Accutufare.
Accutufare { Recibir palos.
Apartarse de la sociedad.
Accutufare, que dicen en Sicilia, no sé con qué acepción quedarme.
A mi espalda alguien hace muecas, él no lo sabe pero le veo desde el espejo.
Servidumbre de la rutina.
Intolerancia en la fronda de canela, exorcizar recuerdos con un prisma entre los dedos que refleje, que refracte, que descomponga los colores y tú –que lees- veas con el ojo del silencio esta estructura de equilibrio entre el vacío, algo así como la peste bubónica, un río de anguilas, un pie que pisa el agua y la habitación vacía.
Nadie salió a despedirle cuando dejó su casa. Algunos me preguntan, sí. Iremos a verle –dicen-. Pero sé que es mentira y los días pasarán lentos, interminables, con las pautas mínimas de dormir, comer, recordar, ni eso, estar vivo, sin más, vegetar.
Tiempo de silencio.
Accutufare, que dicen en Sicilia.
Cuando la desgracia entra en una casa los disgustos vienen seguidos.
“Y volví el rostro y vi todas las injusticias que hay bajo la capa del cielo, y he aquí que había lágrimas en los que padecían injusticias sin que nadie los consolara, y los que cometían la injusticia eran demasiado poderosos. Y alabé a los muertos, porque habían muerto ya” Alfred Döblin, Berlin Alexanderplatz
5 comments :
Impresionante la serie que hizo Fassbinder con Berlin Alexanderplatz.
La primera vez que fui, quise quedarme allí, sólo por la película.
Un abrazo grande, querido Pedro.
Una vez se ha iniciado hay que volverse opaca. Sin reflejos que reboten y lo llenen todo. Minimizarla, hacerla inútil, atormentar el tormento.
Y vivir, o malvivir.
Un abrazo
Cuando transitamos por el camino desesperanzador de la tristeza,el apoyo de los demás,incluso de un desconocido que se nos cruza por la calle y nos sonríe,puede ser una razón para seguir adelante.
Huir o dar la cara,lo decide uno mismo.Decidamos lo que decidamos algo se nos revelará con toda evidencia:quienes son en realidad nuestros amigos genuinos y quienes no.
Nos cuesta,aún cuando vemos el dolor y la tristeza brotando por todas partes,deponer la vergüenza o el pudor para acompañar al que sufre.
A mi que me suena a acurrucarse...
Pedro, cuánto nos muestras, nos llenas.
Ahora te entiendo, me acabo de dar cuenta, no llega el tiempo para ver y sentir todas las hermosuras que ha hecho la humanidad.
Un abrazo de esos acurrucados, prestan mucho al alma.
Rutina helada, en un tiempo limitado y esa sensación de que nos estamos perdiendo algo....
Pero al final, el camino, aunque nos sobreviva... también es nuestro.
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