
Su amiga Sonia se había quedado comprando el pan para los bocadillos. Ella, distraída, apenas prestó atención al anciano que subía a su lado por la escalera. En el primer piso tropezaron. Al viejo se le metió el bastón entre las piernas. Cayeron. El hombre rodó con la cabeza rebotando, una y otra vez, en cada escalón. Ni un grito, solo el sonido seco de la cabeza rompiéndose al golpear la madera. Luego la sangre saliendo debajo de una boina sucia. La sirena de la ambulancia. y hablar con la policía .“No, señor agente, no le conocía, no le había visto en la vida. Ahí, en el suelo, me recordaba a mi abuelo cuando venía del pueblo y se tumbaba para la siesta. Parecía un hombre enfermo. Sí, claro, pasaré por comisaría a prestar declaración”
“¿Qué le ocurriría a este viejo. Seguro que iba borracho. Sí, tu padre, que siempre ha sido un golfo, como tú. No se te ocurra tocarme, tío mierda. ¿Ahora quién paga el entierro?. No, si siempre fastidiando, hasta para morirse. Que no me levantes la mano, ni se te ocurra. Seguro que se tiró, para jodernos más. Quieto ya o te rajo.”
Ay, Sonia, me matas, así, suavecito (seguro que ya no vive aquí).
Ahora yo a ti (seguro que se ha mudado).
FIN.

Había una web llamada “La fábrica de la basura”, dedicada a la literatura sucia (si es que hay algo así). Ni recuerdo la calidad de lo publicado pero sí que había muchas cosas sucias, (aunque para gustos se han hecho los colores).
Nunca había escrito en ese tono, estilo, realismo sucio, como se llame. Intenté para esa página esta “Historia de amor” y me sorprendí a mí mismo. En principio era más cruda, con un lenguaje soez, situaciones... y llena de palabras malsonantes, adecuadas al ambiente que intentaba reflejar. No sé si, a pesar de todo eso, era demasiado light y no me lo publicaron allí, (aunque sí en otra página que prefiero olvidar).
La tenía guardada, ahora la he rescatado, la he dejado más asequible para otros ojos.
Una vez lo leyó una amiga de una amiga (las amigas de mis amigas no son siempre mis amigas) y le llamó horrorizada diciendo que yo era un degenerado, un enfermo, un ser despreciable y que tuviera cuidado conmigo. Un problema y un gran disgusto (o viceversa). Para colmo me costó que borraran mi historia de la dichosa página. Cosas.