El estrabismo del Cíclope.
El arte contemporáneo apuesta a esa incertidumbre, a la imposibilidad de un juicio de valor estético fundado, y especula con la culpa de los que no entienden, no entendieron que no había nada que entender. (Jean Baudrillard).
El Cíclope, en un hábito triste, busca el amor cada mañana sin saber que el amor no se busca, no se inventa, que no ve con ojos de gato, que aparece de pronto como un pájaro ciego, que atraviesa fugaz el alma en una convulsión, que enajena, que viene, que viene.
Para encontrarlo se obstina en mirar alrededor, arriba, gira el cuello en contorsión cómica, se agacha, busca bajo las piedras del estanque, entre las ranas y los barbos de colores, interpreta las húmedas señales del musgo, espanta a las libélulas de día a los murciélagos de noche.
Su ojo, bailando en estrabismo, le impide ver más allá del acá y no llega, no encuentra el gozo, ni siquiera cuando está sentado en el centro del escenario bajo la luna y observa como fluyen por sus venas los ríos inversos de la memoria.
El Cíclope está pensando en tapiar las ventanas con girasoles, cerrar la cueva del eco, habituarse a la sangre blanca de los delfines, dormir con la cabeza apoyada en el vientre de su caballo, apostarse a la salida de los túneles amarrado a la aguja del reloj, pero las sirenas le gritan que resista, que espere ahí, oculto tras la roca, la que separa lo nuevo de la fantasía. Y aún así.
Ese hombre con un ojo en la frente me mira, pero no sé si me ve.
Sigo la dirección de su mirada, estoy entre él y el infinito.
Hay días que no.
Hoy.
El estrabismo del Cíclope.
Para encontrarlo se obstina en mirar alrededor, arriba, gira el cuello en contorsión cómica, se agacha, busca bajo las piedras del estanque, entre las ranas y los barbos de colores, interpreta las húmedas señales del musgo, espanta a las libélulas de día a los murciélagos de noche.
Su ojo, bailando en estrabismo, le impide ver más allá del acá y no llega, no encuentra el gozo, ni siquiera cuando está sentado en el centro del escenario bajo la luna y observa como fluyen por sus venas los ríos inversos de la memoria.
El Cíclope está pensando en tapiar las ventanas con girasoles, cerrar la cueva del eco, habituarse a la sangre blanca de los delfines, dormir con la cabeza apoyada en el vientre de su caballo, apostarse a la salida de los túneles amarrado a la aguja del reloj, pero las sirenas le gritan que resista, que espere ahí, oculto tras la roca, la que separa lo nuevo de la fantasía. Y aún así.
Ese hombre con un ojo en la frente me mira, pero no sé si me ve.
Sigo la dirección de su mirada, estoy entre él y el infinito.
Hay días que no.
Hoy.
El estrabismo del Cíclope.
10 comments :
Para todo hay días que no. Y no. Es no.
Pero yo creo que es una fobia que te ha dado Pedro. Porque....
Hoy sí. Sí. Es que sí.
Ya ves...
(Hasta así, haces el....r. Y no la guerra)
Si es que eres un buenazo coñe...!!
(cómo dices tú, cóoñe)
Ja.
Guapo.
Y que nadie me lleve la contraria. Porque está perdido. El mundo se equivoca conmigo eh?
Es Sí Pedro. Que sí. Hombre.
Te beso.
Sí eh?
Sí.
Pedro...me voy a quedar con las ganas de recomendarte que ni lo busques ni te encuentre....
Sospecho que es algo tan falso como la tierra plana...
B x C
Incertidumbre ante el arte que se quiere entender cuando no hay nada que entender.
No hay manera de evitar ser como cíclopes estrábicos buscando un amor que no debe buscarse.
Culpa más de ser que de ser cíclopes o estrábicos.
Y quien dice de amor dice de vernos.
Que a veces no enfocamos.
Abrazos.
Qué sería si a pesar, no lo buscaramos, si el cíclope no se viera obligado a veces a mirar en su estrabismo en esa sola dirección aún equivocada, como Celía, re-buscando en paisajes conocidos o no: a pesar de que hoy no, mañana tal vez.
Qué claro que no enfocamos Ybris, qué tienes razón Paquilou, que hoy tambien Glup: ¿no lo ves? te acabamos de encontrar.
Mi cíclope particular tampoco me ve, bueno, en ocasiones pienso que no quiere verme.
Y aunque me reconcoma, quizás no haya nada que entender.
Mi abuela siempre me decía, "hija, todo pasa".Mañana nos verán.
Un beso
PaquiLou pues es sí, sí señora, lo que pasa es que escribo al dictado (de algún lugar indeterminado aquí dentro) y sale lo que sale y cuando sale, y si sale, sale, y si no, pues no. Eso mismo.
Buenazo no soy (en cualquier caso, estoy) aunque si me estoy domesticando, pero no es el tema.
Y lo que tu digas, sí, pues sí.
Hala, nos besamos.
Ofeliasi te refieres al Cíclope, te equivocas, este es amigo mío, solemos tomar vinos juntos por Iturribide. Es un pedazo de pan, feo como un demonio, pero un santo varón.
Si te refieres al amor, pues bueno, no lo sé, yo estoy enamorado, si sirve de muestra.
Lo de la tierra plana es real, te lo aseguro, y viajo mucho.
ybris incertidumbre ante casi todo. Solo hay una certidumbre, la muerte (pero estoy demasiado sensibilizado con el tema).
¿Vernos? Estamos en la tiranía del ombligo.
Abrazos.
Magnolio quiero contestarte bien pero no me dan las horas. ¿teléfono? (mi casa). Estoy a tope, fea, mañana te lo cuento. Y tú, dime algo.
tomatita muy bien matizado. Oído cocina. Entendido. Cámbialo (a tu cíclope). Te beso.
así que eres Odiseo?
No 25 palabras, no, soy Pedro y me gusta escribir.
Como a ti.
Un beso.
¿Crees que si me destapo un hombro me dedicará su ojo?
Rouge, inténtalo.
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