viernes, 11 de septiembre de 2009

Mi vida es el blog.


Mi vida es el blog, el resto es apenas supervivencia, trabajar, comer, dormir, esas actividades necesarias para poder estar frente a esta pantalla mágica que me mantiene y da sentido a mi existencia.
Mi matrimonio, mis hijos son apenas una excusa para encontrar temas para el blog. Como mi familia es bastante aburrida –solo hablan, comen y duermen-, debo dedicarme a múltiples actividades a la búsqueda de temas interesantes que atrapen a los lectores.
Así, con seudónimo, he publicado importantes libros, me he dedicado a la pesca del bacalao en Terranova, a la pintura de frescos en Florencia, al cultivo de la orquídea negra, al amor libre, a la recolección de la fresa en Lepe, al robo con escalo, a vender mi sangre, a investigar las miserias humanas, un sinfín de actividades con el único objetivo de tener las experiencias necesarias para poder plasmarlo en desbordantes post que reciban comentarios interminables.
No es tan fácil, además que los ojos se me están quedando cuadrados, estoy teniendo serias dificultades para compaginar tanto movimiento. La otra noche, sin ir más lejos, no pude consumar el amor con mi pareja ya que no encontraba la entrada USB –se enfadó mucho, claro-. En cambio con mi amante andaluza fui capaz de tener una relación vía webcam -bastante satisfactoria por cierto-. Estas cosillas las cuento y algunos aplauden, ya, pero tiene un punto trágico.
Un problema añadido es que se me está olvidando hablar. Escribir, escribo, mucho, demasiado, pero hablar, apenas. Al menos mi santa se queja de eso “Paco –ella me llama así- nunca me dices nada”. Y yo, “sí, cariño, ahora voy” (aunque nunca voy, casi no recuerdo como es su cara). Es que esto del blog, ya sabéis, te come mucho tiempo, te lo devora. Que te comentan y lo contestas, que vives pendiente de las visitas, de saber cuántos te han entrado ayer, de si ha quedado bien la foto de arriba, la de abajo, la longitud de los textos, los colorines.
Luego está lo de los amores; enamorarse de cuatro o cinco personas a la vez es tremendamente complicado, aunque sea por carta. Que tarde o temprano quieren conocerte. Que vayas. O vienen. Y tienes que inventarte un cursillo de macramé en Cádiz, o unos juegos florales en Cuenca, que mi santa se lo cree todo. Ellas, las cuatro o cinco, no, pero ¿a quién le importa?, si tú eres el tres de sus cuatro o cinco, si todo es exagerado, o mentira, o ilusiones.

Los cuentos de la guerra (de nuestra guerra) que suelo dejar no son ciertos, no me han ocurrido a mí. Me lo contó mi abuelo Ramón cuando aún no existían los blogs, cuando aún tenía una vida familiar anormal -lo normal es esto, vivir para contarlo-. Los tenía en algún lugar de la memoria y adorno los recuerdos. Otros cuentos si son ciertos.
Como lo del robo. Quería recrear lo que se siente al decir eso de “la bolsa o la vida”. Me puse una capucha y frente a la ventanilla del BBVA se lo dije al señor de gafas que atendía el mostrador. No me entendió hasta la tercera vez que le grité “que la bolsa o la vida, la pasta”. Con la inexperiencia, con las prisas no me di cuenta que no llevaba pistola ni nada y el señor de gafas me dijo que volviese otro día. Lo conté aquí, modificado, y no lo entendió nadie, posiblemente pensaron que me lo había inventado o que era una broma.
Vaya, qué lástima, ahora mismo me avisa el presidente de la comunidad que van a cortar la luz. Con todo lo que tenía para contar. Bajo a un ciber y luego sigo.
Ilustraciones :Kyril Arkadiev

34 comments :

ybris dijo...

En el juego de la belleza literaria la ironía es un arma permitida y fecunda.
Es lo bueno de escribir sobre todo lo posible en la certeza de hacer cierto hasta lo incierto.
Los que andamos de refugio en refugio tratando de justificar lo incomprensible sabemos de eso.

Un abrazo.

 Mayte dijo...

Y todo es parte de la real irrealidad...

Un bikiño silencioso que salgo de puntillas. ;)

Ventana indiscreta dijo...

'Hablaba del agua que sabe a violetas, del agua que sabe a reina mora, de la que tiene gusto de mármol y del agua barroca de las colinas, que deja un recuerdo a clavos de metal y aguardiente.'

Él era catador de aguas, ¿tú eres catador de blogs?

Este blog tuyo puede que hoy sea cristalino, mañana, no sé.

Besos(hasta la noche no, que hay Ramadán).

Pedro M. Martínez dijo...

ybris y la liberación.
Escribir y quedarte así, tan a gustito.
Casi como después del amor (bueno, no tanto)
Casi como un acto de amor con uno mismo (no, no me refiero a la masturbación).
Casi como un tránsito entre eso incomprensible que dices y el absurdo (que digo)
Hoy te abrazo más (con todo el cariño y respeto, claro)

Pedro M. Martínez dijo...

Mayte, bienvenida a la vida real del blog.
Esto es Jauja, aquí vale todo, pasen y vean.
Hasta los beso. Van dos.

Pedro M. Martínez dijo...

Bonita cita Ventana indiscreta para el blog de este catador de la vida, que se la bebe a sorbos, degustándola, gustando de sus horas a veces alegres, a veces tristes.
Este blog no es cristalino (me llevaría un disgusto si lo fuera) pero está lleno de trabajo y buenas intenciones.

Y ahora mismo me doy cuenta que repito lo del trabajo, leches, si lo bueno es el ocio, estar tumbado (junto a alguien que ames, mejor) mirando las estrellas
Beso para cuando caiga el sol

Belén dijo...

Me gustan las ilustraciones, siempre me gustan pero estas especialmente :)

Y si, muchas veces nos podemos sentir reales en un mundo irreal

Besicos

Pedro M. Martínez dijo...

Belénla realidad en un mundo irreal no está reñida con la irrealidad de lo real. Y viceversa. Es decir que podemos llegar a creernos nuestras propias creencias. O así.
Con ilustraciones hermosas y música y colores -¿el blanco es un color?- es posible hasta que leamos lo que leemos o que escribamos lo que escribimos (aunque importe menos)
Es decir que el fin justifica los medios o que gracias a los medios alcanzamos un fin. Pero el fin es triste, el concepto quiero decir, que se acaba y ¿qué? Mejores son los principios, tenerlos, tener buenos principios. Lástima que muchas veces nos quedamos en ellos, empezamos pero no seguimos
Como besar, se empieza repartiendo besos en un mundo virtual y acabas siendo virtuoso (qué remedio) por no recordar cómo se daban los reales/irreales. Y de ahí se pasa al (escolti, pagando ¿eh?) imaginario mundo del amor en el que ya nada es como era.
Ha quedado claro.
Pues explícamelo.
Es viernes (puff, menos mal, vaya semanita)
Te beso la mano derecha (completa)(pero quítate el guante, nena)

Tempus fugit dijo...

¿Tú también usas la excusa del cursillo de macramé en Cádiz?

Genial parodia-hipérbole que, no te vayas a creer, se parece a algunos casos reales... yo.... pues...



un abrazo

pepa mas gisbert dijo...

Mi vida no es un blog pero vivo en uno, aunque a este paso todo se andara.

Un abrazo cibernético claro, por mucho que nos empeñemos, esto es lo que hay

Arantza G. dijo...

La vida está llena de absurdos, de cosas incomprensibles y visto lo visto...si no te unes a ella, vives a medias. Una locura, vamos.
De todas formas hay que ver las dos caras de la luna para saber si te gusta...Para algunos, vivir para y por un blog tiene que ser la leche, para otros una sencilla manera de pasar los ratos aburridos; otros utilizan la tv.
Lo de enamorarse...eso...ya es más complicado, aunque nunca se sabe; tiene que haber gente para todos los gustos. Como los colores.
Besos.

Tempero dijo...

Antes del blog fueron las servilletas. Elegía las cafeterías no por la calidad de sus cafés o por la limpieza de sus baños. No, me interesaban sus servilletas, las quería firmes y sedosas a la vez. Me daban los buenos día siempre en los cafés habituales y antes de que pidiese uno ya tenía un montoncito de servilletas a mi alcance y sobre un plato. Después, decía 'sí' a lo de siempre. Sabían que yo me ponía a escribir sobre las servilletas, que arrinconaba la letra hasta extremos enfermizos, don Segundo, por servilletas no se preocupe, y yo, que no, que mi idea era condensar el máximo de escritura en el mínimo pedazo. Pasaba por delante del ventanal un perrito vestido y yo inmediatamente escribía sobre la desnudez de la señora que lo llevaba, 'Habráse visto, señora tan estúpida...' Y luego cogía una bolsa y allí iba almacenando todas las servilletas. Hasta que vinieron los ordenadores y los blog. Ahora estoy enredadísimo y reconozco que no piso los cafés y que me echan de menos, también. Don Segundo, parece que está muy pálido. Y yo siempre contesto lo de siempre. El insomnio de las palabras. Alguna vez los camareros me leían lo que escribía y bajo juramento de sonrisa me decían que qué cosas escribe usted, don Segundo. Recuerdo que lo último que escribí fue algo lacónico como 'Vuelo y encuentro nos merecemos.' No sé ya ni en quien estaba pensando. En el blog me contestan y por eso rabio y me rasco todas las pulgas de ansia, amo que amen la devoción. Es como una misa laica oficiada por un servidor. Yo comulgo, tu comulgas, no me comulgas, qué pecado cometí. Reconozco que, a lo mejor, el siguiente paso será escribir sobre la nada, o sobre el aire. Y entonces hablaré, escucharé. Ah, por cierto, mandé sin querer todas las servilletas al reciclaje. Sin querer. Una pena, en la última servilleta había un nombre debajo del texto.

(Don Segundo, la memoria que va ya para viejo.)

Abrazos y buen fin de semana, Pedro.

Marisol Cragg de Mark dijo...

Esta entrada tuya está genial. y después de leerla me llamo la atención.. apagaré la computadora porque me está doliendo el cuello (el alma también... pero éste es otro cuento que no viene al caso).
Muchos saludos berlineses cuentista al 100%!!!!!!!!!!!

Pedro M. Martínez dijo...

De cenizas, tengo un doctorado en excusas. Cuando necesites una me lo dices.
Por cierto, lo del macramé es cierto, no sabes qué tapetes hago, primorosos, uno del derecho y dos al revés.
Nos podemos reír lo que queramos pero este post es cierto al 100% (al menos para algunos, muchos, más de lo que sería deseable, vivir lo que no se vive, por eso procuro vivir todo lo que puedo) (entre tú y yo, te juro, te lo juro, que no dejo aquí todo lo que vivo, lo que me ocurre –fuera de bromas- en la realidad ya que no se lo creería nadie.

Te juro que estoy deseando tomar unas cervezas contigo.
un abrazo

Pedro M. Martínez dijo...

¡No! mi nombre es alma, hay lo que cada uno queramos que haya
Cuando una vida es un blog no es una vida, es una absurda forma de vivir la vida.
Un abrazo (siéntelo como muy real)

Pedro M. Martínez dijo...

Arantza G., puestos en refranes, “siempre hay un roto para un descosido” (que no sé de qué va pero viene a cuento).
Vivir sin amor tiene que ser terrible (incluso quererse uno mismo9
Sería muy largo.
Buen fin de semana
Besos.

Pedro M. Martínez dijo...

Amigo Tempero, me pasmas, más. Levanto los hombros, río, leo y río, vuelvo a levantar los hombros, río, ay, puff . Creo que sí 'Vuelo y encuentro nos merecemos
Que sea pronto (están a punto de dejarme en un alpendre.)
Eso, buen fin de semana, para ti y para todos,

Pedro M. Martínez dijo...

Te voy a dar un remedio Marisol Cragg de Mark.
Verás, como ya has apagado la computadora, que era lo primero, te sugiero que, en segundo lugar, tomes el metro hasta Gendarmenmarkt. Cerca del hotel Hilton (magnífico te lo aseguro) está Fassbender & Rausch Chocolatiers (http://www.fassbender-rausch.de/). En tercer lugar entra, subes al primer piso, lees la carta de chocolates y después…¡¡¡a gozar!!!
Se te curará el dolor del alma, del cuello, de todo.
(no es como otros placeres más…carnales, pero es magnífico, ya lo verás y gustarás y…después me dices)

Sé más sitios (ahí) donde podrías gozar, solo otro y ya. Dussmann das KulturKaufhaus en Friedrichstraße 90, si te gusta la música entra y disfruta (y la lectura, pero es que el alemán solo lo escucho, no lo leo)

Un beso muy grande y que te mejores.

Ah, perdona, lo último, si tienes con quien ir, te sugiero esto: ir a http://glup2.blogspot.com/2009/08/hotel-adlon-berlin.html

Tinta de aterrizaje dijo...

Quizá los blogs hagan de nuestro corazón un músculo cibernético. A veces más frenético que cibernético.

Besos de incipiente bloguera.

Pedro M. Martínez dijo...

Espero que no Tinta de aterrizaje.
Ni frenético (bastante lo está ya), ni cibernético
Besos de abuelo bloguero.

virgi dijo...

Rápido, rápido, bajé al cyber...miré, pregunté, te busqué, me alongué, esperé...nada!
Una pena, quería decirte la gozada que es leerte.

Anónimo dijo...

Adicción total al blog? :) Genial tu texto Pedro, y la música de fondo es buena compañera de lectura ;) besos

gaia07 dijo...

Casi roza al androide.
Interactuar con los demás es uno de los goces de ser humano. Y la palabra un gran placer.
Por eso practicamos ambas, aquí saben lo bien que escribes, pero deberían poder comprobar lo bien que dices.

Un beso.

Meri Pas Blanquer (Carmen Pascual) dijo...

Nos avasallamos a nosotros mismos
nos medicamos con post que languidecen cuando nadie los ve.
Y un escalofrío matutino antes del primer cigarro nos incita a postear.

Hay una rara belleza y un oscuro preámbulo de locura en todo esto que nos mantiene alerta.
Hemos de seguir las inventos del hombre que avanza...

O volvemos al primitivismo de buscar el alimento matando si es preciso...

Me quedo aquí, maldiciendo tus palabras de puro bonitas y sinceras que tocan algo más que la mirada en la pantalla.

LA ZARZAMORA dijo...

No todo es realidad ni ficción,
el problema es cuando de golpe y sin darnos cuenta, ambas se fundieron en un post.
Y como diría el poeta... no solo de blogear vive el hombre,ni la mujer de barro hechos.
Besos, Pedro.

Pedro dijo...

Muchas gracias virgi y lo siento, el cyber está debajo de mi casa y tampoco tenía luz. Y es que ¿quién tiene luz?
Buen sábado.

Pedro dijo...

India perdona que no te conteste como te mereces pero estoy metido en el blog y no puedo salir, no encuentro la puerta ¿tendrá? besos

Pedro M. Martínez dijo...

gaia07, interactuar –lo sabes- es algo que me encanta.
Y hablar antes, durante y después de interactuar.
Es que no fumo.
Muchas gracias, egipcia.
Un beso.

Pedro M. Martínez dijo...

carmensabes, no, no se puede hacer lo que tú haces, debería estar prohibido.
Entras aquí viniendo de no sé dónde y dejas un comentario, así, como que nada.
Además halagador. Muchas gracias.
Como educadito que soy me voy a tu página. Y ahí. Me quedo atrapado. Qué colección de poesía, arte, música, belleza, un torrente, las cataratas del Niágara.
No puedo salir, me has esclavizado, hay tanto para sentir, gustar, disfrutar, emocionarse.
Y es sábado, tengo que salir a correr antes que llueva, se me está pasando la hora, pero sigo leyendo tu página, escuchándola.
Ahora ¿qué hago?

Pedro M. Martínez dijo...

Ahí, eva-la-zarzamora, este aparatito, como la televisión, tiene un botón y zass, lo apagas.
La vida está fuera. (O eso dicen)
Besos

María dijo...

Hola, últimamente en Herem me has dejado un par de comentarios y quería agradecértelo. No edito porque me olvidé de aquel lugar. Saludos Pedro (sigues inmejorable).~)

Pedro M. Martínez dijo...

María, ¿sigo?, recién comienzo.
Es un apena que te hayas olvidado de aquel lugar ya que era muy bello.
Saludos.

Anónimo dijo...

Estimado autor, me gusta su escritura, pero ten en cuenta que podría sugerir amablemente a la autoría de las imágenes utilizadas para ilustrar este post.
Yo soy el autor de este trabajo, y no en contra de su uso, pero sólo con una palabra acerca de mí;)

http://blogs.mail.ru/mail/m.r.ger/

Sinceramente, Kyril Arkadiev

P.S. Lo siento por mi mal español ...

Pedro M. Martínez dijo...

Tienes toda la razón Kyril Arkadiev.
Mis sinceras disculpas.
Espero quede así subsanado.

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