lunes, 19 de noviembre de 2007

Tormenta de verano.

Día, noche, ponientes, madrugadas, espacios,
ondas nuevas, antiguas, fugitivas, perpetuas,
mar o tierra, navío, lecho, pluma, cristal,
metal, música, labio, silencio, vegetal,
mundo quietud, su forma. Se querían, sabedlo.

(V. Aleixandre).

Una tormenta de verano desbarata la siesta en el jardín. Las arañas se refugian en los zarzales, las orugas de terciopelo corren por el tronco resinoso de los pinos y el viejo entra, lentamente, a la casa.
Al cesar el pequeño diluvio queda un silencio de tiempo detenido en aquel horizonte de nubes negras, los rosales están empapados de mágicas perlas de frescor.
El anciano mira su propio reflejo en el cristal y no reconoce aquella cara llena de arrugas, piensa que otro ha suplantado su anterior rostro vigoroso con los ojos brillantes de juventud.

.- Abuelo, es la hora de la pastilla.

Y se la toma, pero no reconoce a ese niño que le habla detrás de la niebla de sus párpados.
Sentado en un sillón, cruza los brazos sobre el pecho, como una virgen andaluza, entra en el éxtasis de los recuerdos, en el vértigo de aquella calle de Barcelona, con prostitutas en los portales y Rafaela esperándole en el hotel. Después se pasea por la ventana inundada del monótono canto de las cigarras y ella desnuda sobre la cama inmensa del parador de Carmona. Y aquellas noches huyendo como un prófugo de su casa a los brazos amorosos de Rafaela, a sus lágrimas dulces, a sus palabras de flores. Siempre termina en su playa de Cádiz, con Rafaela saltando entre las olas mientras él llama por teléfono a casa diciendo que está bien, que los negocios marchan, que regresará pronto.

.- Padre, ha cesado de llover. ¿Quiere volver al jardín?

Apoyado en el hombro de esa desconocida vuelve a pasear por la grava húmeda, entre los setos que se agigantan a su paso. Su caminar es torpe, vacilante. No sabe quiénes son estas solícitas enfermeras que le hablan con cariño, que le cuidan, ni esos pequeños que juegan a su alrededor. No sabe quién es él mismo. Su cabeza está vacía de otra cosa que no sea el recuerdo de una mujer morena de luna que le mira, bella, magnífica, sonriente desde un balcón de nubes.
Pero un ángel sobrevuela la casa junto al mar y percibe la angustiosa nada en esa cabeza antes repleta de tanta pasión, de vida, de amor. Decide hacer su buena acción del día y extiende su dedo índice sobre el anciano paseante. Una descarga de energía recorre el sistema nervioso del viejo, los músculos, el cerebro, una luz ilumina su entendimiento. Reconoce a su hija, a su lado, acariciándole la mano. Esos niños que gritan deben ser sus nietos. Levanta la mirada y ve a Cristina, su mujer, atareada detrás de los visillos. Es feliz. Un nuevo relámpago de fuerza le invade y se descorren las cortinas de una habitación, en la cama, bajo unas sábanas amarillas está una Rafaela demacrada, delgada, enferma, que sufre, tiende las manos implorando que no se vaya, que no le deje sola, que vuelva. Y le muerde la vergüenza de su marcha para siempre, sin mirar atrás, sin importarle tantos años, tantas noches de amor, tantas mentiras sobre una piel morena de luna.

.- Juan, ¿te ocurre algo?.

Y escucha a Cristina, como siempre atenta, protegiéndole, cuidándole. Los ojos se le llenan de lágrimas. Ahora sí, siente un tremendo dolor, un sollozo le rompe el corazón dentro del pecho. Cae de costado, muerto. Su mujer y su hija se inclinan sobre él y tratan reanimarle. En vano. Los niños, indiferentes, juegan a guerras entre los árboles.
El ángel se aleja volando, confundido, cada día entiende menos a los humanos. Y su silueta se confunde con las nubes de tormenta que se baten ya en retirada.


33 comments :

TROPICO PSICOTROPICO dijo...

Hola. No, no follé ni nada, que es lo que suele pasar cuando las chicas se vn indignadas de las discotecas, en Miami y en Pekín y dónde sea.

Me he estado mirando tu blog. Muy bonito. Se nota que eres joven y aún crees en la literatura. Estoy tentado de decirte que haces bien, por que se te nota imaginación efervescente, estilo y tal. Quizás un poco relamido, con perdón. Eso se pule con el tiempo, pero no sé si es bueno o malo (lo de que pase el tiempo)

Es bonito ser joven y escribir. Yo lo hice. Iba a la universidad y escribía poesía posmoderna en clase de literatura del siglo de Oro, que era un toñazo. Yo es que cometí la imprudente y muy novicia bobada de estudiar Filología Española, lo cual me ha llevado, aparte de a tragarme rollos infumables en todos los campos de mi especialidad, a venirme aquí a Miami. Luegon dejé de escribir (casi) y me fue bastante bien. No lo digo para que me tomes de ejemplo, ya ves que he vuelto, aunque sea en plan desenvuelto y tal. La verdad es que me leen cuatro gatos, así que, bienvenido. A lo mejor pongo tu blog en mi sección de links, que lo sepas.

ybris dijo...

Yo cada vez entiendo menos a los ángeles.
Si es todo muy sencillo.
Tan sencillo como morirse después de haber vivido.
Es algo muy sabido ya.

Eres estupendo, amigo. Enhorabuena y un abrazo.

Ogigia dijo...

Creo que los ángeles no me entienden, pero tu texto me encanta

Anónimo dijo...

Aish glup...a duras penas las ocho, con frío en las manos (guantes sin dedos para poder mamporrear el teclado), y llorando como una madalena...menos mal que Thor no se queja (el calienta pies), pero te escondo de los ojos ajenos, la gente del curro no entiende de estas necesidades.

Que duro...ayer justo estuvo mi abuelo en casa de mis padres, le tiembla la mano, un trombo hace unos meses, y es que la edad no perdona (y en su caso la hijoputez debe tener algo que ver...), pero aish, este amor raro, incondicional, que perdona algunas que no todas las cosas.

Me ha gustado, no creas lo contrario, aunque me ha dejado pensativa, con esa pose de "mare mía, que cosas tiene la vida".
Yo en ángeles no creo, o si...no, creo que no, al menos no estos de aureolas y alas y asexuados. Quizá sea más de karmas, almas y similares...pero qué más da, vivo feliz con mis creencias sobre la naturaleza jejeje.

Así que te gustó lo que hice con los botones? Jejeje, la verdad es que me costó lo suyo, pero al final quedó tal y como yo queria, ¿me darás copia de la foto? pero con algo detrás, no leo libros sin dedicar, tampoco miro fotos sin dedicar, ¿me pondrás alguna tonteria?

Te regalo mi mejor sonrisa, si, esa en la que se me ve toda la encía, y arrugo la nariz, y se me ven los dientes como a un caimán, y emito unos ruidos muy fuertes y algunos silenciosos, y al final me agarro la panza y con lágrimas en los ojos digo "ya, ya, ya que me duele la barriga de reírme tanto!!!!".

Y un beso de fideo chino con trocitos de puerro hervido flotando en el caldo (le he quitado los trozos de alga kombu, que no a todo el mundo le gusta, pero esta muy rica la sopa, a Mafalda le gustaria ;P)

mirada dijo...

Ayer fue el primer día de lluvia, aquí, después de muchísimo tiempo.
Aleluya ;-)

Margot dijo...

Ummmm, qué maravilla de relato!!!

Pero me confundes, Pedro, yo también entiendo cada vez menos a los humanos aunque siempre me han dicho que de ángel tengo poco... ays, qué confusión más grande tengo encima!

Y da gusto empezar así un lunes, cenquiú, señor mío. Un besote!!!

Natsuki dijo...

Me has "matao", Pedro: entro y leo, te leo, este fragmento de Aleixandre, mi querido Aleixandre, poesía de estas que te sabes de memoria con 13 años, cuando crees que no puede existir corazón más dañado que el tuyo (jajajajaja).

Gracias por hacer los lunes menos grises...

Y los martes, y los miércoles y...

;-*******

Nikté dijo...

Pedro, agarrame, que hoy no me voy sin pegarle dos hostias que no ostias a alguien.
Te lo digo en serio, que me lo como con papas al psico.
Es que es muy fácil escribir: puta, coño, teta y decir es que yo lo hago en plan distendio y tal pero bueno uno que vale pero es mu humilde y reconoce la literatura cuando la lee, claro porque viene con tapas y titulo, cuando no es asi dice...uys que relamio, tu se como ego (omitido) que veras que Miami Beach escribes.
¡Agarrameeeeeeee!
¡PEDROOOOOOOOOO!
¡Me lo comooooooooooo!

Bien, ya me he puesto la pastillita debajo de la lengua.
Yo si creo en los ángeles pero estos intergalácticos no los conocía.Jaja
Un bonito cuento te salió, si señor
Pero bueno siempre podrás decir que ella era mu puta y hacia unas mamadas de aupa al pobre viejo y entonces, solo entonces llegarás a la fama porque a otra cosa, no se yo.
Por cierto una vez escribí algo que lo titulé la puta de Cecila.
Anda te dejo, que la fiebre me está subiendo por momentos.
Un beso casto
Juas

Pedro M. Martínez dijo...

Olé, trópico psicotrópico, que acojona cuando te leen personas importantes (estoy tan nervioso que no acierto con las teclas); que, como te dije, en Sestao la situación era diferente, que estudiar era de ricos o de listos, generalmente de las dos cosas, aunque allí no había abundancia de esas especies; que bonito, bonito, lo que se dice bonito, en Bermeo, aunque ahora no es época; chistes locales, ya sabes, provincianos, como lo de empujarse en las discotecas, que capullos hay en todos los sitios, Miami o Larrabezua (perdona que no utilice el femenino, pero capulla me cuesta, uno es pobre –aún- pero educado); y sí, ser joven tiene estos privilegios (se pasan, lo sé, me lo repite mi abuelo, todavía no te he hablado de mi abuelo); uno escribe, va, viene, cree, se relame (hasta un punto, a pesar de mis contorsiones, hasta un punto) y se solaza en la efervescencia propia de la inexperiencia (que también se pasa, ay); que te (¿puedo tutearte?) agradezco el comentario, tu currículo, los consejos, el tiempo dedicado, tu buena vista, tu cultura, tu éxito y tu (posible) deferencia al (quizás) incluirme en tu sección de links, que en estas tierras oscuras la historieta de los blogs es lo único que nos permite codearnos con celebridades (a pesar de los nicks humorísticos o sofisticados o ingeniosos o qué sé yo) así, como que no quiere la cosa, que hoy por ti y mañana por mi, que si vienes algún día de vacaciones por Baracaldo me llamas (cruzar la plaza del pueblo, según qué horas, es complicado); que eso, gracias, majo, vuelve cuando quieras (sigo nervioso, ya ves, qué cosas).

Pedro M. Martínez dijo...

1,2,3, ya.
¡¡¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA
AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA
!!!

Pedro M. Martínez dijo...

ybris, tú sabes, lo sabes, que entre vivir y vivir hay un trecho.
Que todos somos iguales pero no.
Que vivir, vivir, dos.
Y también sabes que el que no va no puede volver.
Pues eso.
Un abrazo.

Pedro M. Martínez dijo...

Benévola Ogigia, el ángel es apenas una anécdota en la tragedia.
Pero vuela, lo sé.
Gracias por tu encanto.

Pedro M. Martínez dijo...

Maduixeta, va, te lo confieso, que me he ido a tu página, a verte, las fotos, muchas, ¿es un afición? . Con paciencia y deleite las he ido pasando, las de los caballos, las del cocktail, unas y otras, buscándote detrás de las propias fotos. Ya. Ahora he vuelto a tu comentario –que agradezco- , lo leo, sonrío, me vuelvo a las fotos.
Estos rincones tienen estos placeres, se encuentran personas como tú.
Anda, dame un abrazo.
Gracias, preciosa, es un auténtico placer.
Sigue por aquí, por favor,
Muchas gracias.

Pedro M. Martínez dijo...

Mirada, esto...¿la lluvia fue general o solo en la calle?
Preocupado estoy.

Muy.


Jajajajajajajajaja.

Ay.
Un beso.

Pedro M. Martínez dijo...

Margot, graaaaaaacias.
Y por eso me gustas, por lo humana.
He conocido (y conozco) a tantos ángeles que eran (son) unos cabrones.
Un beso, uno muy grande.

Pedro M. Martínez dijo...

Natsuki, a los 13 años no sabía siquiera si tenía corazón.
Un poco después, sí.
Fue duro, claro.
Gracias a ti por venir aquí.

Pedro M. Martínez dijo...

Perdona Nikté, ¿no será a mi? ¿no?, oye, oye, que no te he hecho nada, dejé todo recogido y salí sin hacer ruido (bueno, no demasiado).
Tranquila, somos muchos.

El cuento. Pues es un cuento, claro. Lo que no impide que al escribirlo algunos pasajes me hayan conmovido, removido, disturbado. Un nombre, un lugar, una situación. Claro, yo lo escribo y sé (a veces, esta) de dónde sale.
Corazón, puedo escribir las cosas más bestias esta noche pero no tengo la onda.
Voy a relamerme (a falta de pan)
Pero antes de beso. Con permiso.

Anónimo dijo...

Te vienes a dar un paseo a caballo conmigo? Nos ilumina la luna lunera y para el frío fuego y calor humano (que tiene como más gracia).

La cremita de puerros la pongo también, que esta recién hecha ;).

Las buenas noches te las doy cuando estés acurrucadito y soltando babita entre ronquiditos.

Nikté dijo...

Que es al psicotropico.
Que no te enteras.
Y Maudi invitándote a montar a caballo en la noche...Ende luego.
Ya me está siendo infiel y en mis narices.
El divorcio, quiero el divorcio.
Yo me quedo con el caballo.

Isabel Barceló Chico dijo...

Me ha gustado mucho este texto, lo siento cercano a la realidad, porque la memoria y todas las enfermedades que la afectan son caprichosas. Se puede no reconocer a esa hija tan querida y, en cambio, recordar a esa "otra" mujer a quien, por otra parte, se abandon� de mala manera. �Ser� que los fantasmas vuelven para atormentarnos? �Ser� que hay un hueco especial en el cerebro para alojar los recuerdos de aquellos a quienes hemos amado y puteado a la vez? Me ha gustado, s�. Creo que te ha quedado redondo. Besos.

Pedro M. Martínez dijo...

Madu-Amazona ezque con el caballo no he tenido nunca relación y me da como corte ¿y si no me conoce? ¿y si me cocea? (coz, me encanta, una coz)
Lo de los puerros, sí, llevo el vino.
Y el frasco para la babita, por si acaso.
Besos.

Pedro M. Martínez dijo...

Ya, Nikté, pero es que uno es tan educado que linda con lo tontuno.
Y claro, no me entero de mushas cosas. (/¿tú crees?)
Te hago un hueco a la grupa (del caballo de Maudi, no de la mía).
Y ya me contarás, escoge, dos somos multitud, en su casa o en la mía.
Jajajajajajajaja.
Buenas noches

Pedro M. Martínez dijo...

Isabel Romana, sabes que viniendo de ti es un honor.
Te lo agradezco.
Los fantasmas no dejan nunca de atormentarnos, sobre todo los del remordimiento.
Espero no putear a los que amo.
Besos, guapa.

TROPICO PSICOTROPICO dijo...

Que perdonen ustedes los señores literatos letraheridos por haber mancillado con mis irreflexivas y deleznables declaraciones en un irreflexivo y deleznable comentario el sanctasanctórum, el cenáculo donde se gesta la LITERATURA con mayúsculas, la fragua donde se forja. Ustedes disculpen mi intromisión a todas luces desacertada e indecorosa. No se preocupen que yo me guardaré bien de no deshonrar con estos desatinos su literario foro.

Pedro M. Martínez dijo...

TROPICO PSICOTROPICO,no te cortes, chato, que puestos a deshonrar lo haces con decoro.
Lo que no te sienta bien es ponerte medallas, queda así como agg.
Que el de la poesía posmoderna eres tú, que conste, que luego todo se lía.
Joder, chaval, que no se puede entrar de sobrao, que ahí eres alguien, vale, pero aquí eres como todos.
Esa es la historia del blog, cada uno con su nick, y no te voy a decir que todos iguales, no, pero más iguales que ahí (por ejemplo).
Es un decir, tú tranquilo, deshonra con calma.
Ay, señor, que estas cosas te ocurran a ti.
Un abrazo, con cariño.

Anónimo dijo...

Este, vale, lo siento. Lo digo en serio.

Vamos a ver. Entraste en mi blog, hiciste un comentario, y contaste tu propia experiencia. Luego yo me pasé por tu blog, leí por aquí y por allá, y la verdad es que, bueno, pensé que estaba bien. Algunas cosas me gustaron más que otras, oyes, como le pasa a todo el mundo. No sé, pero parece claro que no lo he dejado bien claro antes. Luego te dejé un comentario, por cortesía, y te hablé de qué me parecía el blog por que es lo que se suele hacer. Reconozco que se me fue la mano e incluso que adopté un papel como de listillo que está de vuelta de todo, quizás no supe expresarme. Ahora estoy intentando ser lo más neutro y directo posible para que no parezca que estoy poniéndome en plan irónico. Leí tu comentario y el comentario de otra persona muy indignada, y considero que hay bastante mala interpretación. Además no sabía como interpretar tus alusiones, y otras cosas, me encendí un tanto y me embadurné de nuevo con otro comentario desafortunado, repito: desafortunado.

Supongo que todo esto me está bien empleado por meterme donde no me llaman, tomarme más confianzas de las que tocaban, o lo que sea. En fin, que yo estaba tan tranquilo escribiendo mi blog en los ratos libres para que lo leyeran los colegas, (que por cierto son tan de barriada popular como tú y como yo), sin ánimo de ofender a nadie. Supongo, visto lo visto, que prefiero que así sea, por que ni sé explicarme, ni calculo bien la ironía, ni necesito que nadie opine sobre mi vida por lo que escribo, lo que dejo de escribir o como lo hago. Igualmente, supongo que tú no necesitas que nadie venga a contarte lo que opina sobre tu estilo, ni inicie una absurda disputa literaria como yo he hecho; me guardaré mucho de hacerlo en el futuro. Y para que no se me vuelva a malinterpretar dejo bien claro que no pretendo con este comentario -si lees bien te darás cuenta de que con el anterior tampoco- hacer juicios de valor sobre como escribes ni lo que escribes ni nada de nada.

Por último diré que me parece estupendo que tú, yo y cualquier persona de este planeta lea cualquier blog de la red tantas veces como quiera, de arriba abajo y de abajo arriba, que para eso está colgado en Internet.

Daniel.
Tropicopsicotropico

Pedro M. Martínez dijo...

Venga, Daniel, nos damos un abrazo, estas cervezas las pago yo, las próximas tú y aquí paz y después gloria, que bastante mal están los tiempos como para estar aquí discutiendo por malentendidos absurdos que no llevan a ningún sitio excepto a cabreos sin ton ni son.

Que sí, a veces nos leemos entre habituales y la rutina forma unos códigos no escritos y llega uno y comenta B y los del A se enfadan y tú peor y no haber empezado y empiezas con tu perro más y terminas con tu novia no tiene tetas.

Pues eso, que no merece la pena, además tu página es muy fresca y escrita con la soltura que da el haber ido y venido, o sea que mi respeto es real.

Agradezco tus comentarios, todos. Y te confieso que es refrescante el contraste.
Otro abrazo y otra ronda, a nuestra salud.

(Solo una cosa, tú de vista...mal. Por lo de joven. Pero muchas gracias)

Anónimo dijo...

Muchas gracias por tu comprensión.
Daniel
Tropicopsicotropico

gaia07 dijo...

"Tormenta de verano"
Nunca mejor dicho en un otoño frío.
Me gusta, me gustas, me gustan, como ves de conjugaciones ando bien.
Un beso con mucho cariño, Pedro.

mirada dijo...

Pedriño, la lluvia es poca, de momento, así, a cuenta gotas, como que si, como que no, pero en mi casa a salvo estoy de ella jajajja
que nooooo, sólo llueve en la calle.Vaya... es que claro, en fin. ¿falta mucho? ;-)

Pedro M. Martínez dijo...

Daniel Tropicopsicotropico, me alegro que hayamos aclarado nuestro malentendido.
Tu amplia explicación te honra y la agradezco.
Recibe mi sincero abrazo y mis disculpas por si mi tono te pudo molestar.
Gracias.

Pedro M. Martínez dijo...

gaia07, ya, pero si pasó en verano tampoco voy a modificar la historia ¿no?
Y sí, conjugas muy bien, con estilo.
Gracias por el beso. Va el mío (ya verás que rico)

Pedro M. Martínez dijo...

Mirada, no, si yo lo decía por sí, que ya sabes tú que la lluvia es muy necesaria para las plantas, los tomates, las sonrisas, que cuando llueve estamos a la mañana siguiente como más campechanos, más alegres, con más ánimo (¡ánimo!).
Pues eso, preciosidad, que no desesperes, que ya lloverá más.
Será por lluvia.
Guapa.

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