvo cuando tengo que subirlo, ahí noto como pego resbalones mientras duermo.
He desarrollado una capacidad prodigiosa, suba por donde suba, siempre llego a la orilla que me interesa ¡qué cosas verdad! Claro que siempre espero a ver dónde llego para interesarme por lo que hay.
Es todo tan sencillo que asusta, no es que las cartas descubran lo que te pasa o te pasará, es que lo que te pasa o te puede pasar lo adviertes al ver las cartas.
Cuestión de creerte ¡ala, a practicar!
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