Carta del amante meticuloso.
capaz de excelentes voces y armonía,
que tú no puedes hacer sonar. ¿Y juzgas
que se me tañe a mí con más facilidad
que a una flauta?"
William Shakespeare.
Ahora sentarnos aquí y revolver, ver, volver, estremecernos detrás de esa mirada de antracita, mirada alrededor y dentro y fuera, las manos buscando, alcanzando, apretando la añoranza como un pájaro negro que pugna por volar, irse, no saber, un recuerdo avariento, apenas un reflejo de lo que pasó y ya. Música atroz de aviones despegando, catástrofe de barajas incompletas, griterío de caníbales, sofisticados gastrónomos, ese hombre se pregunta ¿qué pasó? y el silencio de ojos cerrados, espuma de sidra, olores amoniacales y la traílla del hurón ante la madriguera de la duda, no hay mas trámites, preguntas, silencio, aleteo de urracas y el volcán, a lo lejos.
No debes beber, le dicen, y él apenas puede ver la silueta del ánfora, la túrgida frente sobre la boca que se abre y se cierra, aguardiente, antes fue orujo, escribir con los dedos mojados en vino las paredes de los días, largos como funerales de desconocidos, breves como céfiros, azacanear por las horas para conseguir nada y comida fría sobre la mesa, la cama desierta. Desconfiar de los buenos, de los piadosos, de los trascendentes, esa pregunta y los espejos, conocer, mirar el interrogante, extático, concentrado en no enturbiar la mirada como un hilo a lo infinito, un puente transparente, un desafío a saberse, a conocer el final, se acabó el juego y perdimos, desgracia de la derrota no compartida, soledad de volver en autobuses sucios, rompiendo la noche, concitar el sacrificio de no verla, por cierto ¿volverá el martes o el miércoles?.
13 comments :
Entre el meticuloso y el patan, yo no tendría duda...y él, tampoco..¡¡¡
Uff,...qué memoria...¡¡
Olvidaba decirte que provoca especialmente la foto de la cabecera...
Tengo una atracción irremediable por lo hecho a mano, por las manos de artesano, las que amasan en la artesa...
Un rato en Shakespeare, otro revolviendo y otro azacaneando.
Luego quietud.
Al final retengo la traílla del hurón ante la madriguera de la duda.
Un abrazo.
Ofelia (1) ni yo.
(2) pues estuve a punto de cambiarlas por un grabado de Tintoretto. Menos mal.
Sí, ybris, esto es como el tren de san Fernando un rato revolviendo y otro azacaneando. Y a la cama otra vez, que es temprano.
Cuidado con los hurones que muerden.
Abrazos.
La tristeza, la pena de ser el otro o la otra… soledad esperanzada para volver a verle… dicha de paso rápido… y otra vez la agonía de la espera…
Como puedes seguir viviendo sabiendo de todos esos sentimientos… ya lo sé… ¡escribiendo!
Cada vez me gustas más Pedro Glup.
Un abrazo muy fuerte de Gaia07.
Demasiado meticuloso para mi que no se un pijo de música.
Dificilmente podria arrancarle una nota , ni el martes ni el miercoles .
Besos
Hola, paso por primera vez a tu blog, desde Makkafu. Un plcer.
Tu lectura me sugiere una zambulida en el mar donde lo importante no son los peces, sino el agua, ese primitivo elemento que nos envuelve, nos acaricia, en el que cómodamente, vayamos donde vayamos podemos hacernos un hueco.
El placer está en las palabras, en su fluir, en su densidad.
Encantado. Saludos. Antonio Íñigo
http://antonioinigo.ueuo.com
Ya ves,Antonio Iñigo, lo que son las cosas, a mi lo que me gusta es nadar - ...seré tu Palmerín, mi fiel lector...-, en cualquier agua, ese ejercicio físico, el placer de deslizarme en el Caribe en agosto, en el Sil en julio, en el Cantábrico luego. Nadar entre dos aguas, sumergirme, salir a respirar y a otra piscina –Burt Láncaster ¿recuerdas?-. Pues eso.
Tu poesía es preciosista y trabajada. Un lujo.
También encantado, un abrazo.
¡Qué pocos días tienen algunas semanas! ¡Qué poco grado algunos desamores!
un abrazo¡
De cenizas eqque los desamores no son como los de antes.
Aquellos si que eran, con sus suicidios colectivos y sus tumultuosas entradas en los conventos de beneficencia. No somos nada (o casi nada). Abrazos
"Desconfiar de los buenos, de los piadosos, de los trascendentes, esa pregunta y los espejos, conocer, mirar el interrogante, extático, concentrado en no enturbiar la mirada como un hilo a lo infinito"... ¡preciosa manera de decir las cosas, por ejemplo en este pedacito.!
Nina de Papuza, mushas grasias.
Publicar un comentario