miércoles, 2 de mayo de 2007

Altisidora no era alexitímica.


..y la misma Altisidora con sus blanquísimas manos le puso unas vendas por todo lo herido y, al ponérselos, con voz baja le dijo: -Todas estas malandanzas te suceden, empedernido caballero, por el pecado de tu dureza y pertinacia; y plega a Dios que se le olvide a Sancho tu escudero el azotarse, porque nunca salga de su encanto esta tan amada tuya Dulcinea, ni tú la goces, ni llegues a tálamo con ella, a lo menos viviendo yo, que te adoro.- (Cervantes)


Esa mujer lee con el rostro cubierto por un velo de seda -no me leas, no me leas-, trata en vano de ocultar su mirada a estas pobres páginas, esconde en su faltriquera las frases que le gustan –esta sí, esta no- y yo, ingenuo, pobre hombre alborotado, agito el sonajero de oraciones sin sentido, consentidas, ufano por los comentarios, tocando el caramillo de no decir nada excepto mi impotencia de urogallo, cantando con voz que no es, que parece pero no, que imita, que remeda, que imposta, que miente, que me quito las ropas y me tiro al abismo de confesar que me falta el aire. Aire. Quizás inclinar la cabeza, un ruido gutural, neuma que exprese lo que con palabras no puedo. Estos son textos marítimos, que naufragan, que no pueden decir, que están lastrados, que parten de un puerto equivocado y se pierden en mitad de un mar sin alisios, sin un pez abisal, sin sirenas, solo horizonte atroz, aburrido, agua y agua y los ahogados sobresaliendo entre olas de juguete y los delfines, siega de algas, tritones impotentes, merluzas concubinas y un rostro garcía en cada sardina que huye en la corriente, espejismo submarino de un sol que se oculta boca abajo, el océano se ha vuelto del revés ¿lo ves?
¿Y usted cómo escribe...? (etc)
Bien, me alegro que me haga esta pregunta. Escribo por inspiración, sin aspiraciones, sin pudor, mezclando lo que es con lo que no será, compartiendo un estilo, la quimera, los recuerdos de lo que no ocurrió con los anhelos por lo que resta por llegar, así, bien mezclados, con afeites y aderezos, rescatando palabras y suspiros, resucitando nombres perdidos en anaqueles de ausencias, con un gran fallo: no sé cerrar las historias.
Vale, no hace falta que lo diga, déjelo ya, váyase a la cama. Buenas noches.




22 comments :

Anónimo dijo...

Cubierta por velo cada noche para protegerse de tus letras y no pedirte mas y mas y no quedar enlazado el escritor y la lectora.

Y no cierro mis historias, simplemente amanece....

Atzavara dijo...

Buenas noches, pues...

bajamar dijo...

...las mejores histórias parecen ser las que no van cerradas, por la vida...o por el mar..histórias, no heridas, que no es lo mismo, aunque a veces es igual...y son, parece, las que hacen escribir hasta que aparece otra buena razón, o el silencio se lleva los restos del naufragio

realmente es un placer leerte, no sé cómo, sólo sé que tú escribes

un saludo

ybris dijo...

No acabes tus historias.
Con las historias, como con Dulcinea, nunca hay que llegar a tálamo.
Parte porque Dulcinea, como las historias, debe quedar siempre encantada.
Parte por preservar la adoración de Altisidora.

Un abrazo

Pedro M. Martínez dijo...

Scheherazade, ¿hay algún problema en que se enlacen la escritora y el lector? O viceversa.
Sí, amanece, es que lees a unas horas...

Pedro M. Martínez dijo...

Atzavara, ¡¡¡muy buenos días!!!, aquí la página glup deseándote un magnífico miércoles (fíjate, miércoles ya).

Pedro M. Martínez dijo...

bajamar, es un buen nick, aunque pienso que tú eres una persona en pleamar. Y sé lo que digo (vivo al lado del mar).
Gracias por tus comentarios marinos.
Saludos.

Pedro M. Martínez dijo...

ybris, no las acabo por pura incapacidad, no tiene mérito, no hay propósito, no sé y punto. Además no quiero, que demonios, que sigan vivas, que sigan los recuerdos endulzándome los días (algunos, pocos por fortuna, me los amargan).
Querido señor, hoy estoy muy contento, déjame que te abrace, eres un tío (y perdón por la confianza) estupendo.
Otro.

M dijo...

Me alegran las dos cosas, que no sea alexitímica, y que tu, estes hoy especialmente contento.

Envidia me da esa cercania al mar¡¡¡


B x C

Carmen dijo...

¿La tradición aun manda que todo noble caballero tenga un escudero y una dama en su corazón a quien dedicarle sus victorias?
"Se cree, que en un lugar cerca del suyo había una moza labradora de muy buen parecer, de quien él un tiempo anduvo enamorado, aunque, según se entiende, ella jamás lo supo ni le dio cata de ello. Llamábase Aldonza Lorenzo, y a esta le pareció ser bien darle título de señora de sus pensamientos; y, buscándole nombre que no desdijese mucho del suyo y que tirase y se encaminase al de princesa y gran señora..."
Besos reposados de "post-puente"

Pedro M. Martínez dijo...

Viuda de Tantamount, por suerte, sin llegar a lo feliciano, suelo estar contento.
Y sí, vivir cerca del mar es un punto.

Pedro M. Martínez dijo...

Carmen, belleza, no tengo ni idea de lo que manda la tradición. Soy noble y caballero pero por separado, nunca he tenido escudero (qué horror, con lo que comen) y siempre hay una dama en mi corazón (curiosamente siempre la misma)
Puente, qué suerte, yo trabajé. Besos agotados de no puente.

Belén dijo...

Bueno, yo te leo, aunque este inacabado ;)

Besos

Arthur dijo...

Bueno, me suena a que hay algo que ocultar, lo del velo, lo de la máscara, y lo de ocultar lo que realmente uno es.

A veces yo soy así, para que no me vean la cara, me pongo una gorra, gafas oscuras y tapabocas. Uso guantes y remeras de manga larga. Y jamás enseño piernas con shorts ó bermudas, siempre uso pantalones largos, medias (clacetines) hasta las rodillas y zapatos discretos.

pero la mayoría de las veces es para esconder las heridas, ay Dios!

Saludotes y abrazotes!

Sweet Dreams, de todo Corazón:
Arthur

Gusthav dijo...

A mí me suena como a la historia sin fin. Y ese es lo que le da interés a la historia, porqque una vez que se acaba, se acaba toda la magia. Uno se queda pensando: "y ahora qué sigue?"

Saludos y abrazos

Nice Day, con toda mi Alma:
Gusthav

Pedro M. Martínez dijo...

Belén, está bien. Sigue, sigue, quizás termine la historia algún día.

Pedro M. Martínez dijo...

Arthur, tu comentario me desconcierta. Empiezas así como muy fashion y terminas con las heridas. Espero que sean del alma.
Me tienes el alma en un puño.
Abrazos.

Pedro M. Martínez dijo...

Gusthav, ahora sigue el jueves, después el viernes, etc, cada día una historia, inacabada. Si las cierro ¿quién leería en esta esquina?
Abrazos.

Anónimo dijo...

Si las cierras, pueden ocurrir dos cosas: que mueras por alexitimia literaria, o que te mate yo (ya veríamos la forma).

Elige.

Pedro M. Martínez dijo...

Magnolio lo sabías, sabías que te iba a contestar cual sería la forma en la que me gustaría morir: entre tus brazos. ¿A que sí?
Pues sí.

Tempus fugit dijo...

Los recuerdos de lo que no ocurrió... ¡qué dulces suelen ser!

¿Recuerdas el último abrazo?

Pedro M. Martínez dijo...

De cenizas, sí, como no, el de mañana por la mañana.
(Será muy dulce)

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