domingo, 7 de marzo de 2010

Dem deutschem volke





Cuando un hombre te roba a tu mujer no hay mayor venganza que dejar que se quede con ella.
Sacha Guitry

Algunas personas nos preguntan el secreto de nuestro largo matrimonio.
Nos reservamos tiempo para ir a un restaurant dos veces por semana.
Luz de velas, cena, música suave y baile.
Ella va los jueves y yo los viernes.
Henny Youngman

No me preocupa el terrorismo.
Estuve casado diez años.
Sam Kinison

Tuve mala suerte con mis dos esposas.
La primera me dejó, la segunda no.
Patrick Murray

Dos secretos para mantener vivo el matrimonio.
1. Cuando estés equivocado, admítelo.
2. Cuando tengas razón, cállate.
Nash

La manera más efectiva de recordar el cumpleaños de tu mujer es olvidarlo una sola vez.
Anónimo

Mi esposa y yo fuimos felices durante veinte años.
Después nos conocimos.
Rodney Dangerfield

El matrimonio es la única guerra en la que uno duerme con el enemigo.
Anónimo

Un hombre puso un aviso en los clasificados: 'Busco esposa'.
Al día siguiente recibió cien cartas. Todas decían lo mismo: 'Puedes quedarte con la mía.'
Anónimo

Primer hombre (orgullosamente): '¡Mi esposa es un ángel!'
Segundo hombre: 'Tienes suerte, la mía aún no se me ha muerto.'
Anónimo
(Nosotros)

El desplazamiento conduce, por lo general al sofismo o a la simpleza. A la vez, pueden haber chistes que emplean un material en otro sentido, juego de palabras de doble sentido con alusión o encubrimiento de idea. Y la gracia del chiste no se encuentra en el pensamiento expresado, sino en la idea latente o en el propósito que lleva. Todos éstos y los de formación verbales subordinan al concepto de formación de sustitutivos.


Fácilmente puede observarse, en el chiste, cómo el deseo se realiza, disfrazando la intención para burlar a la censura y vencer la coerción. Entonces, podemos ver la relación entre el chiste y el sueño, en los que se presentan los mismos fenómenos: desplazamiento, condensación, elaboración inconsciente, etc. Aunque una gran diferencia entre ambos es que surgen en dominios diferentes de la vida anímica y en lugares del sistema psicológico muy alejados uno del otro: el sueño busca satisfacer una necesidad y ahorrar displacer, mientras que el chiste busca conseguir placer.








Momento de Auto-complacencia (Gates, Bill, me corrige en rojo si lo junto), que termino el eneagrama (again, Bill) y da 67, o 13, o no da.

Qué me importa mientras camino entre las jóvenes prostitutas de la Weinmeisterstrosse (es el único  lugar de Berlín en el que una mujer bella me mira con –fingido- deseo), arriba y abajo de la curvada calle con equilibristas tranvías amarillos.

Sigo caminando y barrios más allá, me topo con que los revisores de papeleras se obstinan en duras pugnas dialécticas con guardabosques solitarios.

Nosotros somos el pueblo –dice uno-.
Que vienen los rusos- contesta el Otro.

Der iwan kommit, repite, sonámbulo mantra del viejo guardabosques sin manta que vigila la cúpulas de los árboles de Tiegarten la cúpula del Reichstag, que no se copule entre los zarzales, que se cumpla la floración primaveral, que la nación no sea una obsesión, que las ardillas no muerdan a la niños y viceversa.

Vano intento, la normalidad del caos hace que todo sea como es y las obsesiones por naciones, cópulas, cúpulas y niños devoradores de ardillas crece y ocupa las primeras planas de los periódicos más prestigiosos y d`este blog Glup (2.0)

Al acabar el día el espíritu de Ángel González tiembla entre/bajo/junto a los tilos, se expande y recita:

Se diría que aquí no pasa nada,
pero un silencio súbito ilumina el prodigio:
ha pasado
un ángel
que se llamaba luz, o fuego, o vida.

Y lo perdimos para siempre.

Y ya solo queda recoger el catalejo, dar fuego a las farolas y volver al cuarto esquivando las escaleras abiertas, a los gatos negros y a los dobles de Stefan Zweig mientras escribimos por las paredes “verba volant, scripta manent”.

Señoras y señores, esto es lo de este domingo.

(Aplausos)





8 comments :

PÁJARO DE CHINA dijo...

Con una sonrisa que no se me descuelga de la boca, provocada por tus intersecciones fulgurantes. Segismundo Freud está muy de acuerdo. En el sueño y en el chiste somos, más que en ninguna otra parte, nosotros mismos. ¿Buscar el placer no será idéntico a ahorrarse el displacer? ¿No será la "felicidad" la capacidad de alejarse de los focos espacios gratuitos de angustia?


Tu recorrido alemán me hizo feliz. ¿Lo viviste o lo soñaste? No me digas nada. No hay diferencia.

Un abrazo fuerte.

Tempero dijo...

Vaya sueño tuve anoche. Iba conduciendo, ebrio para más cantar, con las cortas, sobre una carretera comarcal, larga, recta. Un coche me dio las largas, ráfaga, luz, invento para no despistarse. Afloje, no cabíamos los dos si no aflojaba. Aflojó. Casi llego a parar, paró. Era un marido, se le notaba en la cara.

Es sólo lo que recuerdo del sueño, ese haz de luz, esa ralentización. Y no era un ángel. Seguro que era un marido.

Abrazos de mañana. Oye, la cena estuvo bien, todos estuvimos bien.
Los arroces en su punto. Algunos maridos y mujeres en las mesas de al lado. Muchas mujeres en una mesa larga.

Pedro M. Martínez dijo...

PÁJARO DE CHINA, en estos días sopla tanto el viento por estos paisajes interiores que se lleva mis papeles, los pierdo. Quizás por eso te has adelantado en el comentario. Entre en lo tuyo y me asusté. Pensé: “oh” (no soy de mucho pensar, ya ves, fue un pensamiento onomatopéyico, breve pero admirativo), aún así hay veces que soy capaz de poner en orden dos o tres ideas y si coincido en una de esas, te comentaré como se debe.

La felicidad está siendo la placidez de esta mañana.
El recorrido berlinés es auténtico, creo, cuando me despierte te lo confirmo.
Un abrazo fuerte, fuertísimo.

Pedro M. Martínez dijo...

Tempero, lo maridos tienen una cara especial, mezcla rara de penúltimo linyera y de primer polizonte en el viaje a Venus: medio melón en la cabeza, las rayas de la camisa pintadas en la piel, dos medias suelas clavadas en los pies, y una banderita de taxi libre levantada en cada mano. ¡Te reís!... Pero sólo vos me ves: porque los maniquíes me guiñan; los semáforos me dan tres luces celestes, y las naranjas del frutero de la esquina me tiran azahares. ¡Vení!, que así, medio bailando y medio volando, me saco el melón para saludarte, te regalo una banderita, y te digo... estás en todas, tío, como San Juan, entre todas las mujeres, qué envidia.
Madrid es un punto equidistante entre ayer y la próxima vez.
Un abrazo para todos/as.

El clón de la cabra mecánica dijo...

Ha sido un verdadero placer conocer a tu tía.

Arantza G. dijo...

Con los dientes rozando el suelo...jajaja
Ese paseo berlines...
Espero poder soñar cuando esté allí porque los sueños abandonaron mi sombra hace un tiempo.
Besos

LA ZARZAMORA dijo...

Pla, plas, plas, plas.

Me ha gustado todo¡¡¡ y me hiciste reir un montón.

Buen domingo, Pedro.

gaia07 dijo...

"Al hombre sano, que se mantiene a sí mismo a raya, tolerante no por debilidad sino por fortaleza, capaz de emplear en provecho suyo incluso aquello que haría perecer a una naturaleza media…", que decía Nietszche, ninguna obsesión podrá privarle de conocerse a sí mismo y compartirlo en este blog Glup (2.0)

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