En el inicio de 2012.

Pasan lentos los días
y muchas veces estuvimos solos.
Pero luego hay momentos felices
para dejarse ser en amistad.

Mirad:
somos nosotros.

Jaime Gil de Biedma.

Recibo cartas y no puedo contestarlas, recibo felicitaciones de Navidad, de Fin de Año, de Reyes, de Urdangarín y no saco tiempo para decir gracias. Lo digo ahora ¡¡¡Gracias!!! mientras enero se remansa en horas y tomamos impulso para saltarnos los meses sin saber que nos saltamos, que cada día es uno, irrepetible, que no vuelve. ¿Dónde irás el sábado?  aún es martes y nadie sabe si el sábado caerá un meteorito a nuestra vida y se llevará el futuro, el pasado y las ganas de respirar, si se nos cruzará en el camino esa persona que nos haga diferentes, absorbidos por el amor, pletóricos de locura, otro, enamoradísimos, lelos perdidos, que una vez me enamoré y…os lo voy a contar: que me llevan a Córdoba (vaya usted a saber porqué recuerdo esto precisamente ahora), imagina a un chaval de 22 añitos, romántico y fogoso, paseando por aquellas callejuelas del brazo de una cordobesa que me decía “niiiño” y se encendían las luces del mundo, que escuchaba el canto del Chocolate en una taberna del callejón de las Flores (hoy desaparecido) y se me fundían los plomos y mi novia/sargento de entonces en Bilbao, que era tanto el contraste de dulzura/ternura/cariño que no sé cómo volví, bueno, sí, volví a esa ciudad bruja hasta 8 veces, plaza de las Tendillas arriba y abajo, Cristo de los Faroles, “ay, mi amor, sin ti no entiendo el despertar”, que solo era un machito bilbaíno sin experiencia y con todas las ganas de saber quién era, “sin ti mi cama es ancha”, que ha pasado el tiempo y ahora estoy empezando a saberlo, ¿esto era todo? Con el paso del tiempo he vuelto a otra Córdoba, diferente, con otra mirada, sin aquella muchacha colgada de mi brazo, nada que ver, el tiempo como un río, me baño en él, tal como éramos y somos y aquel hizo este y sigo con las mismas ganas de amor y ver y conocer y esta mañana, desayunando, leyendo el periódico me encuentro con cuatro páginas de esquelas, la muerte, tantos, no hay tiempo, la vida, esto, lo de hoy, empieza el año y estoy lleno de deseos, sí, de todos los deseos, sin prisa y sin pausa, positivo, no nos moverán, habrá lucha, verás, no podrán con nuestra esperanza, va a ser duro, debemos estar atentos, podremos, sin heroicidades, en lo cotidiano, en lo pequeño, haremos lo grande, ser, si no me cortan los dedos seguiré aquí, soy afortunado, te abrazo en este 2012 que será maravilloso, te beso en el inicio de lo nuevo, pintaré de ilusión todas y cada una de estas páginas aún en blanco. Sin conocernos nos necesitamos, es lo que hay, ánimo, vamos, somos, podremos.

  

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